Omar Pogonza, legendario y querido baterista de Rosario, falleció ayer a la edad de 68 años. Fue uno de los mayores protagonistas de la movida musical de la ciudad en bandas como El Ángulo desde principios de los años 70 y también tuvo una destacada participación en radio al frente de su programa “El estuche” que se emitía por la FM de Radio Dos.
Los restos del músico son velados hasta las 14.30 en Casa Bassi, Salta al 3000.
Pongonza había nacido un 7 de julio de 1952, en barrio Las Flores. Tenía dos hijos, Valeria y Lázaro. Desde años sufría serios problemas derivados de la diabetes. Anoche tuvo una descompensación que fue irreversible.
Además de su faceta como músico, Omar también dedicó gran parte de su vida a la docencia. Hace muchos años fundó una academia, en Italia al 1100, por la que pasaron muchos jóvenes que hoy integran bandas del momento.
Además de El Angulo, Omar tocó en otros grupos que tuvieron formaciones inestables como Frankenstein, Crisis, Madre Pulpo y Misterio.
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“Esto es un garrón, estoy hecho pelota”, dijo a La Capital Norberto Dubi Ramos, amigo, colega y compañero de andanzas en el incipiente movimiento rockero en Rosario de principios de los años setenta, cuando los carnavales se festejaban en los clubes de barrio.
“Lo conocí en los carnavales del Club Provincial cuando tocaba con El Ángulo, haciendo temas de Deep Purple y Led Zeppelin y cantaba Rubén Goldín. Era impresionante cómo sonaba El Angulo”, recuerda Dubi.
El baterista de Oasis también rememora el paso de Pogonza en la Asociación de Músicos y Amigos de Rosario, que organizaba en la exsala Evita, actual Plataforma Lavardén. “Omar siempre tuvo El Angulo, pero con distintas formaciones en las que pasaron muchos músicos. Tenía una formación para temas propios y otra para covers en carnaval”, dice Ramos.
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Omar también incursionó el jazz con el grupo El Umbral, con el que llegó a presentarse en otros país. Ramos recuerda a Frankenstein, la banda que integró junto al violinista Tancredo (Roby Neves).
“Algo muy lindo en lo que trabajamos juntos fue el homenaje a Oscar Moro el 11 de julio de en 2015 al cumplirse diez años de la muerte del baterista de Los Gatos. Juntamos a 22 bateros en el Galpón de la Música. Los ensayos se hicieron en su academia”, dice Dubi. El 10 de julio de 2016, volvieron a encontrarse en otro homenaje a Moro, en Buenos Aires y Rioja.
“Omar ha sido un maestro, muchos de los bateros de hoy salieron de su escuela. un tipazo, me queda el recuerdo de todos lo que hablábamos y nos cagamos de risa”, dice Ramos ya sin poder contener las lágrimas.
Bonzo Morelli, otro referente de la música rosarina, también describió al músico. “Omar como músico fue el primer baterista que vi de muy chico hacer un solo de batería al estilo de John Bonham, tocando junto a Fito Covelli. Omar armó la primera escuela de batería de la ciudad. Fue precursor en la enseñanza del instrumento y fue uno de los impulsores de la idea de armar el homenaje a Oscar Moro con todos los bateristas de la ciudad. Tenía el sueño de armar un set con cien baterías todas juntas. Fue muy versátil. Tocaba rock, blues, jazz”.
Morelli también lo recuerda como persona. “No puedo dejar de esbozar una sonrisa, porque tengo muchísimas anécdotas muy graciosas. Tenía una risa muy particular y contagiosa. Alguna vez me tocó viajar con él y de sólo recordarlo me río. Tengo su sonrisa muy grabada. Un personaje entrañable, con su estatura, un gigante. Gran persona, amigo. Tenía muy buena onda, con mucho empuje y pilas. Lo tengo presente con su gorrita de cuero. Una tristeza muy grande. Encima no lo podés despedir por estos tiempos de pandemia”.