Liverpool se celebra a sí misma como capital cultural europea y Ringo Starr no podía faltar a la
fiesta. En el concierto de inauguración de la designación, en el centro de la ciudad portuaria
junto al río Mersey, el ex Beatle mostró su nuevo disco “Liverpool 8” para celebrarlo.
Starr y los músicos actuaron vestidos de obreros de la construcción. Y eso encaja bien con la
imagen de Ringo, que siempre se vio a sí mismo como un trabajador honesto.
El ex integrante del cuarteto que puso en primera plana a Liverpool con
su música saluda la relevancia cultural europea de su ciudad natal con su nuevo álbum y le canta a
su propio glorioso pasado: “Liverpool I left you, but I never let you down”, dice en la
canción que da título al disco, un tema con algo de himno. El recital convocó a 10 mil personas en
el estadio Echo Arena.
Dejó la ciudad, pero nunca la abandonó, y eso es algo que se le
agradece. Ringo siempre fue una especie de roca en el acantilado, un baterista confiable, que
tocaba su instrumento con precisión y al que muchas veces las excentricidades de los demás Beatles
sólo le generaban una sonrisa cansada.
Así, “Liverpool 8” se presenta como una mezcla de canciones,
algunas compuestas por Dave Stewart (Eurythmics). “If It’s Love That You Want”
suena como los Beatles en sus inicios. Después hay excursiones al blues, skiffle y country. Y se
escuchan susurros de cítara en una canción pop como “Gone Are The Days”.
¿Recordará Ringo Starr la aventura india de los Beatles en 1968? Ringo
fue el primero en abandonar el curso de meditación. Aparentemente, dijo que no lo necesitaba, que
él necesitaba más los cereales para el desayuno.
Ringo Starr, el hombre que siempre estuvo en un segundo plano, se
mantuvo fiel a sí mismo. A su nuevo disco “Liverpool 8” no se le puede criticar nada
técnicamente, pero tampoco contiene ninguna sorpresa. A todos aquellos que siempre les haya caído
bien el baterista, les gustará.