La televisión fue mutando cada vez más a ese aparato que se usa para ver las series, sea Netflix, Flow, o cualquier otra plataforma disponible. Sin embargo, todavía hay vida dentro del anacrónico objeto, tan anacrónico como algunas figuras que le hacen pito catalán al paso del tiempo.
El conductor, empresario y ahora también presidente de San Lorenzo de Almagro Marcelo Tinelli cumplió 30 años en este 2019 y volvió a ser lo más visto de la tevé de aire. Apostó al Bailando y a los Genios, pero como con los chicos no sumaba, los bajó de cuadro y creó el Súper Bailando. El jurado habitual sumó el Bar, en alusión al Video Assistant Referee (VAR) del fútbol, así que hubo más polémicas por los pasitos, lo que se tradujo en más rating y pum para arriba.
A la que no le fue tan lindo que digamos fue a Mirtha Legrand, que promedió 6 puntos (sí, seis) de rating en sus 35 emisiones en El Trece. Bajó un poco respecto a las mediciones del año pasado, pero sigue en franca caída desde lo estético y desde la impronta, si alguna vez la tuvo.
¿Qué pasó con Mirtha? Más de lo mismo. Es que la diva nunca pudo con "PH: Podemos Hablar". Andy Kutznezoff superó el dime y direte del robo de idea (¿cuántos programas hay con mesa de por medio?) y se consagró en un ciclo entretenido, con declaraciones jugosas de los entrevistados, que eligieron contar en varios programas lo que no habían revelado nunca para que la rueda del rating alimente a Andy y también a los programas satélites que, tras el chisme de los invitados, iban por más en los aburridos programejos de la tarde.
Nadie sabe si Mirtha seguirá con los dos programas en 2020, eso sí, el pacto con la gente lo tendrá que renovar. Primero se declaró macrista, después se cansó de vapulear al ex presidente y ahora no creo que se ponga la camiseta de Alberto Fernández. En fin, panqueques hay muchos, no extrañaría que la señora se sume a la lista.
El exitazo pasó por las ficciones: "Argentina, tierra de amor y venganza" (más conocida como Atav) en El Trece y "Pequeña Victoria" en Telefe, gol de media cancha para las dos. ¿Por qué les fue tan bien? Muy simple. La tira de Polka se posicionó en contar una historia de época, algo riesgoso pero que resultó efectivo porque sedujo primero con una impecable dirección de arte, hizo un paneo creíble de los años 40 (del siglo pasado, claro), pivoteó sobre la trata de blancas y después hizo foco en algo más rendidor para la ficción: las historias de amor cruzadas, la traición y, fiel al título, la venganza.
En el arco revisionista hasta hubo personajes que hicieron de Luis Sandrini y Mirtha Legrand (sí, la misma de los almuerzos y de las cenas) y para el cierre, previsto para mañana, se anticipa que habrá sorpresas y más muertos.
La joyita del programa fue la relación ambigua entre los hermanos Torcuato (Benjamín Vicuña) y Alicia Ferreyra (Mercedes Funes), que por momentos desvió el foco de atención de Gonzalo Heredia y China Suárez, ambos de flojísimas interpretaciones, como casi siempre. Atav podría continuar en 2020. Habrá que ver si tiene tanto éxito como este año, pero dicen que equipo que gana no se toca, y si no, pregúntenle a Tinelli.
"Pequeña Victoria" abordó una trama con la bandera de las temáticas de género pero también con las de la amistad. Porque los roles encarnados por Julieta Díaz, Natalie Pérez, Inés Estevez y Mariana Genesio se vincularon por el amor a esa pequeña llamada Victoria, pero también, y sobre todo, por esa empatía y esa química que las llevó a estar unidas hasta el capítulo final. Bien escrita por Erika Halvorsen y Daniel Burman, no eludieron algunos lugares comunes típicos del formato culebrón, pero redondearon una buena y disfrutable historia.
Antes de esta tira, hubo un paso en falso con "Campanas en la noche", con Calu Rivero, antes de ser Dignity, y los dos coprotagónicos Federico Amador y Esteban Lamothe. No sólo promediaron 8.5 puntos de rating de promedio en cuatro meses, sino que fueron considerados el primer gran fracaso del año. Y no era para menos. Calu, Amador y Lamothe juntos es demasiado para un prime time, se peleaban para ver quién era menos creíble, y encima la historia, mezcla policial e historia de amor fue como una mezcla de arena, cal y cemento, pero los albañiles fallaron y la pared se vino abajo.
"El marginal" estrenó su tercera temporada y se consagró entre las mejores series de la década según el New York Times, pavada de premio para la Televisión Pública. Se sumó Toto Ferro en una participación clave y hasta hubo perlitas con los futbolistas Rodrigo Mora y Rolando Schiavi. Violencia sin pausa, códigos carcelarios y ya se confirmó la cuarta temporada, aunque habrá que esperar hasta 2021.
Julio Chávez volvió a lucirse con "El Tigre Verón", aunque con algunos clichés interpretativos que emularon a su personaje de "El puntero". Parece que habrá otra temporada, ¿era necesario?
También fue el año de los formatos de serie de pocos capítulos, con resultados desparejos, pero en una apuesta al menos interesante, porque después del estreno también se podía ver la serie completa en streaming. Fueron los casos de "Tu parte del trato", con Nico Cabré, Jazmín Stuart y Eleonora Wexler; "Inconvivencia", con una dupla muy floja en lo actoral, como lo son Tomás Fonzi y Laurita Fernández; y "Atrapa a un ladrón", basada en un clásico de Hitchcock, con más aciertos que errores, y con la figura de Pablo Echarri como nave insignia.
Fue un año político sin programas políticos de peso, con Lanata que suspendió su "Periodismo Para Todos" (¿para todos?) por problemas de salud, y Alejandro Fantino quien con su "Animales sueltos" operó para el macrismo después de las Paso. "Me dicen que Cambiemos podría darlo vuelta", lanzó una medianoche por América. ¿Quién se lo dijo? Penosa imagen que embarra el periodismo político hecho con profesionalismo y buena leche, que todavía existe.
Los que arrasaron con el rating fueron los dos debates que, en rigor, con picos de 32.4 puntos, fueron los programas más vistos del año. La realidad superó la ficción otra vez, y van...
Lo que viene no llega con mucho para ver. Ya se anuncia "Separadas" en El Trece, con siete bellezas protagonistas: Celeste Cid, Marcela Kloosterboer, Mónica Antonópulos, Julieta Zylberberg, Gimena Accardi, Julieta Nair Calvo y Agustina Cherri. Arranca "Divina comida" en Telefe, donde los famosos invitan a la mesa de su casa a los televidentes. Y claro, vuelve "Casados con hijos", "Las mil y una noches" y faltarían "Los Campanelli" para que la mesa esté servida.
Pocas novedades y mucha repetición, como una rocola que siempre canta la misma canción, pero con más ruido a fritura porque la púa está cada vez más gastada. La tevé se seguirá debatiendo entre el objeto de culto, el mueble para apoyar los vasos de cerveza y el aparato anacrónico para ver las series por streaming. Mientras tanto, el soberano televidente espera que la programación de los canales de aire alguna vez lo sorprenda con algo nuevo. Una vez, al menos, en este cambio de década.