Un ramo de flores, una serenata y la frase "muero por ti" escrita en un póster
son lugares comunes del amor. Pero hay algo que resiste el paso del tiempo y mantiene
inexorablemente su vigencia, y se trata de los cantantes románticos. Dyango, Cacho Castaña, Sergio
Denis, Paz Martínez, Estela Raval y José Luis Perales son claros ejemplos de esos artistas que le
cantan desde hace décadas a enamorados. Sus discos se venden como pan caliente, sus shows son el
pasaporte al cartelito de entradas agotadas y mantienen viva "la llama del amor", metáfora que en
sus voces hace delirar a las multitudes.
"El amor no pasa de moda", le dijo a Escenario Dyango, en la antesala de un show
que volvió a actuar a sala llena en Rosario. Una constante que se da cada vez que llega el
cantautor español, pero que también sucede cuando vienen a actuar José Luis Perales y
Cacho Castaña. Su éxito es, a esta altura, un fenómeno que dispara infinitas
lecturas.
José Grimolizzi, uno de los empresarios locales de mayor trayectoria en el
negocio del espectáculo, destacó el cambio que se dio en el público que sigue al creador "Café la
humedad". "Cacho pasó de ser considerado un cantante grasa a ser consumido por el público
cajetilla", graficó el productor, que trajo al cantante al Metropolitano, primero, y a El Círculo,
después, ambas presentaciones con lleno total.
El vértice por donde pasa el disparador del éxito de Castaña tiene que ver,
según Grimolizzi, con un suceso político. "Cuando se cae el gobierno de Fernando De la Rúa vuelve a
pegar el tema «Septiembre del 88», en el que Cacho se refiere de un modo muy especial a la
argentinidad. Ese momento fue clave en el relanzamiento de su carrera",apuntó el empresario.
Hasta aquí de romanticismo poco y nada. Pero después, Castaña expuso todo su
juego escénico seductor, se convirtió en sex symbol tanto para treintañeras como para las
sexagenarias y consolidó su carrera reflotando éxitos de ayer, como "Para vivir un gran amor" y
"Ojalá que no puedas" y a la popularidad que le dio haber copuesto el lei motiv de la novela "Por
amor a vos", "Y apareciste tú". Así de fácil renación el amor entre Cacho y su legión de fans.
Menos tanguero y más inclinado al folclore, Paz Martínez abrazó el género
melódico y nunca más lo soltó. "La música romántica va más lejos de lo que suponemos todos. No
existe ningún estado del ser humano que supere al de estar enamorado. Son mariposas en la panza que
aparecen y te cambian la vida", reflexionó el músico.
Martínez está convendio de que la canción romántica tiene efectos curativos. " A
veces yo mismo me sorprendo cuando reviso los mensajes que me llegan a mi página web", confesó el
cantante, y añadió: "Nunca compuse una canción de amor pensando que sería un paliativo para una
enfermedad, pero una mujer me contó que tuvo tres intervenciones quirúrgicas por un problema renal
y escuchaba temas míos para salir adelante".
Sergio Denis surgió en el rol deun colimba carilindo en 1969 con el tema "Te
llamo para despedirme" y se compró el corazón de las chicas que aún esperan su llamado.
"Siempre creí que las melodías más bonitas se mantienen eternamente", contó
Denis, quien promedia 150 shows al año y sigue vendiendo discos. "Es un disparate la cantidad de
shows que estoy haciendo, nunca trabajé así, pero nunca, nunca", añadió.
A. J. Llorente, el animador del show televisivo dedicado al género, comentó:
"Sandro surgió con el rock and roll, pero se hizo famoso con las canciones románticas", recordó el
locutor. "Lo romántico siempre existirá porque todos somos o fuimos románticos alguna vez".
Las mariposas en la panza están ahí. Cada vez que cantan le entonan al corazón, miran a cupido
y, como Leonardo Favio, apuntan a la poesía, porque "quizá, simplemente, le regale una rosa". Todo
vale cuando se trata de romanticismo, y si es con lla canión de amor, mejor.