El mal genio de Antonio Gasalla quedó expuesto una vez más la noche del jueves cuando reaccionó con dos periodistas, a las que insultó a a la salida del teatro de Mar del Plata donde protagoniza el espectáculo titulado con su apellido, en el que está secundado por Marcelo Polino.
El maltrato y los insultos comenzaron cuando una cronista de un programa de El Nueve -Brenda Caretto- le preguntó por qué no había asistido al Espacio Clarín, refiriéndose a la tradicional foto de inicio de la temporada en La Feliz.
Gasalla, desafiante, la espetó: "¿Periodista de dónde sos? ¿Qué me querés preguntar? ¿De qué trabajo?”. Cuando la periodista, con mucha calma, le explicó que sólo pretendía saber porqué se había ausentado de la foto general del Espacio Clarín, el cómico replicó con mucha dureza: "¿Por qué no te vas a la mierda? Esto (el micrófono) bajalo. ¿Adónde? ¿De qué me espanté hoy? ¿De qué hablás?"
Fue entonces que intervino una cronista del programa Los Ángeles de la Mañana -Maite Peñoroni- para respaldar a su colega: "Antonio, no fuiste a la foto del Espacio Clarín". Implacable, Gasalla insistió en su desconocimiento: "¿De qué hablan?". Pero luego se justificó: "¿A la foto quién? Es que yo vengo a hacer teatro, no trabajo para que me saquen foto los diarios".
Mientras el artista ingresaba a refugiarse en el auto que lo esperaba en la puerta, Peñoñori acotó: "Fuiste a la foto en el Torreón del Monje el otro día". Enajenado, Gasalla contestó: "Esa es la fiesta de inicio de la temporada. No es publicidad de un canal. Lavate el cu... con el canal".
La propia cronista comentó que Gasalla ya la había denigrado instantes antes de este episodio, cuando le pidió al capocómico realizar una entrevista exclusiva: "La peor situación ni siquiera está grabada. Me dijo que qué preguntas de miér… le iba a hacer, que no le interesaba que yo le haga una nota. Le quise explicar, pero me dijo que me calle y me empezó a decir ‘pendeja’, ‘pelotuda’ y muchos insultos más en mi cara. Me dijo ‘¿Qué hablar con respeto? Lávense el ort…, yo vengo a hacer teatro y no tengo por qué hacer notas’. Yo no lo podía creer. (...) Estaba enojado porque hubo problemas con las luces durante el espectáculo, y había 200 espectadores en una sala de 1.000 butacas".