"¿Cuál es la fórmula perfecta? La que tengo hoy: un señor inglés en la vida y un macho argentino en la cama".
La paraguaya ya advirtió que "lo clásico" no le va para nada, por lo que la imaginación deberá jugar un papel importante.
Si bien Dallys se muestra como una de las mujeres más hot de la televisión, confesó que su cuerpo es sagrado y jamás lo entregaría a cambio de trabajo ni dinero.
Eso la llevó a tener varios cruces con su compañera de Desayuno americano Rocío Marengo: "Ella admite ser puta y tiene toda la libertad de hacerlo, pero se equivoca en una cosa: cree que todas son como ella porque eligieron el camino más fácil. Como el ladrón, que sospecha que todos son de su condición".
Y concluyó: "Marengo no resiste a un análisis".