Amelia Sagarduy en 2018 publicó un EP con cuatro temas, y al año siguiente con apenas 18 años sorprendió con el clip de "Sunset Loop", una canción épica en donde se muestran sus dotes actorales, sostenidas con una voz poco frecuente y conmovedora, acompañada de tan solo un Ukelele.
Ramiro Hernández –conocido como Barfeye- es protagonista de una carrera vertiginosa y prolífica. Tenía varias publicaciones cuando en 2019, con tan solo 21 años, publicó "Ataraxia" (disco que luego fue nominado en los premios Rosario Edita en la categoría Rock Alternativo), mismo año en el que generó su banda actual, pasó de cantar en inglés al español con una propuesta mucho más arraigada al formato canción con tradición en el rock argentino.
Pensar la pandemia desde lo colectivo
Los cuatro entrevistados coinciden en que parece que pasó un siglo entre 2019 y lo que va de 2021. Y cuando se piensan previo a la pandemia, lo hacen en formato colectivo, nunca individual. “Nos pensábamos adentro de algo diferente al mainstream, algo que pasa en tu ciudad, algo pequeño, el under. Pero en comunidad y se terminó”, dice Nico, de Bubis Vayins.
Amelia agrega que durante 2019 “se veía algo muy vivo y lindo en la escena local” y Ramiro Hernández que lo que se estaba empezando a gestar, se gestó: “Lo que se sentía en 2019 logró su cometido a pesar de la pandemia. Estaba el fenómeno de Mendoza también, con bandas indies, y círculos de escena también en Córdoba. Y Rosario estaba empezando a llenarse de artistas, no porque antes no los hubiera, pero previo al 2015, 2016, no sé cuanta gente estaba sacando discos con 20 años, y lo que pasó es que en el 2018/19, la mayoría de artistas con ese rango de edad tiene algo publicado”.
Bubis Vayins: ¿A dónde voy si se termina el mundo?
-¿Ustedes sentían que durante el 2018 y 2019 estaba pasando algo diferente a lo que venía sucediendo?
Maru: Nosotros veníamos en movimiento, teníamos proyectos y propuestas que nos habían hecho que estaban buenas. Con ganas de hacer un montón de cosas y desde lo colectivo, lo que es la movida rosarina, teníamos un grupo de gente interesada en escuchar lo que teníamos para mostrar nosotros y otras bandas, y estábamos con optimismo.
Barfeye: En lo personal, lo veo como algo más urgente. De la decisión artística en general, no puedo asumir el mérito, pero puedo decirte que soy admirador de todo el impulso que hay en Rosario, en la escena de nuestra generación, y también de la necesidad de expresión básica. No solo en el nivel que se ha logrado, sino en la cantidad.
Maru: se siente, y al principio no se sabía dónde iba a terminar todo, y acá estamos un año y medio después más o menos en la misma. Es raro, porque pasó rápido, y a la vez lento. Es mucho tiempo, pero parece que fue ayer.
Amelia Sagarduy
Amelia Sagarduy en uno de los sillones de 312 Estudio
Fotos: Silvina Salinas / La Capital
De repente a esa escena incipiente la atraviesa la pandemia. ¿Fueron conscientes de lo que ocurría?
Amelia: Pasó y apareció otra cosa y dije "¿qué está pasando?". Pero en un momento tenés que se consciente de eso porque de alguna manera nos demostró que, aunque pase algo como la pandemia, que no te deja salir, no te deja mostrarte, siempre hay que buscar las herramientas para igualmente crecer, y ver como poder hacer que funcione.
¿Produjeron en pandemia?
Nico: En 2020 no teníamos el impulso con el que veníamos en 2019. Y pensamos en hacer un disco para que no nos gane la situación que atravesábamos. Teníamos tiempo en casa, aunque era medio raro porque no había inspiración, donde salir a buscar cosas. Eso que te hace vibrar cuando ves a alguien
Maru: Salieron los temas, salió natural, y sacamos un disco en dos partes que se llama ‘Las Presencias’, tiene seis temas y nos gustó mucho como quedó, porque le pudimos dedicar tiempo a la producción, muchas horas de mezcla, con un resultado con que estamos bastantes conformes, a nivel sonido, por ejemplo. Pero no pudimos salir a tocarlo, y para una banda que no es mainstream, salir a tocar los temas para dar a conocerlos en fundamental, poder viajar y tocar, quedó todo pendiente.
Amelia: Yo tenía ganas de grabar un disco, y como mi hermano es productor, aprovechamos en casa todos los días para producir en la pieza de casa, haciendo un disco, con lo que eso lleva. Y también me puse a aprender a producir, rebuscándomelas para poder seguir creando, en un momento donde no se podía hacer mucho. Y salieron dos cosas, ‘Shades of Purple’ el disco, y ‘All my dreams are nightmares’ un ep que salió en junio.
Barfeye: En pandemia publiqué los discos Como capitalizar la tristeza, Ama y diferir, los ep Música para Llorar y El último Romántico, el 8 de agosto sale Desarmar, y pronto otros dos discos largos que se llaman Lapsus y Catarsis.
Amelia: Halloween will come
¿Qué les pasa cuando escuchan decir que en Rosario no pasa nada?
Maru: A mí me indigna, y no sé si está bien lo que voy a decir, pero estoy harta del "porteñocentrismo" en todo aspecto de la vida.
