La chilena Mon Laferte logró con los ritmos del folclore latinoamericano y la canción popular una fusión personal y exitosa que la llevó consagrarse en los Grammy Latinos de 2017 y a ser reconocida en toda la región. Antes de su segunda visita a Argentina, que incluirá recitales en Rosario, Córdoba, Buenos Aires y Mendoza, la artista dijo en diálogo con Escenario que lo popular es la marca reconocible de su trabajo.
Así lo expresa en canciones como "Amárrame", un tema con fondo rítmico de cumbia en el que derrocha sensualidad y con el que ganó el año pasado el Grammy a mejor canción alternativa. El tema, con más 95 millones de reproducciones en Spotify, está incluido en su álbum "La Trenza" y será uno de los que ofrecerá en el show que dará el viernes próximo en el teatro El Círculo junto a otros de "Volumen 1", y que la posicionaron como una de las figuras más destacadas de la canción latina. Con un nuevo disco recién terminado de grabar, a punto de comenzar su segunda gira europea, con casi 3 millones de suscriptores en su canal de YouTube y Disco de Oro por "La Trenza", Mon Laferte es clara en su relación con la música: "No estoy en esto por el negocio; aunque sí vivo de esto, lo hago porque me divierto".
—Esta será la segunda vez que actuás en Argentina. ¿Cómo fue tu primer contacto con el público de este país?
—Estuve en Buenos Aires y me pareció increíble. Son muy apasionados los argentinos y yo también lo soy, así que conectamos enseguida. De hecho había una chiquita con sus papás en el show y cantó todas las canciones y el papá también. Es un público muy variado. También había una mujer con el pelo blanco, largo, lleno de canas, hermosa y también cantaba todas las canciones. Siento que hay un público muy variado, muy receptivo y muy apasionado.
—En algunas de tus canciones resuena algo de Caro Emerald, Chavela Vargas o Luz Casal. ¿Quiénes fueron tus influencias?
—Creo que es un combo de artistas que se van sumando. De hecho me parece que un poco así es el arte en general, que sigue creciendo todo el tiempo. Creo que actualmente no se si exista alguien que invente algo, como que ya está todo súper hecho. Digamos que ha sido un combo y ese combo se va alimentando. No es que me quedé con una cosa, sino que siempre estoy escuchando cosas nuevas o reescuchando otras viejas y haciéndolas nuevas. Uno va redescubriendo artistas, voy registrando cosas y ahí se quedan. En "La trenza", lo que más escuché y tenía en mi playlist fue mucho folclore sudamericano, de Perú, mucha cumbia también, y también está presente Chavela. Todo el tiempo estoy escuchando música y estoy probando de todo lo que escucho. Al final es un poco eso, que todos estamos como viendo algo y piensas en esa idea... Justo estoy leyendo un libro que se llama "Roba como un artista" (risas).
—También hay una fuerte marca popular...
—A mí me gusta hacer canciones. Yo me siento compositora más que otra cosa. Busco las palabras, y creo que a veces hago las canciones con cosas que están conectadas. "La Trenza" está conectada con el folclore, pero por ahí siempre está presente desde la infancia y la adolescencia la canción popular porque yo soy una cantautora de música popular. En mi música hablo de lo popular, lo que escucha la señora en la esquina o en su casa. Soy ese tipo de cantautora y eso siempre está presente... y por ahí me sale la canción un poquito cortavena (risas).
—Es un estilo que en pocos años te ubicó en una posición de privilegio en el mercado musical, que inclusive te acercó el Grammy Latino. ¿Qué significó ese galardón en tu carrera por el que hasta te felicitó la ex presidenta Michelle Bachelet?
—Eso fue rarísimo... Qué buena onda... Creo que es más de la industria de la música. Cuando te dan un premio de la industria, entonces ya otros artistas empiezan a saber de tí. Por ejemplo, después de eso muchos artistas como Alejandro Sanz me comentan en mis fotos de Instagram, y yo digo, wow, que buena onda... lo quiero un montón a Sanz, y también pude conocer a Juan Luis Guerra. Es como que puedes hablar y conocer personas que son como los pilares de la música popular.
—Vivís en México, pero sos chilena. ¿Qué te decidió a mudarte y qué te aportó artísticamente el cambio de país?
—Para ser honesta quería ir a México en un impulso totalmente inmaduro y una locura. Dije, me voy a ir a México y no lo pensé mucho. Y ya estando aquí me dí cuenta que había sido una locura, pero una locura pero muy bonita porque empecé a conocer un montón de gente y a divertirme un montón. Pero fue un impulso la verdad. Yo no lo pensé. Ya que llegué me enamoré de México. Cuando decidí venir a México tenía 23 años, no tenía mucho que perder, tenía la vida por delante y dije vamos, un poco con la actitud de vamos al rock and roll a ver qué pasa. Y me encantó...
—¿Qué le aportó la cultura mexicana a tu música?
—Creo que principalmente es la gente y vivir aquí, porque los mexicanos son muy apasionados. Los mexicanos son como su música, como sus colores; son gente súper buena, se entrega y es súper amable, como que no hay intermedios aquí. Estando aquí todo se afianzó y estoy segura de hacer lo que hago porque de pronto me daba vergüenza decir palabras muy sencillas, y ahora no. Siento que incluso desde lo poético hay libertad, y eso me ha dado México. Ahora en la estética musical México está ahí presente, hay instrumentos que no había utilizado y que ahora los utilizo pero hago una mezcla. Por ejemplo en "La trenza" hay una canción que se llama "Palomita" y habla de esa palomita migrante, y esa canción es una mezcla de música tradicional mexicana, como de Jalisco, mezclada con el folclore chileno. Hay una mezcla y la verdad es que está un poco como sin pensarlo mucho, pero se hace presente.
—Creciste en Chile. ¿Qué te llegó de la cultura y la música argentina?
—Un montón, y yo me crié con la música argentina. Me crié en los 90, así que claro que lo que más escuchábamos allá era el rock argentino. De hecho mi primer casete, que me aprendí de memoria y era mío, era de Mercedes Sosa, y también soy fan de Spinetta, de Fito Páez. Soy una escucha y ferviente admiradora de la música argentina.
—¿Cómo ves el impacto de tu trabajo en Chile?
—Hace poquito salió como que soy la chilena más escuchada en el mundo y en Chile, hace poco recibí el premio Pulsar que son los premios de la música en Chile. La verdad es que me pone muy contenta que también escuchen mi música en Chile, me emociona. Mi mamá que vive allá me dice "chiquita, te escuché en la radio", así que me da mucho gusto. No tengo fecha aún para Chile, pero espero ir pronto. El año pasado terminamos el año haciendo un show muy bonito en la tienda Movistar y nunca había tocado en un sitio tan grande en mi vida y en solitario. Tengo muchas ganas de volver, pero volveré con el material nuevo.
—Hiciste rock, metal, pop, melódico. ¿Cómo ves tu evolución y futuro musical?
—Lo veo con muchas posibilidades, me encanta pensar que tengo tantas opciones que si me siento con ganas de hacer otro disco, lo voy a hacer, pero siempre es una búsqueda. Grabo música porque me divierto mucho. No estoy en esto por el negocio de la música, aunque sí vivo de esto, pago la renta con esto, pero lo hago porque me divierto mucho. Siento que tengo tantas posibilidades y me encantaría estudiar, aprender un poco más, indagar otros estilos, tocar otros instrumentos. Siento que la vida en sí, lo que se me viene es una aventura completa porque pienso que me tiene bastantes sorpresas preparadas en el futuro hablando musicalmente.