Fito no se detiene. Viene de agotar localidades en 6 Movistar Arena y le faltan dos más, pero esta semana ya viaja para tocar en el Hard Rock Live de Orlando, el James L.Night Center de Miami y el Radio City de Nueva York, todos en la costa este estadounidense, y de allí va al Poliedro de Caracas, al Wizink Center de Madrid, al Auditori del Forum de Barcelona, vuelve a Buenos Aires para hacer dos Movistar Arena más, y de ahí a Montevideo, Santiago de Chile, los tres shows agotados en el Anfiteatro de Rosario y, por ahora, dos Plaza de la Música en Córdoba. Eso solo por este año, mientras ya está en las gateras el nuevo disco de los 30 años de “El amor después del amor” y su biopic en Netflix. “Tengo una canción en la cabeza y no puedo parar” cantaba un joven Fito en “Alguna vez voy a ser libre”, de “Giros”. Corría 1985 y nadie imaginaba que Páez llegaría a ser el referente del rock argentino y de la música popular que es desde hace largo tiempo. Bah, nadie, él sí lo imaginaba. Por algo ya lo anticipaba en esa misma canción: “Yo no tengo mapa en este mundo”.