Tras un 2016 donde las ficciones locales perdieron presencia en las pantallas de aire, el lunes a la noche Telefe y Eltrece coincidieron en lanzar dos tiras nocturnas, "Amar después de amar" y "Quiero vivir a tu lado", respectivamente, que remiten a historias de dos parejas, que prometen tener protagonismo en el inicio de la temporada y que en materia de rating marcó una ajustada victoria de la primera.
"Amar después de amar" (ADDA), culebrón con tintes de misterio e investigación policial, con su aspecto acaso más innovador en la forma en que la narración va alternando entre dos líneas temporales, anotó 12.3 y, de acuerdo a los datos de Ibope, aventajó por ocho décimas a la comedia romántica de Eltrece.
La telenovela de la señal de las pelotitas presenta la amistad entre dos parejas, la de Raquel (Isabel Macedo) y Damián (Federico Amador) y la de Carolina (Eleonora Wexler) y Santiago (Mariano Martínez), y la historia de amor prohibido entre dos de ellos.
Para hacerlo, abreva en los aspectos clásicos del género del melodrama: un amor a primera vista que es también un vínculo clandestino, la pasión incontenible y el secreto, un cuadro que se completará con un villano, un primo y socio de Damián (Gastón Ricaud).
Menos convencional es el contacto de la historia con la estructura policial, derivada de un accidente automovilístico del que Damián saldrá en coma y Carolina desaparecida. La trama de ADDA viaja de forma solvente entre un presente y un pasado tres años atrás, al introducir de manera clara los saltos temporales en la narración, a los que los espectadores argentinos del formato telenovela quizás no estén acostumbrados.
Mientras que en la pantalla del solcito multicolor "Quiero vivir a tu lado" apeló a la probada fórmula de la comedia romántica, que le valió a "Solamente vos" una permanencia en la pantalla chica.
Con un verdadero seleccionado de actores que encabezan unos desopilantes Florencia Peña y Alberto Ajaka, Paola Krum, Mike Amigorena, Gabriela Toscano, Mario Pasik, Carlos Belloso, Mauricio Dayub, entre otros, la propuesta acertó en proponer una historia con dosis exactas de humor absurdo y emoción.
El primer capítulo comenzó con una noticia nada esperable y el desequilibrio aparece desde el minuto cero. Es domingo y Verónica (Krum) está en un consultorio donde el médico le informa que padece una lesión en el cerebro, inoperable, y que le restan siete meses de vida. Esta noticia hizo que Verónica empiece a permitirse todo lo que no se dejó vivir y decide comenzar por sincerarse con Tomás (Amigorena), mejor amigo de su pareja Alfred (Ajaka) y esposo de Natalia (Peña), que vive del otro lado de la medianera. Pero el vértigo televisivo decidió despejar prontamente pero demasiado tarde el hecho que desató el conflicto y el médico le confiesa a Verónica que sus estudios se habían cruzado con los de otra paciente y que ella no estaba enferma.