Alos 10 años hizo un papelito en "Locos en Alabama", la película que protagonizó su madre, Melanie Griffith, y que dirigió su padrastro, Antonio Banderas. Y 7 años más tarde fue elegida como Miss Globo de Oro, simplemente porque era la hija de Melanie y Don Johnson, y la nieta de Tippi Hedren, quien se ganó ese premio por "Los pájaros". Pero si en algo se ha esforzado esta chica, que hoy ya tiene 28, es en ganarse un lugar en Hollywood por derecho propio.
Por eso, cuando le llegó la gran oportunidad de su carrera con Anastasia Steele, el personaje creado por E.L. James en sus novelas eróticas, no la desperdició. Y hoy, ante la llegada de "Cincuenta sombras liberadas", la tercera parte de la trilogía, Dakota Johnson puede decir que lo ha logrado. Este año la veremos junto a Chloe Grace Moretz en la remake de "Suspiria" que ha dirigido Luca Guadagnino y también es la protagonista de "The Peanut Butter Falcon", una película de aventuras en la que comparte cartel con Shia LaBeouf y Jon Bernthal. Además, a lo largo del año rodará nuevas películas junto a Chris Hemsworth, Russell Crowe y Matthias Schoenaerts.
En el último capítulo de la franquicia que ya ha amasado casi 1000 millones de dólares en la taquilla mundial, que se estrena el jueves, Anastasia Steele (Dakota Johnson) y Christian Grey (Jamie Dornan) consagran su apasionado amor subiendo juntos al altar. Aunque aparentemente todo es felicidad para ellos, no faltan los problemas que amenazan la relación, desde los celos, los fantasmas del pasado y todo tipo de situaciones impredecibles que obligarán a la audiencia a mantenerse aferrados a sus butacas hasta el último minuto.
—¿Cómo ha sido interpretar a este personaje a lo largo de las tres películas de la saga?
—Maravilloso. Inicialmente uno de las mayores atractivos de este proyecto era precisamente la posibilidad de interpretar a Anastasia en el plano emocional, intelectual y sexual en las tres películas, porque eso me iba a permitir mostrar su transformación. Fue un verdadero desafío para mí el contar con esta enorme cantidad de tiempo para compartir con el personaje y poder mostrarlo en una forma honesta y que permita a los espectadores identificarse con ella. En el primer filme ella es una mujer joven que es bastante inocente, a la que no le preocupa su vida amorosa ni su aspecto físico, ni tampoco es una meta suya avanzar socialmente. Lo que le importa es su educación y definir lo que quiere para su carrera, pero conoce a Christian y las cosas se complican. A lo largo del proceso yo creo que se transforma en una mujer feroz que descubre que tal vez sus preferencias sexuales son más similares a las de él que lo que en un principio imaginó.
—¿Creés que interpretar a Anastasia te transformó como persona?
—Sin dudas. Cuando comencé a hacer estas películas tenía 23 años y nunca había hecho una escena de sexo. Pensándolo bien, eso no es cierto. Había hecho una, pero fue en una comedia por lo que fue muy diferente. Pero nunca había filmado desnuda. El proyecto en sí me dio mucho miedo pero era una historia que quería contar. Anastasia era un personaje que yo quería interpretar, pero la repercusión que tuvo la primera película me obligó a tratar de encontrar un equilibrio entre mi imagen pública y mi vida privada. El éxito puede ser muy invasivo. Lo cierto es que he aprendido a separar las cosas. Me recuerdo todo el tiempo que puedo hacer muchas otras cosas y espero que cuando termine con esta franquicia la gente recuerde que Anastasia es un personaje que no tiene que ver conmigo ni con mi vida. He aprendido a encontrar un equilibrio. Yo ahora sé que los trabajos te llegan cuando estás listo para ellos. La vida no imita al arte fuera de la pantalla.
—¿Qué fue lo que descubriste sobre vos interpretándola?
—Que proteger mi privacidad es probablemente el trabajo más importante que voy a tener en mi vida...
—¿Cuál fue la escena más sexy que te ha tocado hacer en las 3 películas?
—Es una pregunta difícil de responder porque nunca sentí que hacer estas películas fuera sexy. El ambiente en el que trabajás haciendo una película no es muy sexy que digamos. Pero habiendo visto la trilogía y tratando de ser objetiva, creo que la escena más sexy está en este nuevo filme, en donde curiosamente Anastasia se está vistiendo. Se está poniendo la ropa y creo que es uno de sus mejores momentos.
