Siempre desde lo artístico, Silvina Gandini tenía que dar un salto al vacío. Y fue por ello. “Recursos Humanos” tiene esa esencia, muy propia de la impronta de Silvina, que cruza las artes plásticas con la música electrónica, sin dejar de lado el mensaje y el sentido de la existencia. No en vano su nuevo material se llama “Recursos Humanos”, así, con mayúsculas. La pandemia impidió que el disco se presentara en vivo, por eso hoy, vía streaming, será el momento de mostrarlo, desde las 21, en forma gratuita, en su canal oficial de YouTube, al que solo hay que suscribirse (sin cargo) previamente. Gandini habló con La Capital y contó los motivos por los que decidió elegir “Agua”, tema clave del disco, para abrir la presentación seriada de su flamante material. “En las canciones busco una especie de grito de auxilio a la humanidad para que lleguemos al verdadero encuentro”, resume Gandini.
—Primer recital de “Recursos humanos” pero es por streaming y con un solo tema: “Agua”. ¿Por qué tomaste esta decisión?
—Nos tocó un tiempo especial con el estreno en 2020 de “Recursos Humanos”, teníamos fecha de presentación con artistas maravillosos que grabaron en el disco y nos quedamos con todas las ganas de compartir esa fiesta. Como artista, todo lo que estamos viviendo no pudo quedar afuera, entró en mí. Me retroalimenté de una nueva fuerza creativa. Necesité repreguntarme todo. ¿Cómo hacer que una canción no tenga margen temporal y que siga siendo ella en su identidad primaria? “Recursos Humanos” comenzó con la ruptura del tiempo inverso con sus presentaciones de los temas en Instagram en el 2019 con versiones de un minuto. Así que la presentación del lado B será lo opuesto en mi canal de You Tube. Sin censuras temporales para que cada track dure lo que necesite y posea en sí una nueva identidad por fuera del formato del disco, pero que a la vez sea parte de él. El agua y el tiempo. Que el tiempo sea agua que se escurre y esparce sin forma alguna, como el nombre de la primera canción del disco. Este será el primer concierto de 12 que representará cada track de “Recursos Humanos” y llevará todo su tiempo, valga la redundancia, la presentación completa del disco. Será un concierto por streaming que durará 35 minutos e incluirá un solo tema, “Agua”, dividido en en cinco paseos, el agua se escurrirá por colores nuevos y transformará lo nuevo y lo viejo de un repertorio. Paseo 1: Agua 1 ( Primer Estado); Paseo 2: Puerta del sol /Mañana del abasto (Mash-up); Paseo 3: Recreación de la Gnossienne Nº1 de Erik Satie; Paseo 4: Agua 2 ( La apertura) y Paseo 5: Agua 3 ( El cuerpo).
¿QUÉ HARÉ EN LA PEQUEÑA INFANTA? Video Oficial -Silvina Gandini
—Cuando empezás la letra de esta canción, desde “la ciudad duerme” hasta “y mi tiempo se queda sin palabras” parece que estuvieras describiendo la pandemia, pero esto lo compusiste mucho antes, ¿fue causalidad esa letra o casualidad?
—Es increíble la coincidencia, no sólo ese tema fue visionario al respecto, sino también en “Qué haré en la pequeña Infanta”, donde en esa canción describo un sueño que tuve hace años, en el que iba en un vagón de tren y el viento me expulsaba a un pueblo desierto, donde yo sentía que había gente pero no la veía. Tal cual como los paisajes de las ciudades en el marco de la cuarentena. Me acuerdo que me desperté y agarré mi guitarra y compuse esa canción. Cuando lancé el disco en 2020, y en ese marco, no hacía más que recordar ese sueño. Igual que la propuesta que tuve de empezarlo en las redes un año antes con las versiones cortas, todo fue como premeditado. No puedo salir de mi asombro con la coherencia de sensaciones con lo que estamos viviendo. No creo en las casualidades sino en las causalidades, así que definitivamente contesto: esto es “causalidad” y efecto.
