En junio de 2015 se cumplieron 50 años del nacimiento del rock en castellano desde la salida de “La respuesta”, el primer simple del grupo rosarino Los Gatos Salvajes. A partir de este hecho y respondiendo a la pregunta de si existe un ADN musical de Rosario que atraviese los 50 años de música, el cantante Marcelo el “Zorzi” Zorzolo, puso en marcha un proyecto más que ambicioso: reunió a cientos de artistas locales para hacer un recorrido musical en cuatro shows consecutivos que se llevaron a cabo en Plataforma Lavardén el año pasado. La propuesta batió todos los récords: los shows agotaron entradas en pocas horas y el público se quedó con ganas de más. Por eso “Rosario: 50 años de rock en castellano” redobla la apuesta y esta vez realizará dos recitales con entrada libre y gratuita en el Anfiteatro Municipal, hoy y mañana, a las 21, que contarán con las actuaciones de músicos rosarinos (ver aparte) y la reunión de Punto G, liderada por Coki Debernardi.
Se trata de un homenaje de músicos de Rosario a la identidad cultural de una ciudad que cambió la historia de la música iberoamericana con artistas de trascendencia nacional e internacional como Litto Nebbia, Fito Páez, Juan Carlos Baglietto, Jorge Fandermole o Cielo Razzo entre otros. “Tratamos de resumir los cuatro shows en dos; y si bien hay un revisionismo, la perspectiva está puesta en el presente y futuro. La revisión histórica la hicimos en los teatros, y hoy la mayoría de la gente que va a tocar está en actividad. Queremos mostrar que Rosario tiene una tradición musical única en el mapa hispanoamericano, que abarca 50 años, y que hoy tiene muchas otras estéticas”, destacó el Zorzi, que en los noventa creó Los Dyvinos y durante el último tiempo encabezó El Zorzi y los 14 y Oro Stone.
“Van a ser dos shows completamente distintos que recorren toda la historia del rock local desde Los Gatos hasta las bandas más nuevas”, contó el creador del proyecto y agregó: “La frutilla del postre es que se reúne Punto G después de muchos años”.
Este recorrido de medio siglo de rock supone hacer un viaje musical al pasado en el que el reencuentro de distintas generaciones es inevitable: Jorge Llonch, uno de los fundadores del grupo El Banquete junto a Rubén Goldin y Fito Páez a finales de los setenta, compartirá escenario con su hijo Isidro Llonch, de 22 años, actual guitarrista de Coki & The Killer Burritos.
“El Zorzi sería mi hermano menor, como mi hermano Fabián (el reconocido músico rosarino radicado en Nueva York que tocó en Certamente Roma, Punto G y junto a Fito Páez). Yo pertenezco a la generación ochentista. Era muy amigo de Juan Carlos Baglietto, íbamos con su moto azul a todos lados a hacer sonido. Tuvimos una adolescencia muy rica. En ese momento estaban las bandas Staff e Irreal, donde tocaba Adrián Abonizio, que es uno de los mejores compositores de la ciudad. Su música nos marcó ideológicamente a toda una generación en la época de la dictadura”, destacó Llonch padre. Después de la guerra se hizo un Festival organizado por la revista Humor y lo invitaron a Juan Carlos Baglietto a tocar y armamos un caballo de troya para ir. Desde ahí Jorge se dedicó al sonido, y años más tarde, desde 2005 al 2007 fue secretario de cultura. Luego de la política, nunca más se acercó a la música, por lo que el show de hoy, supone su gran regreso a los escenarios.
Sonidos del futuro. La herencia musical a veces se transmite de la forma más inesperada: “La historia de mi viejo influyó siempre muchísimo desde que nací. Todos los recuerdos de mi infancia están vinculados con los recitales debido al trabajo de mi viejo como sonidista, sobretodo con Fito. Recuerdo miles de recitales en la consola, pero sinceramente me quedaba dormido y me despertaba recién sobre el final. Hasta recuerdo una vez, ya con mi viejo como secretario de cultura, fui a comer con el Flaco Spinetta y no tenía ni la menor idea de la dimensión que tenía”, cuenta Llonch hijo.
Pero el momento llegó. Y el pasado y el futuro se fusionaron en un video de YouTube. “Una vez en la casa de mi tío en Nueva York, me puse a ver un video de YouTube que mostraba a los Certamente Roma tocando frente a muchísima gente en el Patio de la Madera la canción “Quebrados en el silencio”. Y la verdad, me flasheó. No podía creer que haya tanta gente en Rosario viendo una banda rosarina. Ahí empecé a escuchar el disco que habían grabado. Me impactó ver bandas como Punto G y Graffiti tocando en todos lados, con público propio. Una verdadera movida que todos desearíamos poder ver hoy en la actualidad”, expresó.
Y aunque explica que ve una evolución muy grande entre la música que escuchaba su padre y la moderna, se sigue quedando con los clásicos. “Siempre termino escuchando a los clásicos como Spinetta, Cerati y Charly”.
Las expectativas son las mejores. “Ver tantos artistas que ha dado la ciudad tocando sus canciones en un lugar como el Anfiteatro confirma la idea de que Rosario es un lugar que no se ha cansado de ver crecer a artistas muy talentosos, con voz propia y con una pasión por la música que emociona. Muchas veces escuchamos «en Rosario no pasa nada, no crece nadie». Pero eso sucede porque no hay interés en desarrollar esos artistas. Todos los que toquen en el Anfiteatro lo hacen por pasión y vocación. Y eso es lo más emocionante”, dijo Isidro.
Para Jorge, la emoción es inevitable: “Subirme a tocar un tema de mi hermano (Fabián Llonch) es emocionante, es un homenaje a los caídos en Malvinas”. “Queremos demostrar que toda esa herencia cultural sigue presente y que en el siglo XXI todo se vincula”, destacó el Zorzi antes del gran show.