José Luis Castiñeira de Dios, el creador de Anacrusa y el director de la Orquesta Juan de Dios Filiberto, vuelve a engalanar el Encuentro Nacional de Músicos Populares "Argentina en Rosario". Su presencia, precedida por la actuación de Nini Flores Grupo, es todo un gesto. Amigo de la proyección y enemigo de las fronteras artísticas, Castiñeira de Dios dijo que "ningún tipo de música popular merece un juicio aristocratizante". Hoy, a las 21, actúa en el teatro La Comedia (Mitre y Ricardone), con entrada gratuita.
La Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto (en rigor, ése es el nombre completo de la agrupación) tiene una misión muy puntual. Dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación, este conjunto orquestal está dedicado a "fomentar, jerarquizar y difundir la música argentina en todas sus manifestaciones con el objetivo de acrecentar y formar una conciencia nacional en el pueblo" y "establecer y apreciar la evolución y el progreso de la música de acervo popular". Es por esto que Castiñeira de Dios le da altura a esta cita, que va por su décima edición, y que contará con talleres y conciertos hasta el domingo 18 de agosto en distintas salas de la ciudad.
Castiñeira de Dios le escapa a los rótulos que cierran puertas en la música, pero consultado sobre qué entiende por música argentina apunta con claridad una idea al respecto: "La música argentina pertenece a una doble raíz, urbana y rural. La rural se basa en las especies folclóricas de todo el país, y las urbanas están apoyadas en el tango, pero suma otras músicas actuales afines, como el candombe, y otras fronterizas entre el pop y el tango. Todas esas expresiones tienen un lugar en la música argentina".
Y vaya si hay amplitud en la orquesta que él dirige, en donde conviven autores de la talla de Marconi, Binelli y Mederos, y en la que participan "solistas muy diversos", como el director elige identificarlos al citar los casos de Víctor Heredia, Fito Páez y Guillermo Fernández, entre otros, e inclusos solistas extranjeros, como Cecilia Todd, de Venezuela. "Es una especie de taller de distintos", graficó el compositor.
En la esencia de la orquesta Juan de Dios Filiberto e incluso de Anacrusa, Castiñeira de Dios tiene cargado un ADN inalterable: la creatividad. "Buscamos música creativa, incluso de origen anónimo, pero que alcanza determinada calidad y complejidad", indicó.
La definición de popular también merece su análisis. "El límite que divide qué es popular y qué no siempre es sutil, pero para que sea popular tiene que hacer referencias a valores estéticos de la sociedad, más allá de que a veces hay músicas de moda que van y vienen. De todos modos, ningún tipo de música popular merece un juicio aristocratizante", destacó el músico. Y agregó: "Antes la música de la guardia vieja no era muy interesante y mucha música de raíz folclórica no era tan buena, no era de calidad, aunque sí era popular".
Por último, contextualizó la transgresora propuesta de Anacrusa, de mixturar ritmos y géneros en lo que se llamó música de proyección folclórica: "Hoy es más normal hacer música de proyección, no sorprende a nadie que alguien incorpore un joropo o un vals venezolano, pero antes era mal visto. Es que la Argentina tenía un aislacionismo muy particular y autónomo, primero porque siempre estuvo en el fin del mundo y segundo por su condición artística".
Carnota, Falú y Fandermole
El encuentro sigue esta semana con interesantes shows : mañana, en La Comedia, actúan Víctor Carrión Grupo, Myriam Cubelos y Homero Chiavarino. El viernes, en Parque España, Jorge Fandermole y el Sexteto Vocal Cabernet; el sábado en Lavardén Madrigal, Aldana Moriconi y Raúl Carnota; y el domingo cierran Sandra Corizzo y Juan Falú.