
Sábado 08 de Mayo de 2010
Tocó en Almendra con Luis Alberto Spinetta, creó Aquelarre junto a Héctor Starc y compuso “Violencia en el parque”, uno de los temas emblemáticos del rock nacional. Claro, su nombre no aparece en la grilla de los grandes festivales del género ni tiene una canción gancho para que suene en los ringtones.
Emilio Del Guercio se presenta hoy a las 21 en el teatro del Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el río). El músico y pintor recreará en vivo la cocina de su programa “Cómo hice”, de Canal 7, un archivo audiovisual de la canción popular, pero sentándose en la silla del entrevistado.
La actividad, con entrada libre y gratuita, es parte del ciclo “Contemporáneo del Mundo 2010”, curado por Gastón Bozzano y Carlos Casazza, y dedicado este año a la canción como vehículo de cultura. En esta oportunidad, el periodista Pedro Cantini dialogará con Del Guercio sobre las canciones que son hoy parte de su biografía, y después el compositor cantará clásicos y novedades junto al guitarrista Luis Dagostino. “El pueblo elige lo que entra en sintonía con su sentimiento”, dijo Del Guercio a Escenario al explicar por qué la gente se emociona con canciones de distintos géneros, algo que muestra a menudo en su ciclo televisivo.
—El programa “Cómo hice” impacta por el
formato y el contenido. ¿Cómo se te ocurrió participar de este proyecto siendo compositor?
—La idea del programa la tengo hace varios años, y después de
mucho tiempo se convirtió en un programa de televisión. Surge porque después de muchos años uno ve,
con respecto a la música de Almendra, por ejemplo, que la gente te trae historias ligadas a su
vida, y uno toma conciencia que la canción es una especie de postal evocativa para la gente.
—¿No te llega a condicionar cuando los géneros son
tan distintos al rock, que es el de tu formación?
—No, a esta altura de mi vida me tiene sin cuidado. A mí lo que
más me interesa es la calidad de la canción y qué ha pasado con la canción en la vida de la gente.
Eso lo respeto muchísimo. La gente primero le da interpretaciones diferentes y por otra parte la
canción, como digo en la apertura del programa, es usada como bien de uso espiritual, así como usás
una silla o un cubierto o una radio.
—¿El mito que la gente edifica a partir de una
canción supera lo previsible?
—En el programa lo que hacemos es hacer una especie de
relevamiento o un mapeo para entender sobre qué está constituida la emocionalidad del pueblo
argentino. Yo no inventé el listado de las canciones, está en la mente de casi todos, si nos
sentamos en una mesa de café, seguro que van a salir las mismas.
—¿Qué experiencia personal podés contar de tu paso
por Almendra y Aquelarre, grupos emblemáticos del rock nacional?
—Bueno, con el tema “Violencia en el parque”, de
Aquelarre, mucha gente piensa que la compuse pensando en los hechos de Ezeiza, cuando volvió Perón,
y no la hice en ese momento, fue un año y medio antes. Porque a veces a los artistas nos pasa que
sintonizamos situaciones, climas sociales o en la cultura de la gente y no sé por qué lo volcamos.
Yo cuando hice este tema veía una cosa de violencia en la sociedad.
—¿Cuál es el común denominador que encontraste entre
los compositores que entrevistaste, desde Horacio Guarany a Ricardo Soulé, por ejemplo?
—Es distinto, pero hay un común denominador y es que casi siempre
el autor piensa que la canción que la gente eligió como la más emblemática no es la mejor canción
que él tiene para ofrecer. Pero eso tiene que ver, por un lado, con el espíritu creativo de
superarse del artista, y por otro lado, es cuando uno se saca seis fotos y elige una y otros eligen
otras, o yo me quiero ver de una manera y otros te ven distinto.
—De todos modos, en la gente generalmente hay
coincidencias artísticas.
— El pueblo elige lo que entra en sintonía con su sentimiento,
cuando digo el pueblo me refiero a una emocionalidad colectiva, no es una cosa abstracta sino real
y concreta. Queremos también mostrar que hay muchas cosas que el imaginario colectivo nos une mucho
más de lo que parece. En el plano de lo político la gente tiene una sensación que todo es
confrontación, pero en el plano simbólico en el que vivimos como cultura hay muchísimas cosas que
nos unen, y una de ellas son las canciones, no importa por quién votaste vos y yo, escapa a todos,
nos abarca a todos.
La ciudad
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