Jessie estaba pasando por uno de los días más brillantes de su vida. Hasta que un choque la puso cara a cara frente a la oscuridad. Y los fantasmas comenzaron a estar cada vez más cerca.
Jessie estaba pasando por uno de los días más brillantes de su vida. Hasta que un choque la puso cara a cara frente a la oscuridad. Y los fantasmas comenzaron a estar cada vez más cerca.
Postrada en una silla de ruedas, con su novio muerto en ese accidente, descubrirá un secreto familiar que le marcará un derrotero trágico hasta el final de sus días. Y contra ese destino deberá luchar, aunque le cueste su vida. Por allí pasa la trama de "Jessabelle", el filme de Kevin Greutert que se estrena esta semana en Rosario.
Los productores de "Actividad paranormal" regresan por más. La idea es que los espectadores no concilien el sueño después de ver la película, y van camino a eso.
El director que se destacó en la sexta y séptima entrega de "El juego del miedo", ahora llega con una historia en la que el terror y el suspenso van de la mano y lleva de las narices al espectador.
"Lo que más me encantó del rodaje fue que la mayoría de las escenas giraban sobre elementos sobrenaturales. Eso me gustó porque me permitió la oportunidad de sumergirme en mi propia imaginación", dijo Sarah Snook, la actriz protagónica de origen australiano, que el año pasado se la vio junto a Ethan Hawke en el filme "Predestinación".
La intérprete, que lidera un elenco cuyos roles principales encarnan Joelle Carter, Mark Webber y Ana de la Reguera, dijo que al ser esta la primera película americana en la que participaba la disfrutó porque "se notó el trabajo en equipo".
Y agregó: "Las películas americanas generalmente tienden a tener un mayor presupuesto, pero para «Jessabelle» teníamos un presupuesto más pequeño en comparación con una gran cantidad de películas de Estados Unidos. Creo que eso ayuda, porque todo el mundo quiere contar historias, y me gusta ese tipo de cine".
En la película, lo más terrorífico se desata cuando Jessie decide viajar a Louisiana, su ciudad natal, con el objetivo de recuperarse y quedarse con su padre, con quien tenía una relación distante y compleja.
Una vez instalada en esa casa, descubre una serie de cintas de video, en un viejo VHS, que su madre le dejó antes de morir. Su padre se enoja cuando ella mira el video. Y no es para menos, es que al ver esas imágenes permitirá que un espíritu salga de su letargo y le revele algunos asuntos familiares que estaban encerrados bajo siete llaves. Entre ellos, que Jessie tiene sus días contados.
La escena en la que su madre le envía un mensaje por un video no fue sencilla de filmar. "Fue un poco difícil. Es que no habíamos tenido mucho tiempo juntos con Joelle (ella interpreta a Kate,su mamá). Jessie nunca había conocido a su madre y comienza un vínculo de ida y vuelta con ella. Pero lo disfruté, porque pese a la dificultad, fueron las mejores escenas de la película", consideró.
Para el director, Kevin Greutert, este filme tuvo un plus en su carrera, luego del éxito de una saga tan conocida masivamente como lo fue "El juego del miedo"("Saw").
"Con «El juego del miedo» sabía que había hecho muchas cosas que a los fans del horror les iba a gustar. Son películas viscerales con mucha sangre derramada, y teníamos todo a nuestra disposición. Pero aquí las cosas eran más difíciles", indicó.
"El reto era hacerlo con muy poca violencia o al menos sólo violencia implícita. Y lo cierto es que a partir de esa idea logramos las escenas más escalofriantes y fue tan emocionante y atractivo como una película de «Saw»", dijo el realizador, a quien le llovieron elogios después de la tétrica escena en la que la Jessie comparte la bañera con una figura espectral.
Greutert, quien hizo su debut como director con la citada saga en 2009, destacó que actualmente está "mucho más atraído con la forma de hacer cine que se muestra en filmes del estilo de «Jessabelle»".
"Se trata de contar una historia que es un drama humano o una tragedia y el desafío es conectar con esos personajes y sentirse familiarizado", dijo en referencia a la génesis del filme, lo que derivó en una reflexión acerca de cómo hacer buen cine de terror .
El director destacó que "no es fácil asustar a la gente", cuando se le preguntó las formas de trabajar y editar un filme, en el marco de una entrevista concedida días previos al estreno.
"Hay un montón de herramientas para los cineastas y la edición es clave. Lo más importante es que los actores transmitan la emoción del personaje y un buen concepto de iluminación de la cámara para capturar lo que los actores están haciendo"."Y luego —remató— una vez que todo está dicho y hecho, hay que encontrar la manera de transmitir el horror del modo más sutil".
La chica que no fue Lisbeth Salander
En el mundillo hollywoodense, la bella Sarah Snook es más conocida por lo que no fue que por lo que es. Lo que pasa es que la actriz estuvo a punto de encarnar a Lisbeth Salander, el personaje que luego interpretó Rooney Mara en la versión americana de “La chica del dragón tatuado”, de David Fincher. “Lo siento que Sarah no consiguió el papel, pero yo soy el que se benefició, porque gracias a eso actuó y brilló en ‘Jessabelle’”, dijo el director Kevin Greutert.