La banda santafesina Sig Ragga regresa esta noche a Rosario con un show en el que hará un recorrido por su discografía. El particular estilo del grupo, tanto en lo vocal como en lo estético, le valió en siete ocasiones nominaciones a los Premios Latin Grammy y en la última entrega, también tocaron en vivo. La cita será hoy, a las 21.30, en Vorterix (Salta 3519).
Según contó Gustavo Cortés, cantante y tecladista de la banda, el reggae que los caracterizó en el inicio tuvo grandes transformaciones en veinte años de trayectoria. "Al principio la impronta mas fuerte tenía que ver con ese género, era el lugar desde el que partíamos, el lenguaje que establecimos pero empezó a pasar que naturalmente lo empezamos a fusionar con toda la música que a nosotros nos gustaba y eso siempre se dio así. No fue algo premeditado, sencillamente nos dejamos esa libertad de hacer toda la música que nos interese. Fusionar todos los estilos que nos gustan, como un collage. En ese sentido el grupo siempre mantuvo eso, que no importen los géneros, hacemos canciones y los géneros son herramientas discursivas y uno los toma en función de lo que quiere comunicar, en este caso una idea, una idea musical".
El estilo de Sig Ragga, añadió, está inspirado en las procedencias de diferentes ámbitos de los integrantes de la banda. "Venimos de distintas disciplinas artísticas, siempre estuvimos muy relacionados con el mundo del cine, de las artes plásticas, del teatro y lógicamente la música que nos surge esta plagada de esos lenguajes a la hora de componer".
Las palabras que utilizan en sus canciones en ocasiones también son parte de esa actitud lúdica que impregna la música. "Muchas veces pensamos canciones a partir de un paisaje, de una situación, de personajes, de pensar dónde está este personaje en este momento, por ejemplo cantando arriba de una montaña. Y de golpe no soy yo sino que es un personaje que tiene determinadas características, habla en un idioma inventado, no se sabe de dónde es. Esos juegos discursivos vienen de ese juego que nosotros establecemos, interno, caprichoso, arbitrario. También tiene algo muy lúdico para nosotros y hoy por hoy no le prestamos mucha atención a definir exactamente que es lo que hacemos, a clasificarlo".
En ese sentido añadió: "Yo creo que hacemos canciones, que hacemos dispositivos audiovisuales y en ellos hay un montón de lenguajes, de distintos lugares, hay un montón de géneros conversando entre sí. Hay una cuestión de tiempos incluso que son como tiempo pasado, presente y futuro que conversan. En nuestras referencias hay música muy antigua, música clásica, pueden aparecer hasta cosas del medioevo, de lo que vamos escuchando cada uno, de los autores que nos interesan y vamos agarrando como inspiración, lugares de donde partir y a la vez están como en un escenario futurista. Nos imaginamos una situación que no tiene que ver ni con el presente ni con el pasado sino con algo imposible, y así vamos construyendo".
Además del sonido, la banda se caracteriza por subir a escena maquillados y con trajes especiales. Esta idea, explicó Cortés, surge primero de la actitud contestataria de los inicios de la banda, y luego se nutrió de las influencias artísticas de sus integrantes. "La cuestión de los trajes y la pintura que nosotros utilizamos tuvo distintos momentos. Desde los comienzos teníamos un interés en tratar de salirnos de lo cotidiano, de nuestra vida cotidiana, de entrar al mundo de la fantasía. Para nosotros representaba jugar a ser otros, transformarnos, transformar nuestro cuerpo, nuestras caras: no ser nosotros. En un primer momento había cierta cuestión de rebeldía contestataria, de liberarnos de prejuicios, de vergüenzas, del uso del cuerpo, de lo que se esperaba de nosotros".
Desde el punto de vista estético y visual, esa imagen está relacionada con los movimientos artísticos de los cuales recibieron distintas influencias. "Eso surge de las escuelas artísticas de las cuales nosotros también formamos parte, de lo que se vivía en mi casa; mi mama era artista plástica y su obra venía del mundo de lo fantástico, y de muchos artistas de los que nosotros crecimos mirando sus obras, tanto en pintura como en literatura. Nos encanta la literatura fantástica, es algo que compartimos (los cuentos fantásticos de Borges, de Cortázar, el cine ruso, o el surrealismo".
Sobre las nominaciones a los Grammy, confesó: "No sé exactamente como repercutió esto en la carrera de la banda, quizás no estamos tan atentos a eso; vamos viviendo las cosas en el día a día y seguimos para adelante, pero sin dudas que pudo haber sido un motor para que productores empiecen a mirarnos, a prestarnos atención, a llamarnos. Lo que tiene de loco esto y también las redes sociales es que uno no sabe hasta dónde llegan, cuánto alcance tiene. Por ahí te están escuchando en Japón y uno no tiene ni registro de eso pero yo creo que todo suma a la hora de que nosotros podamos darnos a conocer, sobre todo una banda como nosotros que siempre ha tenido una carrera independiente y hemos hecho todo a pulmón y autogestionándonos", completó.