Después de nueve años de ausencia como solista, David Gilmour volvió a las bateas con "Rattle That Lock", su cuarto disco en solitario. El año pasado el guitarrista reapareció después de mucho tiempo para resucitar a Pink Floyd, que editó el álbum "The Endless River", un homenaje al tecladista de la legendaria banda, Rick Wright, que falleció en 2008. Y ahora Gilmour está de regreso con nuevos bríos, un mensaje vitalista y una gira que lo traerá por primera vez a la Argentina en diciembre próximo (ver aparte).
Según el violero y compositor, "Rattle That Lock" se aleja bastante de su álbum anterior. "No podría decir si este es el disco más atrevido de mi carrera, eso tendría que decirlo otro. Pero es un poco más alegre que el último, desde luego", dijo en una entrevista con la BBC. "Eso tiene que ver con el entorno de mi vida. Actualmente vivo en Brighton, donde hay mucha actividad, mucha gente y mucha vida, al contrario de cuando mi existencia era rural, cuando publiqué «On An Island» (2006). Todas estas cosas pueden tener una gran influencia en la manera en la que sale la música, pero no hay un movimiento consciente en esa dirección. No hice el esfuerzo de incluir canciones de ritmo más rápido, aunque sí son un poco más alegres de lo que acostumbra a ser mi estilo", admitió.
El disco también se revela como muy ecléctico. "Me permití juntar varias canciones que eran muy diferentes en estilo, hay momentos en que podés pensar: «¿Cómo pone entre una canción hard rock y un instrumental lento, algo tan influenciado por el jazz?». Al escucharlo puede parecer extraño, pero en realidad está todo unido por mi voz y la guitarra. Esa es la fuerza que une los diversos elementos del álbum. Hay más sonidos diversos de los que podrías esperar de un álbum hecho por mí", aseguró.
Gilmour se tomó su tiempo para componer y grabar el álbum, algo que considera un proceso natural a esta altura de su vida, a los 69 años. "Son años de estar construyendo pequeñas piezas de música, poniéndolas todas juntas, sentado buscando su perfeccionamiento. Todo ha sido un poco disperso, pero también hay una vida muy ocupada detrás. Polly (Samson, su mujer y colaboradora) escribe sus libros, los chicos están en la escuela. No estoy en el flujo de la ambición juvenil, que se hace cargo egoístamente de todos los aspectos de la vida, así que es un poco diferente por estos días", confesó.
Sobre el legado de Pink Floyd en su música como solista, el guitarrista reflexionó: "No es algo consciente. Pink Floyd es parte de mí, es parte de ese sonido y ese es el sonido que me gusta. Obviamente, existe una gran influencia, pero no hay un respeto extremo a cómo debe ser una idea, o si debe ser diferente de Pink Floyd. Simplemente me gusta trabajar en lo que llegue y suene bien. Realmente no soy consciente de que la gente escuche y haga comparaciones. Yo no las hago", afirmó.
La mayor parte de las letras de "Rattle That Lock" fueron escritas por Polly Samson, la esposa de Gilmour. De ella justamente fue la idea de la canción que da título al álbum. "Es una canción contra la apatía", explicó el violero. "Habla de luchar contra lo que creés que está mal en este mundo en el que vivimos cada vez más controlados por los gobiernos, y en el que tenemos cada vez menos libertades. También habla de lo bien que te sentirías si pudieras rebelarte contra estas cosas, alcances o no tus objetivos", puntualizó Gilmour, que más que una persona "anti-establishment" se considera un tipo "anti-injusticia".
Una dupla poderosa. En su nuevo disco David Gilmour volvió a trabajar con el ex guitarrista de Roxy Music Phil Manzanera como productor, una sociedad que ya probó ser exitosa en "On An Island" (2006). "Phil es una persona con una muy buena visión general de las cosas. Se sienta ahí con enorme entusiasmo y conocimiento y siempre está mostrando mucho coraje y sugiriendo cosas y haciendo que sucedan. Yo necesito ese empuje a veces. Hemos sido amigos por mucho tiempo y funciona bien. He trabajado con otros productores en el pasado que son más tiranos que lo que Phil ha sido jamás. A veces eso es efectivo, pero otras veces no", explicó el músico.
"Rattle That Lock" también contó con la colaboración de David Crosby y Graham Nash en el tema "A Boat Lies Waiting". "Son viejos amigos míos", dijo Gilmour. "Conozco a Graham desde que estaba en Los Hollies; siempre han grabado en los estudios Abbey Road a finales de los 60, antes de irse a Estados Unidos. A través de él conocí a David y hemos sido amigos desde entonces. Ambos cantaron en mi álbum «On An Island». También cantaron conmigo en la gira, así que el paso siguiente era invitarlos a cantar en el tema, que fue creado con una sección de armonía de tres partes que abarca toda la canción. Son fuerzas vivas y sus voces suenan muy bien juntas", señaló.
Ante la perspectiva de salir de gira, el (ex?) líder de la última versión de Pink Floyd confesó que todavía siente "emoción, nervios y hasta un poco de pavor" al tocar en vivo. "¿Será tan divertido como la última vez? Todas esas cosas vienen a mi mente cuando estás a punto de empezar una gira. ¿Estoy muy viejo para este tipo de andanzas?, me pregunto. Pero bueno, sé que será divertido y más fácil, porque este disco es más para arriba", aseguró.
El nuevo CD. “Rattle That Lock” está producido por Phil Manzanera (Roxy Music) y cuenta con invitados de lujo como David Crosby y Graham Nash. En el disco Gilmour usó su Gibson Les Paul Gold Top, una Gretsch negra y “mi confiable Stratocaster negra”, según él mismo contó.
Cómo será el show que trae a la Argentina
El próximo 18 de diciembre David Gilmour se presentará por primera vez en la Argentina en el Hipódromo de San Isidro. Y teniendo en cuenta la cantidad de fans de Floyd que hay en el país la expectativa es grande. Su nueva gira comenzó hace dos semanas en Brighton, Inglaterra, con un show emocionante donde el músico tocó un total de 21 canciones, 12 de las cuales fueron clásicos de Pink Floyd. “5AM”, “Rattle That Lock” y “Faces Of Stone” fueron los primeros temas que sonaron en el imponente escenario. “Wish You Were Here” fue el primer recuerdo que sonó de Pink Floyd. Luego llegaron “A Boat Lies Waiting”, “Money” y “Us & Them” (canción que no presentaba en vivo desde 1994), “In Any Tongue” y “High Hopes”. “Astronomy Domine”, “Shine On You Crazy Diamond”, “Fat Old Sun”, “Sorrow” y “Run Like Hell” fueron cantadas por los fans. El gran final llegó con “Time”, “Breathe (Reprise)” y “Comfortably Numb”.