“Nunca me sentí sentí presionado por el Premio Nobel. A mi no me influyó José a nivel del personaje y el intelectual que ha sido”. José es nada menos que José Saramago, y quien lo dice es Luis Pastor, cantautor español y amigo del Premio Nobel de Literatura portugués. Pastor, con una extensa carrera en su país, donde compartió escenario con figuras como Pedro Guerra, Bebe, Cesaria Evora o Martirio, entre otros, se refiere con afecto al escritor fallecido en 2010 y cuenta cómo tuvo el privilegio de ser quien ponga música a los poemas del autor portugués. El resultado fue “En esta esquina del tiempo”, un disco con 14 poemas musicalizados y la intervención de uno a cargo del propio Saramago. El disco será presentado en el show que dará esta noche, a la 21.30, en el Gran Salón de Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza).
—¿Cómo se dio esta colaboración con Saramago?
—El trabajo de José Saramago es un trabajo de hace diez años. Hemos sacado aquí ese disco-libro que hice cuando él vivía, en portugués y en castellano. En diciembre saqué otro disco en Portugal con otros 14 poemas. Pero por otro lado vengo a mostrar lo que ha sido mi trabajo durante todos estos años. Desde “Las nanas del Che Guevara”, que estaba en mi segundo disco en el 76, escritas por un cura obrero de España, y toda la etapa mía de los grandes poetas españoles en el exilio; la etapa de los 80 y lo 90 donde por fin encuentro mis canciones y he hecho una obra que para mi es la más interesante, sobre todo la trilogía “El diario de abordo”, “Por el mar de mi mano” y “Soy”. Iré a contar quién soy y sobre todo a aprender.
—Y en la ciudad del Che Guevara...
—Claro, para mi va a ser bonito ese encuentro, va a ser especial, así que haremos seguro “Las nanas...” que es una muy linda canción.
—¿Qué te sedujo del trabajo de Saramago?
—La verdad es que ha sido un encuentro fortuito con su poesía porque José no escribía poesía desde hacía 45 años. Eramos amigos, yo iba a Lanzarote; hemos hecho actividades políticas juntos, como la primera manifestación que se hizo en 2003 contra lo que iba a ser la guerra de Irak. Más allá de eso un buen día él editó su poesía completa y me regaló el libro. Bromeando le digo que las voy a musicar y cuando monto en el avión para volver a Madrid comienzo a leer esos poemas y parecía que ya estaban musicados, que me estaban esperando.
—¿Cuál es tu relación con la cultura portuguesa?
—Yo llevo toda la vida, desde los 17 años, cultivando la música portuguesa. Amaba a José Afonso que era el cantante por excelencia de la Revolución de los Claveles, he cantado toda la vida sus canciones, pensé que algún día iba a grabarlas y mientras tanto me encontré con la poesía de José y creo que no ha habido nada mejor en este tipo de encuentros sin premeditación.
—¿Lo sentiste como una responsabilidad?
—El propio José no creía en su poesía. Y cuando escuchó “En esta esquina del tiempo” dijo que mi música le había hecho valorar sus poemas. Y para mi fue una gran satisfacción. Creo que lo expresa en las entrevistas por las presentaciones del disco que le hicieron en España. Y en el propio disco, escribiendo y con un poema recitado por el. Pero la verdad que nunca me he planteado eso. Yo soy un ser musical. En los años 70 estaba acostumbrado a musicar a los grandes poetas.
—¿Cómo llegaste a enfocarte en la poesía?
—Yo no sabía escribir mis canciones, era un niño trabajador, que trabajó a los 9 años, que se puso definitivamente a trabajar a los 14, que tenía pocos estudios y que encontró que los grandes poetas, tanto españoles como latinoamericanos, tenían para mi la grandeza y la importancia que podía tener José. De hecho mi primer single fue una canción con letra de Miguel Hernández, y otra, “La huelga”, de Pablo Neruda. En ese tiempo musiqué a grandes poetas, a Louis Aragón, Jacques Prevert, españoles, franceses.
—¿Quiénes serían hoy los poetas de la resistencia?
—Ahora mismo, en España, para mí hay un referente que se llama Luis García Montero, un hombre totalmente comprometido, un hombre de izquierda, y posiblemente uno de los referentes poéticos. Por un lado hay una renovación en el siglo XXI de jóvenes, como es mi hijo de 20 años que ya es cantautor y que escribe. El hace trabajos con poetas de su edad, con chavales que llenan los bares de Madrid sólo con su palabra y con su poesía. Hay un movimiento como lo hubo en el rap en los últimos veinte años. De alguna manera siento que eran los que sustituyeron en esta acción política a los cantaurores en una manera nueva de entender la lucha, la rima y el compromiso. A veces han sido ellos los sustitutos. Y también creo que en el siglo XXI hay una nueva generación de cantautores que vuelven a sentir la necesidad de entender la música, la canción y la poesía desde el lado más crítico, de la denuncia, y sobre todo no desde el lado individualista, sino desde el lado colectivo.
—La música es política. ¿Qué pensás de alternativas a los partidos tradicionales españoles como Podemos?
—Más allá que una alternativa que no se si va a cuajar porque hay una campaña contra ellos acusándolos de chavistas. Podemos avanzó hasta las elecciones municipales. Todo esa campaña de miedo de que si vienen estos va ser como Venezuela, esto se está acabando; la televisión es muy poderosa, el PP es muy poderosos. Pero yo siento que más allá de lo que se consiga, es que de nuevo la política se ha llevado al nivel de la calle. El ciudadano se dio cuneta que la política no es algo que solo hacen los profesionales de la política. Nos ha devuelto a la política como algo esperanzador.
—¿Qué aporta de la música?
—Para nosotros que hemos estado ahí todos estos años, en todas las circunstancias para bien o para mal, creo que la música es una bandera de libertad, es un referente, es la capacidad de a través de la poesía las almas se reflejan, donde el ser humano puede encontrar lo mejor suyo. Creo que la música es la abanderada de muchos de esos movimientos, que hoy día ya no es tan necesario porque creo que a través de las redes sociales cada ciudadano puede ser un altavoz, algo que antes no existía.