Bletchley Park volvió a ser noticia con el estreno de "El código Enigma", la película que narra la historia de Alan Turing, el matemático inglés que lideró un equipo que descifró los mensajes en clave de los nazis interceptados por la inteligencia de los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial. Bletchley Park, una mansión victoriana que fue sede del comando del Ejército que peleó la guerra en las sombras, es hoy un museo dedicado a recordar esa historia. Qué fue de algunas de esas personas que al ingresar a ese servicio juraban mantener esas actividades en secreto de por vida, es lo que cuenta la serie "The Bletchley Circle" que se puede ver por Netflix. En sólo dos temporadas, el trabajo narra en clave de thriller la vida de cuatro de las mujeres que trabajaron allí y cómo, luego de la guerra, aplicaron sus conocimientos y su adiestramiento a resolver los crímenes de un asesino serial y de una organización de proxenetas y traficantes de personas. Además de una producción impecable, la serie tiene el mérito de volver a poner en primer plano el trabajo silencioso de las mujeres. "Hicimos nuestra parte", dice una de las protagonistas. Aunque se trata de una ficción, también retrata con verosimilitud el inquebrantable compromiso de los involucrados en esas tareas de mantener el secreto de por vida. Hace un tiempo, la BBC publicó una entrevista a una de las últimas mujeres que trabajaron en Bletchley Park. Cuando ella ingresó a ese servicio debió jurar que jamás revelaría cuál era su trabajo. A los 91 años, y después de "El código Enigma" y "The Bletchley Circle", se negó a dar detalles. "Juré no decir nada. Es mi última palabra", respondió ante la insistencia del periodista. La serie también habla de ese tipo de valores.