A sus 77 años, y antes de ponerse por quinta vez en la piel del legendario Indiana Jones, Harrison Ford está de vuelta en la pantalla grande con la superproducción de Disney “El llamado salvaje”, que se estrena hoy en los cines de Rosario. Basada en la novela clásica de Jack London “El llamado de la selva”, la película refleja la particular relación entre un hombre que se lanza a la aventura en la fiebre del oro de 1890 y su compañero Buck, un perro enorme y adorable que aquí fue creado con CGI (imagen generada por computadora). Ford interpreta justamente a John Thornton, el buscador de oro, el papel que ya encarnaron en el pasado estrellas como Clark Gable y Charlton Heston.
El filme dirigido por Chris Sanders (“Los Croods”, “Cómo entrenar a tu dragón” y “Lilo y Stitch”) se centra en Buck, un perro muy grande y travieso que vive lleno de lujos gracias a su dueño, un juez reconocido de una ciudad de California. Sin embargo, su vida da un giro de 180 grados cuando un jardinero lo vende a unos sujetos que se lo llevan a Alaska, en donde deberá enfrentar el desafío de adaptarse y sobrevivir.
En algún punto del viaje, Buck se encuentra con John Thornton, un hombre que ha llegado a Alaska con el propósito de aislarse de todos y vivir acompañado sólo de la culpa, la nostalgia y el abuso de alcohol que le dejó la muerte de su hijo. Pero el peludo gigante se entromete en la vida de Thornton y lo ayuda a buscar el sentido de su existencia, además de rendirle homenaje a la persona que perdió.
Harrison Ford aceptó protagonizar “El llamado salvaje” porque anhelaba hacer una película para toda la familia. “Es el tipo de película que Hollywood solía hacer y que ahora se hace rara vez”, dijo el actor. Y agregó: “Thornton es un personaje muy empático. El está buscando respuestas en su vida y, en el contexto de su relación con Buck, encuentra una nueva fortaleza y un nuevo propósito. Esa es la esencia del personaje”.
Para el protagonista de clásicos como “Blade Runner” y “Testigo en peligro” es muy natural relacionarse con los perros. Es dueño de varios perros y confiesa que los adora. “Amo su compañía, amo sentarme junto a mi perro o tenerlo en mi regazo. Siento el bienestar emocional de su presencia”, contó. Sin embargo, aclaró que en esta película “la historia es diferente, porque se trata de un perro en otra época, cuando funcionaban como sirvientes de los hombres, en lugar de acompañantes. Durante la fiebre del oro en Yukón los usaban y también abusaban de ellos bajo ciertas circunstancias”, explicó.
En ese sentido el actor agregó que “la historia contiene muchos elementos. El libro de Jack London es muy elemental, muy simple y específico sobre lo que era vivir en Yukón en aquel momento. Creo que la hemos enriquecido un poco con la introducción de las historias de otros personajes y dándole una dimensión emocional que el libro no tiene. Nosotros hicimos una película para toda la familia, que va a generar conversaciones intergeneracionales muy jugosas. Yo quiero que esta película se vea en los cines, que la vayan a ver los padres y que la disfruten con sus hijos”, se explayó.
“El llamado salvaje” es un híbrido de acción real y animación, y utiliza efectos visuales y tecnología de última generación para que los animales de la película sean personajes totalmente fotorrealistas y transmitan emociones auténticas. Los actores trabajaron junto a miembros del equipo de efectos especiales que imitaban los movimientos perrunos. Y para esto se convocó especialmente al artista del Cirque du Soleil Terry Notary, quien se puso en el papel de Buck. Según Harrison Ford, adaptarse a las nuevas tecnologías es una función más de ser actor. “El potencial para estimular la imaginación está ahí. El placer de la imaginación y pretender es la esencia de la actuación. Eso y el ejercicio emocional que proporciona”, señaló.
Confianza en los jóvenes
Como activista por el medio ambiente, el actor cree que el mensaje más poderoso de “El llamado salvaje” es que la naturaleza es la mayor fuente de oportunidades y bienestar para los humanos. “La naturaleza no necesita a las personas, las personas necesitan a la naturaleza. No estamos por encima de la naturaleza, somos parte de ella”, aseveró.
Desde su fundación, Ford ha hecho importantes donaciones en su lucha por un planeta más limpio, y también ha expresado su confianza en las nuevas generaciones. “Admiro mucho a Greta Thunberg, admiro su valentía y su fortaleza, y su capacidad para expresarse”, dijo, al tiempo que lamentó que Estados Unidos se retirara del Acuerdo de París en noviembre pasado por decisión del presidente Donald Trump. “La gente niega la sabiduría de la ciencia en favor de un punto de vista político y eso tiene que parar. Creo que la gente joven sabe que esto tiene que parar y son capaces y están dispuestos a hacer sacrificios para que esto pase. Aplaudo a los jóvenes, aplaudo la participación de Greta en el liderazgo de los jóvenes y considero que la amenaza al mundo natural es la amenaza más grande para la humanidad”, afirmó el actor.