—¿Cómo describirías a Jamie en la vida real?
—Es un hombre asombroso. Es muy talentoso, inteligente y divertido. Es un gran amigo y disfruté mucho de tenerlo cerca. Tener que trabajar tan intensamente con alguien durante 4 años no es fácil, pero con él todo resultó muy simple.
—¿Y de qué manera ha evolucionado tu relación personal con él?
—Hemos tenido la suerte de poder rodar la segunda y la tercera parte en un mismo lapso, por lo que nos pasamos 6 meses juntos, lo cual fue muy bueno teniendo en cuenta el grado de intimidad que comparten nuestros personajes. En estos filmes, aún las escenas que no son explícitas sexualmente son íntimas en lo emocional. Nos llevamos muy bien y el hecho de que pudiéramos compartir nuestros fines de semana cuando no estábamos rodando ayudó a fortalecer la relación.
—¿Los fines de semana?
—Sí, estábamos en Vancouver y los chicos de Jamie estaban allí. Poder compartir los fines de semana con los chicos fue como un soplo de aire fresco. En el mundo del cine no es usual compartir tiempo con tus compañeros de reparto y sus familias. Es la mejor manera de fortalecer una amistad.
—¿Hay algo en lo que te parezcas a Anastasia?
—Sí. A ella le gusta desaparecer mientras lee sus novelas. Se escapa del mundo real de esa manera. Y yo hago lo mismo con los libros y también con las películas.
—¿De qué forma el movimiento #MeToo ha afectado la promoción de este filme?
—No tengo idea porque yo no decido cómo promocionan el filme, pero no siento que este personaje ni esta película entorpezcan la evolución de la forma en que las mujeres son tratadas en la industria del espectáculo. Más bien creo que puede estimular a las mujeres para que digan lo que piensan, para que se sientan seguras de sus relaciones y en sus trabajos, y lograr así que sean tratadas de forma igualitaria. Anastasia tiene que superar todas esas cosas en estas películas, y yo espero que las mujeres en Hollywood y en cualquier industria que genere arte usen su ejemplo para lograr el cambio que todas queremos. Yo creo que los artistas somos los que estamos generando este cambio en la sociedad. Y yo estoy dispuesta a hacer lo que sea para apoyar este movimiento.
—¿Dirías que hay un sentimiento de hermandad entre las actrices en este momento en Hollywood?
—Ciertamente hay un sentimiento de solidaridad que no había visto nunca antes, pero tampoco con esto quiero decir que previamente todo haya sido competencia. He hecho grandes amistades con mujeres a las que he admirado toda mi vida y con las que tengo muchas cosas en común. Pero debo admitir que estar en los Globos de Oro a principios de enero fue algo especial. Es uno de los momentos de mi vida que nunca olvidaré.
—¿Te parece positivo que ahora las actrices hayan empezado a compartir cuánto es lo que ganan?
—Por supuesto. Todo esto ha dado inicio a una conversación. Ciertamente a las actrices no nos cuesta hablar entre nosotras con honestidad, porque el tema no pasa por a quién es a la que le va mejor. Nos respetamos las unas a las otras por el trabajo que hacemos. Pero es cierto, las mujeres estamos hablando y no es algo que vaya a detenerse de un día para otro.
—¿Conversaste sobre el tema del acoso con tu madre o con tu abuela?
—He hablado mucho sobre el tema con mi abuela porque ella tuvo que lidiar con Hitchcock, y eso fue algo muy terrible que tuvo que vivir. Su experiencia en la década del 60 se vincula fuertemente con lo que estamos discutiendo en este momento en Hollywood. Es algo que viene ocurriendo desde hace muchos años. En cualquier caso, es un tema del que se ha hablado en mi casa, pero nunca fue algo fácil de tratar. A mí me duele pensar en lo que tuvo que vivir mi abuela. Por eso, si puedo hacer algo para que las cosas sean más fáciles para las próximas generaciones, lo voy a intentar.
—¿De dónde viene la relación tan libre que tenés con tu cuerpo?
—Yo creo que es algo que heredé de mi madre. Me enseñó de chica que las mujeres son hermosas y que uno debe sentirse cómodo con su propio cuerpo, porque no tiene nada de malo.
—¿Cómo reaccionó ella cuando te dieron el papel de Anastasia?
—No pudo decir nada, porque yo estaba decidida a hacerlo. Lo mismo ocurrió con mi padre, que es un poco más sobreprotector. En realidad, no me juzgan por los papeles que hago sino por la clase de persona que soy frente a los demás.