El universo adolescente y su espíritu de descubrimiento son el eje de "Mi mejor amigo", la ópera prima del guionista y director argentino Martín Deus que hoy llega a los cines de Rosario. La película protagonizada por Angelo Mutti Spinetta, Lautaro Rodríguez, Moro Anghileri y Guillermo Pfening ganó el gran premio Ecran Junior en el último Festival de Cannes. La particularidad de esta consagración es que el jurado que reconoció el filme estuvo integrado por adolescentes franceses de entre 13 y 15 años.
"Mi mejor amigo" es un retrato íntimo de las vivencias y complicaciones de crecer y hacerse adulto. Narra la insólita amistad entre Caíto (Rodríguez), un enigmático rufián adolescente con prontuario incluido, y Lorenzo (Mutti Spinetta), un quinceañero con un excesivo sentido de la responsabilidad y un temor apabullante a quedarse solo. Ambientada en una pequeña ciudad de la Patagonia, la historia comienza cuando la vida familiar en casa de Lorenzo se ve revolucionada tras aceptar hacerse cargo por un tiempo de Caíto, el hijo de un amigo que está enfrentando algunos problemas en su casa. A raíz de esta convivencia forzada, Lorenzo se verá obligado a cuidar del nuevo huésped, a la vez que, involucrándose en sus locuras, terminará adentrándose en el complejo y a veces desconcertante camino del autodescubrimiento.
Después de dirigir cortometrajes como "Besos sin futuro", "La escala Benzer", "Amor crudo" o "El prisionero" —con los que participó en más de cincuenta festivales de cine internacionales—, Martín Deus da el salto a la gran pantalla de la mano de este proyecto. "La adolescencia es una etapa de la vida que me obsesiona. Siento que es el momento en el que la arcilla de la que estamos hechos todavía está fresca, maleable. Las relaciones humanas todavía no tienen nombre o no los conocemos", expresó el director en una entrevista con Télam. "Esta es una película tremendamente honesta, de esas que te dan pudor mostrarle a la gente que te conoce. Es una relación de amistad, pero también de obnubilación, un flechazo de conexión profunda", aseguró.
Sobre la motivación de la historia, el director comentó: "Es una mezcla de vivencias personales y de fantasías, en iguales cantidades. Quería poner en imágenes algunas sensaciones que aún recuerdo muy vívidamente de mi adolescencia, pero a la vez no quería quedarme con los hechos y ya. Ansiaba hacer justicia, reinventarme hacia atrás, rectificarme, cambiar el destino de ese adolescente nerd, anacrónico, melancólico, serio y solitario que fui. Para eso, inventé un amigo que viniera a salvarme de mi destino, alguien que me sacudiera, me despeinara y me rompiera los esquemas. El resultado fue reparador, un verdadero exorcismo de los demonios más antiguos", confesó.
Deus acotó que también influyó en el disparador de su guión un hecho autobiográfico puntual. "Tengo un amigo que está muy comprometido con la tarea social, entonces crió muchos chicos que, en algunos casos, tenían problemas en sus casas", relató. "Tuve la oportunidad de conocer a sus hijos adoptivos y fue revelador. Yo no podía creer que esos chicos con los que entablaba amistad y jugaba al fútbol pudieran tener antecedentes tan fuertes, de robo o de adicciones. Descubrí que a muchas personas que la sociedad juzga, que se piensa que no tienen solución y que lo único que se merecen es un castigo, sobre todo si son jóvenes, en realidad lo que necesitan es alguien que les de un poco de bola. Esa experiencia me llevó a reflexionar", reconoció.
La dinámica entre los protagonistas es muy curiosa y se guarda una vuelta de tuerca. "Desde el primer momento el espectador se anticipa y sabe que buena parte de la historia va a tratar de cómo el chico bueno endereza al chico malo", explicó el realizador. "Lo que empieza a generar cierto asombro es ver cómo este chico conflictivo también tiene algo para enseñar, algo que incluso puede destapar un proceso de autodescubrimiento en el protagonista. Por eso era muy importante que la trama moral no se instalara nunca en un solo lado", puntualizó.
"Definir es limitar"
El director prefirió no etiquetar la relación entre estos dos jóvenes. "Definir es limitar, dice Oscar Wilde en una de sus obras", citó. "Creo que la película es una gran defensa de este enunciado. Entre ellos hay algo que es ambiguo y contradictorio. Ellos lo viven plenamente, aunque no lo puedan poner en palabras, ni nosotros tampoco", expresó.
Según Deus, el mensaje de su ópera prima es potente. "Tengo la esperanza de que esta película remueva cosas que todos tenemos. Porque todos, independientemente de la elección sexual, hemos pasado por ese trance de hacernos grandes y de descubrir el lugar que el mundo tiene para nosotros. La película también muestra que, a veces, al contrario de lo que se suele pensar, las malas juntas hacen bien, te hacen vivir experiencias enriquecedoras. Que si tu problema es que sos demasiado estricto con vos mismo, dejarte influir por alguien más impulsivo, aunque sea un terrible, puede significar un gran crecimiento personal", concluyó.