El quinteto mostrará hoy en Rosario su primer disco, "Piazzolla Sens unique". Dará un show con los clásicos y temas poco conocidos del creador de "Balada para un loco", incluidos en el álbum debut
Por Rodolfo Bella
El quinteto mostrará hoy en Rosario su primer disco, "Piazzolla Sens unique". Dará un show con los clásicos y temas poco conocidos del creador de "Balada para un loco", incluidos en el álbum debut
"Resultó un contraste interesante ver mujeres haciendo una obra tan masculina y vigorosa como es la música de Piazzolla", dijo Rowina Casey sobre el grupo Mistango que formó en su Venado Tuerto natal. Cuando se radicó en Buenos Aires, la cantante replicó ese formato y convocó a Lucía Herrera (violín), la bandoneonista rosarina Julia Peralta, Marisa Hurtado, en contrabajo y Marina Votti, en piano, todas con formación clásica, pero unidas por la pasión por el tango de Astor Piazzola. De esa experiencia surgió el disco "Piazzolla Sens Unique" que presentarán hoy, a las 21, en el teatro del Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el río).
Convencida de que una de las misiones de un artista es difundir la obra de otros creadores, el álbum incluye algunos trabajos menos conocidos del creador de "Balada para un loco", como "Balada para él", "Vamos Nina", "Milonga sin palabras", además de clásicos como "Yo soy María", "Balada para mi muerte" y, también, "Balada para un loco". Sobre este último tema, aclaró: "Estuve muchos años sin cantarla porque consideraba que no era necesario si no hacía algo distinto o que estuviera a la altura de lo que la gente espera de esa canción. Habiendo tantos intérpretes que la cantan, no lo encontraba necesario y le dediqué el tiempo que naturalmente me llevó estar preparada para cantarla sin miedo y sin caer en la pendiente de una comparación".
Mistango, que viene por segunda vez a Rosario, tiene la particularidad de que sus integrantes tienen formación musical clásica, pero las cinco intérpretes fueron unidas por "la misma pasión". "Todas tenemos formación de conservatorio y de música clásica, y de hecho Lucía (Herrera) es primera violinista del Colón, pero todas hemos fusionado nuestros estudios de música clásica con el tango. Y en Piazzolla encontramos un poco esa conexión y esa universalidad", explicó.
Casey enumeró algunas de las particularidades que las sedujeron de la obra de Piazzolla. "Creo que es una obra contundente, universal. Si bien lo ponen en la categoría de tango, yo no creo que sea así. Creo que es una obra en la cual escuchás cosas de música clásica, jazz, de las canciones más populares. Es una música muy rica. Y para mí, como cantante, tiene algo muy poderoso con los textos. Toda la obra de Piazzolla y Ferrer para los cantantes es casi irresistible, por lo menos cuando tenemos esta estética que tiene que ver con el poder de la carga de la palabra y cómo se une con esa música de una manera tan potente, tan teatral. Son tangos en los cuales no se estila hablar de lo que se habla en otros tangos, y también hay una obra muy vasta y muy rica en francés y en italiano", explicó.
En ese sentido, el grupo incluyó en el disco "Años de soledad", de Maxime Le Forestier, y "Che, tango, che", de Jean Claude Carriere. "En su momento", recordó Casey, "le pude preguntar a Ferrer si nunca habían hecho una letra en español de "Años de soledad" y dijo que nunca salió naturalmente. Es un tema instrumental, pero la letra original fue escrita en francés y no fluyó fácil que venga en español. Astor escribió temas instrumentales y ponerle texto pasaba sólo si él lo aprobaba y sólo a algunos. «Años de soledad» quedó bien, pero hay otras que cuando las intentás cantar en español queda forzado porque no está escrito para el instrumento humano", indicó. Y como muestra de la diversidad que buscaron imprimir en su disco debut, mencionó además la inclusión de "Se potessi ancora", escrita en italiano, y un vocalise, una obra lírica escrita para mezzosoprano.
Esa diversidad está atravesada naturalmente por la impronta femenina de Mistango y que según Casey le aporta un nuevo matiz al género. "Para nosotras, en un principio fue pintoresco que fuéramos todas mujeres, pero además resultó un contraste interesante ver mujeres haciendo una obra tan masculina y vigorosa como es la música de Piazzolla, ver la figura femenina y un sonido tan fuerte, tan power".
Sin embargo, la cantante de Mistango -nombre que remite a la mística que rodea al género- reconoce una singularidad más amplia entre los aportes de la mujer al tango. "En cuanto a la generalidad, la verdad es que no soy muy sexista de dividir entre hombres y mujeres. Pero creo que la fuerza de la mujer es distinta a la del hombre en todo sentido. Las mujeres tenemos esa ambigüedad, o esas dos caras que tienen que ver con la fragilidad y por momentos con una fuerza insuperable que te hace afrontar cosas como la maternidad. Es otra fuerza vital que no digo que el hombre no lo tenga, porque el hombre también tiene su costado sensible y sutil".