El 15 de enero del 2009, el mundo fue testigo de un suceso que se recuerda como "El milagro en el Hudson". Fue cuando el capitán "Sully" Sullenberger planeó su avión deshabilitado sobre las aguas heladas del río Hudson, en Nueva York, salvando 155 vidas, la totalidad de los pasajeros que iban a bordo. Sin embargo, junto a la proeza del capitán, se despliega una investigación que amenaza con destruir su reputación y su carrera. Esta es la historia de "Sully: hazaña en el Hudson", la película de Clint Eastwood, con los protagónicos de Tom Hanks, Aaron Eckhart y Laura Linney. El filme, que se verá desde hoy en Rosario, se estrena en una semana muy especial, ya que siguen latentes las repercusiones por la tragedia aérea sufrida por el equipo brasileño de Chapecoense (ver aparte).
"Cualquier persona que mantiene su tranquilidad cuando las cosas están saliendo mal, que puede lidiar con problemas sin entrar en pánico, es alguien de una personalidad superior e interesante para ver en una película. Pero para mí, el conflicto real llegó después, con la junta de investigación cuestionando sus decisiones aunque él haya salvado tantas vidas", dijo Eastwood.
"Nadie jamás ha sido entrenado para un incidente así", cuenta Hanks, quien actúa como el personaje principal, el capitán Chesley "Sully" Sullenberger. La película también explora la realidad de las consecuencias de este episodio. El avión llevaba 150 pasajeros y 5 miembros de la tripulación, pero aún así ninguna vida fue perdida, ni en el aire, ni en el agua. Pero como "Sully: hazaña en el Hudson" revela, en los días siguientes a lo que rápidamente fue reconocido como "El milagro en el Hudson", el piloto con un récord de eficiencia, años de experiencia, y una gran tranquilidad al enfrentarse posibles catástrofes, sería llamado repetidamente a tener que defender sus acciones frente al National Transportation Safety Board (NTSB).
"No soy un aviador, pero sé que no se supone que puedas ser capaz de lograr semejante aterrizaje", destacó el protagonista, quien viene de lograr una lograda labor en "Puente de espías", de Steven Spielberg. "Este fue un hombre muy pragmático que entendió la realidad de lo que hizo y lo que esto significaba. Quizá él nunca diría que es un héroe, pero ¿tener la confianza en que podría llegar a lograr ese aterrizaje? Esa fue la parte heroica de lo que hizo. Y pagó un gran precio por ello", agregó.
A su turno, Tim Moore, el productor y jefe de producción de Eastwood, destacó que "lo que es remarcable de la historia es que Clint recuerda exactamente cómo fue ese aterrizaje. Pero ese no fue el factor detrás de su elección de esta película, creo que las similitudes le trajeron muchos recuerdos; es ciertamente interesante ver como este proyecto lo encontró a él".
A más de seis años de vivir aquella dramática experiencia, el mismo capitán Sullenberger, recuerda que había un "contexto emocional" muy especial en esa época. Y enumera: "Fue después del ataque del 11 de septiembre, teníamos soldados en el medio oriente, estaba la crisis financiera del 2008. Que esto haya ocurrido en Manhattan y que hayamos sobrevivido, bueno, creo que le dio esperanza a la gente, aún a aquellos que no estaban directamente conectados con el vuelo".