La emoción se apoderó del festival de cine de Mar del Plata. Y llegó desde dos lugares diametralmente opuestos. Por un lado, Disney Pixar estrenó aquí "Coco", para muchos la animación más conmovedora de la historia de la compañía, y por el otro se presentó "Primas", un documental de Laura Bari que aborda el caso de dos primas que fueron víctimas de abuso y violación. El punto en común es que en ambos filmes hay una luz de superación y esperanza.
Laura Bari es una realizadora argentina residente en Montreal, cuyo perfil artístico es hacer cine para "fusionar las artes, la cultura, la educación y la salud mental". "Primas" llega para cerrar una trilogía documental que arrancó con "Antoine", que es el retrato de la vida imaginaria de un niño ciego y continuó con "Ariel", que es la historia de un hombre que reconstruye su identidad a partir de un accidente.
"Esto es una obra de arte pero sobre todo es un acto de amor", dijo Bari en la previa de la exhibición. Exultante por el estreno, la directora presentó a las dos protagonistas, una es Aldana (su sobrina) y la otra es Rocío. "Quiero que se contagien de estas niñas y que sepamos cómo se pueden vivir los extremos", destacó Bari. En medio de la sorpresa de todos, pidió luz de sala e invitó al público que hagan la figura de un corazón con sus manos, a fin de sacar una foto con su celular y llevarla de recuerdo.
El registro documental permitió incorporar la crudeza y el realismo de las historias de inmediato. Pero más allá del tono íntimo y distendido, la sala se puso tensa cuando las dos primas contaron sus experiencias.
Rocío, de 15 años, sufrió a los 9 el ataque de una persona que la secuestró, la violó y como si fuera poco la prendió fuego en un descampado. Ella pudo sobrevivir, las marcas de las quemaduras subsisten en su cuerpo, aunque son más graves las llagas que quedaron en su alma.
Aldana sufrió acoso de parte de su padre, quien la obligaba a hacer cosas "que yo nunca sabía si estaban bien o mal porque era muy chiquita", dice.
"Filmo a personas que sobreviven y lo trabajo a través del arte", dijo la directora junto a las protagonistas en la charla abierta al público tras la película. Y nada más cercano a lo que reflejó en "Primas". Porque las chicas exponían su dolor, pero también su alegría de este presente, en el que Rocío se dedica a las artes plásticas,y Aldana es actriz.
A la salida del cine, quienes ya habían visto "Coco" coincidían que con "Primas" habían llorado tanto como en la producción de Disney Pixar. Y algo de eso hubo. Es que la película de animación que sigue en la línea emotiva de "Up" y "Toy Story", aquí causó conmoción a partir de ese enfoque costumbrista de las tradiciones mexicanas mixturado con el retrato de un niño que anhela desesperadamente ser músico, pero su familia se lo impide debido a que su tatarabuelo fue una estrella de la canción pero abandonó a todo por su pasión artística.
"Coco" plantea un desafío a nivel imagen y sonido, que no resigna humor y atrapa desde una trama sensible. Es la historia de Miguel, un niño de 12 años, residente en el pueblo de Santa Cecilia, quien descubre que el popular cantante Ernesto de la Cruz, ya fallecido, es nada menos que familiar suyo. En el Día de los Muertos, una festividad muy importante en México, Miguel viajará al más allá para recibir la bendición de De la Cruz, que sigue con la ola expansiva de su éxito. Pero Miguel se contactará con sus ancestros y descubrirá la verdad de su historia familiar y así conocerá el porqué de la tristeza de su abuela Coco.
El vínculo con su perro Dante y con el músico Héctor, cuya voz está a cargo de Gael García Bernal, será clave en esta historia, donde la música lleva de las narices al espectador hacia un final en el que conviven esqueletos con el reino de los vivos y de los muertos, pero tiene todo como para salir del cine con una sonrisa en medio de las lágrimas inevitables.
"Primas" y "Coco", en síntesis, son dos producciones que a priori son absolutamente disímiles y para públicos casi antagónicos, pero en definitiva ambas logran emocionar y conmover al espectador.