Martín Baclini es rosarino, tiene una empresa exitosa y un poco gracias a su natural simpatía, otro poco por sus romances escandalosos, se ganó un lugar en el planeta mediático. Su relación más explosiva fue la que mantuvo con Cinthia Fernández, no solo lo elevó al Olimpo de las figuras que animan los programas de chimentos sino también lo hizo conocido a lo largo y a lo ancho del país.
Y le gusta, de eso no cabe duda. Baclini, dueño de una importante tienda polirubro ubicada en el corazón de la hipercomercial calle San Luis, disfruta cada vez que suena el teléfono y lo invitan a ser parte del circo de la prensa del corazón. Las luces del gran varieté lo estimulan y, si para ganarse cinco minutos de fama, tiene que ponerse colágeno en la frente, lo hace sin dudarlo.
La pregunta de los unos y los otros es hasta dónde es capaz de llegar para mantener el lugarcito que se ganó en la pantalla chica. Es difícil saber, pero a la luz de sus apariciones televisivas pareciera que no tiene límites. Al menos eso fue lo que deslizó anoche, con despiadada ironía, Moria Casán, cuando le tocó darle la devolución a la actuación del rosarino, en la gala del “Cantando 2020”.
Moria, todos lo saben bien, no tiene reparos en decir lo que piensa y siente, aunque duela. Así fue como ayer, con una rara combinación de humor y sarcasmo, sacó a relucir una vez más su famosa “lengua karateca”. Lo hizo cuando le tocó en suerte quedar cara a cara Baclini y sus palabras fueron letales, tanto cuando le tocó calificar la afinación del concursante cuando habló de su vida privada.
El ida y vuelta de Moria y Baclini fue bravo, sobre todo cuando el empresario se explayó sobre su situación sentimental y, como sino tuviera otro caballito de batalla, volvió a reflexionar sobre su noviazgo con Cinthia Fernández y el breve pero picante affaire que mantuvo con Agustina Agazzani.
Fue en ese punto cuando Moria le puso los puntos, con una sonrisa, como es su estilo. “Me encanta que tengas el estilo leasing, eh. Es el estilo que se usa en el mundo. Bueno, no importa, estás divino. No necesitás aclararme nada, Martín. Te banco. Y me encanta si alquilás chicas está todo bien, mi amor”, comentó filosa la vedette.
“¡Pero soy todo lo contrario!”, se defendió no sin cierta inocencia Baclini, a lo que Moria, sin inmutarse, le replicó: “Estamos en la nueva era. Está todo perfecto, mi amor”. A esa altura el aire se cortaba con el filo de un cuchillo y Baclini, más allá de su enorme sonrisa de propaganda de pasta dental, quedó de una pieza. Pero entendiendo cómo funcionan las polémicas en el “Cantando” metió el violín en bolsa e hizo un elegante mutis por el foro.