El actor británico Rowan Atkinson, mundialmente conocido por su personaje de Mr. Bean, vuelve al cine con "Johnny English 3", en el que da vida a un uno de los espías estrella de Reino Unido. La película, que se estrena hoy, es la tercera de la saga que comenzó hace 15 años y narra cómo después de que un ataque cibernético revela la identidad de todos los agentes secretos, English se ve a obligado a volver a la acción para encontrar al hacker.
Después del éxito de las dos primeras películas de "Johnny English" -la primera película se estrenó en 2003 y recaudó 160 millones de dólares en todo el mundo y el segundo, "Johnny English 2" ganó 160 millones en 2011- será "probablemente la última de la saga", según dijo el actor.
"Me gusta hacer de Johnny English porque es un necio con una ambición mucho mayor que sus habilidades, algo que, curiosamente, le ocurre a bastantes personas en la vida real", explicó Atkinson, actor y productor de la película, en un encuentro con medios de comunicación.
Johnny English, junto con su fiel compañero Angus Bough, interpretado por Ben Miller que ya participó en la primera película, tendrá que ponerse al frente del servicio secreto y desafiar las nuevas tecnologías con sus técnicas de la vieja escuela.
Angus tratará de frenar sus impulsos y el carácter reacio que el agente muestra ante la llegada de la tecnología al servicio secreto británico, como preguntarse por qué usar un smartphone si aún existen cabinas con teléfonos públicos.
"Soy muy exigente con mi trabajo, pero realmente creo que esta película es bastante buena, hay muchas escenas divertidas. De hecho, seguramente sea mejor que las dos anteriores, tiene más consistencia", reconoció sobre el filme el actor, tras lo cual aclaró que "es poco probable" que haya una cuarta entrega de la saga.
En este sentido, Atkinson confesó que cada vez le gusta menos el proceso de grabación: "Me preocupo muchísimo por el resultado, así que aunque me gusta el papel, no disfruto del rodaje. Siempre tengo presente la creencia de que, haga lo que haga, no será tan bueno como podría serlo", dijo el británico, quien, a pesar de su éxito como comediante, se considera un hombre "serio y perfeccionista".
"Lo siento mucho por las personas que me tienen que soportar durante un rodaje. No creo que resulte desagradable o maleducado, simplemente creo que soy aburrido", apuntó entre risas.
Como novedad, en esta nueva película dirigida por David Kerr, la parodia del agente 007 contó con la incorporación de su correspondiente "Chica Bond" interpretada por Olga Kurylenko. En 2008, Olga Kurylenko se hizo famosa a nivel mundial tras dar vida a Camille Montes en "Quantum of Solace", la segunda entrega de Daniel Craig como el agente 007.
"A veces hemos intentado tener en la película a antiguos James Bond y nos resultó imposible, aunque es cierto que en esta ocasión sí que hemos tenido la suerte de poder contar con Olga, una gran actriz", subrayó sobre Kurylenko y su personaje Ophelia.
Humor y actualidad
Atkinson también defendió el papel de películas como "Johnny English 3" en el contexto de la actualidad: "La comedia es una gran manera de lidiar con la tragedia, aunque no debemos olvidar que toda broma tiene su contexto", sentenció el reconocido actor.
El director inglés David Kerr, uno de los más prolíficos en la televisión británica, se estrena en el rol de director de cine con "Johnny English 3". Kerr elogió las singularidades del estilo de actuación de Atkinson como uno de los grandes comediantes del país.
"Muchos actores hoy en día solo actúan de cuello para arriba. El, sin embargo, tiene una extraña habilidad: puede comunicar sin ni siquiera abrir la boca", dijo Kerr.
A juicio del director, Atkinson "es el equivalente moderno a Buster Keaton o Charles Chaplin, los grandes payasos mudos". En esta nueva aventura, el ya ex espía del MI5 es recuperado para la causa con el objetivo de impedir que un sofisticado sistema informático hackee la seguridad del gobierno de Reino Unido.
El problema es que por el camino se topa con Ophelia Buletova, el personaje de Olga Kurylenko, una espía rusa que no dejará de asombrarse con lo que English está dispuesto a hacer con tal de evitar la catástrofe. "Ella oculta un secreto que Johnny, por supuesto, ignora", dijo la actriz ucraniana.
Kurylenko dijo que la diversión se lo ha pasado en grande en este rodaje, acompañada de otros grandes intérpretes como Emma Thompson que interpreta a Primera Ministra. "Incluso cuando no estaba grabando, me iba detrás del monitor para ver las escenas. Reír es sano, así que quería estar por allí, rodeada de grandes compañeros", afirmó la también modelo ucraniana.
Emma Thompson vuelve a trabajar con Atkinson luego de haberlo hecho en 1989 en la comedia "Un tipo de altura". En este caso es una mujer en un altísimo cargo que queda perpleja ante los anticuados recursos del agente secreto, los cuales finalmente, resultan extremadamente útiles.
"Tenemos este problema con el ataque cibernético, pero Johnny English no se ha incorporado a la era digital porque él pensó que estaba por encima de todo eso, que no eran más que tonterías informáticas y eso lo convierte en alguien completamente valioso", dijo la actriz.
Miller explicó en qué consiste la utilidad de contar con alguien tan desactualizado tecnológicamente en un mundo hiperconectado. "Con el fin de no ser rastreados en el mundo digital, necesitaban un espía analógico. Por eso la película desarrolla el viejo y el nuevo mundo de la tecnología y Johnny está muy cómodo atrincherado en el viejo mundo mundo", dijo el actor.
"El mundo en el que se movía Johnny ha cambiado mucho y ahora se ve atravesado por el mundo del espionaje digital. Es muy gracioso verlo en esa posición a alguien que conduce un Aston Martín de los 60, habla desde cabinas telefónicas, no tiene mail y aún recibe faxes. Explorar estas dos ideas tan opuestas resultó divertido", completó el actor.