Gastón Gularte, una suerte de pionero del cine de Misiones, estrena hoy su segunda y más ambiciosa propuesta, "Cara Sucia, con la magia de la naturaleza". "El cine federal real se hace desde las provincias", dijo Gularte respecto de su película, , que se lanza hoy a nivel nacional y está en la cartelera rosarina, que es una coproducción entre Argentina, Suiza y España, y afrontó un duro proceso de posproducción, dado que combina actores con animaciones.
La historia tiene como eje a un grupo de escolares amantes de la impresionante fauna y flora misionera que los rodea, que de la noche a la mañana descubren que está en peligro dado que una neurótica y malvada empresaria ambiciona pretende arrasar todo con sus topadoras, sólo por convertir aquel lugar en un gran negocio, algo que en el pueblo, y en especial los más chicos, no están dispuestos a aceptar.
Gularte, nacido en Rosario pero de adolescente se afincó con su familia en Misiones ya debutó en la dirección con "Detrás del sol, más cielo" en 2004 y hoy, en diálogo con Télam, se confiesa como un luchador por generar una fuerte industria audiovisual provincial. Ese es el mismo espíritu emprendedor de los personajes centrales de su propuesta para chicos y grandes, que se convierten en defensores de esa naturaleza en peligro. La película es protagonizada por dos niños, Isabella Caminos Bragatto y Matías de Jesús, y tienen participaciones especiales actores de la talla de Laura Novoa, Gustavo Garzón y Rubén "El Negro" Rada que interpreta al Mono Vivaldi.
—¿Cómo ingresó en el mundo del audiovisual?
—De joven fui militante del centro de estudiantes, ya grande impulsé la producción audiovisual, y después de pasar por la Escuela de San Antonio de los Baños, en Cuba, dirigí el primer largometraje misionero "Detrás del sol, más cielo", en coproducción con Paraguay, y comencé a darle fuerza a todo aquello que pueda convertir nuestra producción en industria. Este año se produjeron cuatro películas.
—¿Cómo es producir en Misiones?
—Estamos tratando de fortalecer que todas las provincias tengan su ley propia para que se hagan producciones audiovisuales. Por eso creamos la Federación Audiovisual Argentina, porque estamos convencidos que el cine realmente federal se construye desde las provincias.
—¿Cómo se hace para combinar actores de carne y hueso con dibujos animados?
—Esta pregunta tiene dos respuestas. Es complejo y fue parte de un aprendizaje enorme. Encima los actores son niños, y animales. Tuvimos que prever todos los fondos y las tomas para que luego se incorporen las animaciones. En principio yo pensaba que sabía algo sobre animación, pero no: recién ahora entiendo un poco.
—¿Cuándo nació la idea?
—En 2009 y la película se rodó en 2011. Tuvimos un primer corte y de ahí en más todo fue un complejo proceso de buscar productores. Nunca estuvo en nuestro proyecto la idea de competir con Hollywood, sino hacer un producto de la mejor calidad posible, narrativa y técnica. Queríamos asumir esos dos desafíos. El fundamento de toda la película es defender la vida ante la idea de que no se puede dominar todo a través del dinero. Increíblemente el paso del tiempo le da más actualidad.
—¿Cómo fue el casting de los niños?
—Se hizo con unos 700 niños de toda la provincia y quedaron 60, que recibieron 3 meses de entrenamiento de dicción y actuación frente a cámara. De allí quedaron los cuatro protagonistas. En relación con los chicos: si uno les da aire, los niños vuelan. Hacer una película infantil en la Argentina no es sencillo pero sí es posible.
—¿Proyectos?
—Tengo en carpeta dos: "Encuentro 5", una precuela o secuela de "Cara Sucia" con niños de los cinco continentes y otra que es de época, sobre un héroe provincial llamado Andresito.