La 91º ceremonia de los Oscar tuvo una apertura de lujo. Queen —con dos de sus miembros originales, el guitarrista Brian May y el baterista Roger Taylor— tocó dos clásicos de la banda británica, "We Will Rock You" y "We Are The Champions".
La 91º ceremonia de los Oscar tuvo una apertura de lujo. Queen —con dos de sus miembros originales, el guitarrista Brian May y el baterista Roger Taylor— tocó dos clásicos de la banda británica, "We Will Rock You" y "We Are The Champions".
El cantante Adam Lambert tuvo la difícil tarea de ponerse en el lugar de Freddie Mercury, cuyo recuerdo estuvo presente siempre en la gala a través de "Bohemian Rhapsody", el exitoso biopic de la estrella de rock que contaba con cinco nominaciones y se llevó cuatro estatuillas.
Fue un comienzo atípico para una ceremonia que, por primera vez en 30 años, no tuvo un único conductor. La actuación de Queen fue un aperitivo de los variados intervalos musicales que tuvo la noche.
La actriz y cantante Jennifer Hudson, con su impresionante registro vocal, interpretó el tema "I Fight", del documental "RBG", una de las canciones nominadas. Bette Midler, que a sus 73 años parece de 40, cantó "The Place Where Lost Things Go", de "El regreso de Mary Poppins". Y después Gillian Welch y David Rawlings cantaron el tema country "When A Cowboy Trades His Spurs for Wings", de la película de los hermanos Coen "La balada de Buster Scruggs".
Sin embargo, el momento más emotivo se vivió cuando Lady Gaga y Bradley Cooper interpretaron "Shallow", de "Nace una estrella". Ella se sentó al piano y cantaron juntos intercambiando miradas como si fueran en vivo la pareja que encarnaron en la pantalla grande.