Después de su Globo de Oro por "La dama de hierro", las apuestas se dirigen a que Meryl Streep por fin levantará su tercer Oscar, pero tiene en frente a una rival que también cotiza alto: y es que los académicos de Hollywood bien podían decantarse por Glenn Close, nominada por sexta vez, y que sorprendentemente aún no se ha llevado ninguna estatuilla. Su papel en "Albert Nobbs" bien merece premio.
Desde la malvada Cruella de Vil a mujeres de armas tomar como Axel Forrest en "Atracción fatal" o la temeraria marquesa de Merteuil en "Relaciones peligrosas", Glenn Close encarnó a personajes de muy diversa índole, pero nunca se había dejado ver como en "Albert Nobbs". Al menos en la gran pantalla, porque allá en 1982 la actriz ya se subió a los escenarios de Broadway convertida en este hombre invisible que lucha por sobrevivir en la Irlanda del siglo XIX.
Aquel personaje, y la reacción que el relato homónimo de George Moore producía en el público, hizo que la historia no dejara de rondarle la cabeza hasta que hace 15 años decidió llevarla al cine.
Potencial. "Cuando interpreté a Albert la primera vez sobre el escenario, aunque era una versión muy distinta y más sobria, pude ver cómo afectaba a la gente y aquello me impresionó", contó en una entrevista con medios internacionales en el pasado Festival de San Sebastián. Y en su empeño por retomar la historia se convirtió también en co-guionista y productora. "Estoy orgullosa de decir que ni un penique viene de Hollywood", señaló.
Frente a esa imagen de "mujer fatal" de varias de sus películas, Close cambia los corsés por vendajes que disimulen sus curvas y escondan su verdadera identidad. En el Dublín de la era victoriana, era mucho más fácil sobrevivir si se hacía pasar por hombre.
"Es un ser invisible en un trabajo en el que se supone que debe ser invisible", explicó Close. Pero intentar cumplir el sueño de abandonar su humilde vida de empleado en un hotel decadente y prosperar le costará muy caro.
"Albert Nobbs" es también la tercera colaboración de la actriz estadounidense, que en marzo cumplirá 65 años, con el "director de mujeres" Rodrigo García. Ambos ya trabajaron juntos en las historias cruzadas de "Nueve vidas" y "Cosas que diría con sólo mirarla", pero ahora el hijo del Nobel de Literatura Gabriel García Márquez la acompaña en una aventura que corona su carrera.
"Estoy feliz porque este reconocimiento puede ayudar mucho a que la película sea exitosa, pero sobre todo porque marca un momento clave en la relación profesional que Glenn Close y yo hemos tenido durante los últimos años", comentó García.
Sobriedad. Y es que Close logra transmitir todo el sufrimiento y los conflictos internos de Albert sólo con los pequeños detalles que esconden algunas de sus miradas y gestos de su rostro.
Por eso, el Oscar sería el colofón a una exitosa trayectoria que San Sebastián distinguió en el septiembre pasado con el Premio Donostia, por el que la actriz se emocionó tanto que incluso derramó alguna lágrima.
"Es el primer premio que recibo por mi carrera profesional", confesó entonces, visiblemente emocionada. Y es que los académicos de Hollywood no se acuerdan de ella desde 1989, cuando también optaba al Oscar a la mejor actriz por "Relaciones peligrosas".
"Albert Nobbs" opta además a otros dos Oscar: uno por maquillaje y otro por el papel de Janet McTeer, que interpreta a otra mujer escondida bajo la apariencia de un hombre. Si queda con las manos vacías como en los Globos de Oro o no, se sabrá el próximo 26 de febrero.
Latino
“Me encantó trabajar con Close porque es práctica, decidida y muy inteligente, además de una excelente actriz”, dijo Rodrigo García, director de la película e hijo de Gabriel García Márquez, quien reside en Los Angeles desde 1987. “Quedé con la boca abierta cuando me dijo que garantizaba la financiación”, añadió el director.