"El humor es como un caldo donde se pueden cocer ideas tremendas"
El director teatral Daniel Veronese dijo que en "Gorda" el eje es la manipulación. La obra que se
estrenó en la Sala Picasso del Paseo la Plaza, en la ciudad de Buenos Aires, aborda el tema de la
discriminación y el miedo a enfrentarse a ser diferente. Con la actuación de los argentinos Gabriel
Goity, Jorge Suárez, María Socas y la española Mireia Gubianas.
20 de enero 2008 · 00:27hs
Con el título de “Gorda” se estrenó en la Sala Picasso del Paseo la Plaza, en la
ciudad de Buenos Aires, la obra de Neil Laboute, que aborda el tema de la discriminación y el miedo
a enfrentarse a ser diferente. La puesta en escena de Daniel Veronese cuenta con la actuación de
los argentinos Gabriel Goity, Jorge Suárez, María Socas y la española Mireia Gubianas en los roles
protagónicos.
“La obra es muy dura aunque la historia es simple”, señaló Veronese a Télam.
“Un hombre se enamora de una mujer gorda y en ella encuentra por primera vez la felicidad.
Sin embargo tiene que enfrentar la reacción que produce en sus compañeros de oficina y en otros
ámbitos similares, estructurados, conservadores”.
No obstante, el director enfatiza que el argumento de la gordura dista mucho de ser el eje
temático de la obra. “Lo interesante —aseguró— es que la pieza no se limita a lo
que anuncia el título sino que termina armando un esquema sobre las veces que decidimos sobre los
otros. Sin contemplaciones, Laboute hace hincapié sobre el manejo del otro, incluso hasta qué punto
la sociedad maneja al individuo”.
Es curiosa la relación que la obra tiene con la experiencia de vida del autor. Según él mismo
contó, es una persona obesa que se había sometido a dietas e incorporado actividad física, pero se
sentía deprimido. Un buen día entró a un local de comida chatarra, pidió 14 hamburguesas, y ese
mismo día comenzó a escribir la obra.
Desde sus comienzos como titiritero del Teatro San Martín o como fundador del Periférico de
Objetos, Veronese ha transitado como autor y director los escenarios off de Buenos Aires, pero con
la misma naturalidad y eficacia abordó el teatro comercial.
“Siento que el común denominador es que hago teatro. No intento una tremenda
experimentación en un caso, y en el otro teatro liviano. En ambos casos intento lo máximo que pueda
lograr”, confesó. Para Veronese se trata solo de hacer teatro y lo menos que pide de una obra
comercial es que le interese.
En ese sentido explicó: “En «El método Gronholm» –explicó– había un juego de
inteligencia y una crítica despiadada sobre el manejo de las relaciones laborales y en «Gorda» hay
un manejo perverso de la sociedad sobre los individuos, retrata la distancia que existe sobre lo
que uno decide y lo que la sociedad le permite elegir”.
Es común atribuir a las propuestas de Veronese la aparición de lo siniestro, que de todos modos
no impide una cuota de humor. “Creo que el humor es un caldo donde se pueden cocer las ideas
más tremendas. Si esta obra no tuviera humor sería intolerable. Yo busco el humor, porque existe
aún en las situaciones más extremas”, aseguró.
Agregó que “lo que definen como siniestro para mí es mostrar el lado oculto de la obra, el
lugar que en la primera lectura no aparece. Toda obra tiene un secreto que hay que develar, un
secreto que tal vez ni el mismo autor sabe”, explicó.