Lunes 09 de Abril de 2018
"Lo hacemos porque los chicos no se van a ir nunca de la cama. Ya está", dijo la Chipi. Y Dady agregó: "Es como la muerte de nuestros padres, que sabés que un día va a pasar, pero que en realidad pensás que no va a pasar. Esto lo estamos pateando para adelante, pero no tenemos pensado el momento en que los chicos se vayan".
"A veces nos ponemos el despertador en horario en que los chicos están durmiendo para estar juntos", contó Mariela. Y Brieva acotó: "Y nos enojamos cuando el otro se duerme. Nos ponemos el teléfono en vibrador a eso de las tres de la mañana. Entonces, o vamos abajo, o vamos a la habitación del fondo".
"Es que si no, no lo hacés más. Es como ir al gimnasio, es un ejercicio, que si dejás de hacerlo, no lo hacés más. Es una manera de conectarse. Al matrimonio hay que ponerle onda y ganas", tiró Brieva. "A veces dejamos preparada la habitación del fondo", completó ella.
Más tarde, la Chipi disparó una confesión tremenda: "Los chicos nos han agarrado algo y lo usan como micrófono. Entonces, les dije que eso no se agarraba, que eso era de papá".