—“¿Hacia dónde vamos?” plantea el tema “Recursos Humanos”. ¿Tenés una respuesta o más preguntas?
—Tengo más preguntas que respuestas. El disco es un llamado a la conciencia del ser humano al cambio radical de lo que siento que nos está aniquilando. Cuidar el agua, la tierra, alejarnos de lo superfluo, del consumo porque sí. La búsqueda de verdaderos valores, en una palabra, repreguntarnos qué estamos haciendo cada uno para que esta casa que todos habitamos mejore. En las canciones busco una especie de grito de auxilio a la humanidad para que lleguemos al verdadero encuentro, al verdadero ser que hay en cada uno. Encontrar todos los “ Recursos Humanos” para que juntos podamos lograrlo.
—La literatura, la plástica y la música (desde el rock al pop y lo tecno) se cruzan y comparten el mismo espacio artístico en tu disco. Esa combinación a priori resulta riesgosa, pero finalmente es efectiva. ¿Siempre vale la pena tomar riesgos en lo artístico?
—No concibo al arte de otra manera, es el motor que moviliza lo que hago, vivo replanteándome las cosas y voy modificando según lo que quiero transmitir. Este disco es el resultado de búsquedas de muchos años, y ya está mutando porque yo estoy mutando, somos afines a lo que nos circunda. Cada vez más me intereso en lo electrónico y los loops, pero desde un lugar muy sensible en el material sonoro ya que trabajo a la voz como centro troncal, usándola como un instrumento más al igual que mis teclados o mi guitarra, lo que hace que sea algo orgánico mutable, como la vida misma.
—En “Aceites perfumados” citás a Victoria Ocampo, Sor Juana Inés de la Cruz, Marguerite Yourcenar, Juana de Arco, Madame Curie, Virginia Woolf, entre otras. “Camina ya que se te escuchará” cantás. ¿Es un homenaje a ellas, a las que siguen caminando y a las que vienen?
—”Aceites perfumados” en un homenaje a todas nosotras, nombrando primero a ellas, que marcaron mi vida y admiro por abrir los caminos de luchas en momentos de la historia muy complejos. Cuando hicimos el disco estábamos con la lucha de nuestros derechos a decidir una maternidad deseada, que ya es ley y aún continuamos luchando por la vida de todas las que están siendo asesinadas, tomando la mujer como un objeto de posesión. Aún estamos caminando, aún estamos luchando. Este tema es un homenaje a cada una de las mujeres que luchan día a día para ser escuchadas. Siglo XXI y estamos peleando igualdades, respeto. Sé que estamos cada vez más cerca de lograrlo, pero debemos seguir caminando para ser escuchadas.
—El disco tiene textos profundos, que interpelan, y a la vez la música te hace bailar. ¿Esa búsqueda fue intencional? Así como el baile fue el motor del pop de los 80 en el rock argentino, ¿es tiempo de seguir bailando y de seguir cantando la realidad con nuevos ritmos?
—Fue un cambio radical en mi estética de lo que venía haciendo, tal vez una manera de gritar una verdad es que te muevas, que lo sientas en el cuerpo. Para que lo sientas en el cuerpo tiene que tener ritmo. Creo que en un punto fue inconciente, pero sentí que la poesía que era comprometida y profunda debía estar acompañada de algo “cantabile” para que pueda quedar en la mente algún fragmento de la canción tipo “mantra de conciencia”. También hubo búsquedas de citas a compositores que me marcaron y que siempre lograron el discurso en estas búsquedas, como (Gustavo) Cerati o Sting (que hasta me animé a citarlo textual en el medio de una canción en una especie de “mash-up” raro ( risas). Cada artista busca la forma de decir para ser escuchado ¿Por qué no seguir bailando y seguir cantando con nuevos ritmos de realidad? Y hacerlo mezclando mis mundos de la música contemporánea con la “música ligera”? Preguntas que quedan en el espacio, contaminado ahora de virus y humos de las islas.