Nico: Político, económico …
Maru: Y cultural ni hablar. Lo que me gustaría que pase es que dejemos todos de mirar a Buenos Aires y podamos tener otros lugares del país donde mirar y ver que hay. Para mí Rosario tiene un gran potencial con relación a eso. Hay mucha efervescencia, mucha gente haciendo cosas todo el tiempo, pero hay algo, una barrera, no sé bien que, que impide que eso llegue a otros lados.
Amelia: Es raro, a veces es medio frustrante porque veo un montón de gente con ganas de hacer. A veces es que no tenés el espacio, las herramientas, y en realidad pasan un montón de cosas. Ahora para todos los proyectos es un momento bastante complicado, porque no se puede tocar, pero tampoco hay tantos lugares. Pero creo que se re hace, y que un montón de gente se dedicó a hacer discos. Hacer se está haciendo, y hay.
Barfeye: El renegado va a ser renegado toda la vida, y donde sea. Debe haber gente en California diciendo no hay escena en California. El renegado es una condición, no un estado. Quien es renegado lo será siempre. Si dicen que no pasa nada, lo veo con ternura sinceramente. Porque si me pongo a contar la cantidad de discos que escucho de Rosario, la cantidad de libros que leo de acá, la cantidad de artistas plásticos, creo que tenemos una oferta hermosa, llena de gente preciosa.
bubis-vayins-01.jpg
Nico Landaburu y Maru Freire (Bubis Vayins), en la espera de volver a mostrar su música en vivo.
Fotos: Silvina Salinas / La Capital
Teniendo en cuenta eso, ¿cómo piensan la escena?
Nico: Pensamos, pero no sé si tengo el tiempo o las herramientas para esa otra cosa. Soy compositor y me siento a hacer temas, y la verdad que lo otro me estresa un montón, lidiar con cuestiones culturales que se tendría que estar ocupando otra gente. Siento que pasa de todo, como debe pasar en muchas partes del país, pero no hay plata en cultura. La cantidad de cierres de espacios culturales, se cayó a pedazos todo. Pero les artistas siguen estado.
Maru: Es un tema de distribución también, porque no hay una industria acá que le interese fomentar eso, porque ni siquiera es solo el estado. De una que el estado debe garantizar las condiciones mínimas para que todos podamos funcionar, y el marco de seguridad, y que se desarrolle. Pero también estaría bueno que haya una industria cultural, que Rosario sea un faro de cultura para el resto del país, y que no sea solamente Buenos Aires, creo que nos haría bien a todos. Pero no sé cómo hacerlo desde nuestra banda, más que ir a tocar a otros lados, mostrar lo que hacemos, tratar de establecer lazos. Pero no tengo la respuesta ni ahí sobre solucionar el problema.
Amelia: Personalmente, soy parte de un sello que se llama Quema Discos. Lo armamos a principios del 2020, íbamos a hacer una presentación, un montón de cosas y no se pudo. Pero sí, hablamos para ver lo que está pasando y ver cómo mover un poco todo. Yo me siento muy chica para generar algo grande y se empiece a mover, pero trato de apoyar desde donde puedo y de ser consciente sobre lo que está pasando.
Barfeye: Se está rompiendo un poco la ambición de tener un millón de personas, están bajando los pies a la tierra y comprender que quizás el tipo que tomabas como referencia es quien es por una serie de contactos, no solo por lo que hace. Entonces estamos aprendiendo a movernos en gran parte entre los otros peces, que son más grandes que nosotros. Y también pienso que a nivel generación, el riesgo cero al que estamos llegando es mortífero. Ya hay algo en lo que se pronuncia como emancipatorio, que termina siendo normativo. Entonces estamos en una época en donde hay un montón de información y la procesamos, digerimos, generamos y producimos, y eso implica también que haya sensaciones más profundas. No más sensaciones, pero las sensaciones que ya de por sí existen, son más profundas. La angustia de un pibe de 20 años hoy, no es como la angustia de un pibe de 20 años en los 70, que por ahí escuchaba ‘Stairway to heaven’ y se representaba con eso. Ahora tenés gente hablando más puntualmente de las cosas, en tu lenguaje, y te das cuenta que es tu primo o tu amigo. Está equilibrándose más la cosa, falta un montón igual, todavía hay gente que juega para el enemigo, diría Spinetta. Pero también hay gente que juega para nosotros.
barfeye-01.jpg
Barfeye en pandemia publicó los discos Como capitalizar la tristeza, Ama y diferir, los ep Música para Llorar y El último Romántico.
Fotos: Silvina Salinas / La Capital
¿Cómo piensan la postpandemia?
Maru: Me cuesta imaginar, pero creo que con efervescencia, como después de las crisis, que la gente tiene ganas de divertirse, expresarse, salir a disfrutar la vida.
Nico: Me imagino a todos besándose con todos y todas.
Amelia: Me encantaría que vuelva a lo que era antes, seguir tocando, las cosas cambiaron bastante, pero creo que las cosas van a resolverse de alguna manera, y va a haber nuevos lugares, porque las ganas están y cuando hay ganas y gente que se mueve, las cosas funcionan.
Barfeye: En el sentido escénico re bien, veo que están por salir discos de gente que conozco que son una locura, lo que se viene de los Killer Burritos, de Fasciolo, Yoru, es una locura. Esto va a terminar y vamos a estar en la plena, con todo el dolor que esto nos dio también, eso es indudable. No es que de esta salimos mejor, hay gente que va a salir mucho peor, quizás me considero uno de esos, pero siento que hay algo que se está gestando que ya no se puede parar y que tiene forma de libertad.