Su vida es una montaña rusa y, en este momento, en permanente ascenso. Es que desde sus comienzos, en la tira juvenil más popular de los 90, "Montaña rusa", pasando por la pantalla grande en "Nueve reinas" o "Iluminados por el fuego" hasta su propia producción "Todos contra Juan", Gastón Pauls supo cautivar al público con su impronta. Y para coronar el éxito de esa última serie, que produjo y protagonizó, tuvo como actor invitado a Steve Carrell en su episodio final. Pero como él mismo asegura "mañana es mejor" y lo que en algún momento puede parecer un fracaso, como estar un tiempo sin actuar, para Pauls es un éxito: "En los últimos años no di notas ni estuve en la televisión, pero me sentía el hombre más exitoso del mundo porque compartía 24 horas con mis hijos", aseguró.
Lo cierto es que el presente le sonríe al actor ya que tiene siete películas filmadas por estrenar. Acaba de salir a la luz "La guarida del lobo", un thriller que protagoniza junto a José Luis Gioia y el jueves que viene llega a los cines con "Palau", una historia muy particular ya que interpreta al líder evangelista más popular del mundo, Luis Palau.
El filme que protagoniza cuenta la historia real de un hombre que nació en un pueblo de Argentina y se convirtió en uno de los líderes de fe de mayor influencia en el mundo. "Es un personaje que existe y está vivo, así que tenía que ser muy respetuoso, no podía improvisar. No podía improvisar La Biblia", destacó el actor que comparte el reparto con el argentino Michel Noher y figuras internacionales como Scott Reeves ("Nashville") y Daniel Roebuck ("Lost").
Mientras espera un vuelo a Nueva York, donde irá para presentar el filme, Pauls dialogó con Escenario sobre este personaje que lo acercó a su costado más espiritual que se despertó durante épocas duras de su vida. "Cuando ya no ves en medio de la oscuridad, levantás la mirada y decís "Dios, sacame de acá", recordó Pauls sobre su momento más crítico.
—¿De qué se trata este biopic que se sumerge en el universo evangelista?
—Cuando me llamaron en 2017 todavía era un proyecto que no estaba del todo definido. Palau es uno de los pastores evangélicos latinos más importantes. La propuesta me conmovió, me pareció sumamente interesante. No conocía mucho sobre la vida de Palau, así que me puse a leer. Incluso nos reunimos varias veces para charlar. No conocía nada sobre la religión evangelista. A medida que fue avanzando el rodaje me fui metiendo más en el mundo cristiano y evangélico.
—¿Cómo se dio tu conexión con este proyecto?
—En el 2003, estaba haciendo un programa que se llamaba "Ser urbano" y me fui a cubrir un festival Palau que dio en Buenos Aires al que fueron 250 mil personas. Ese fue mi primer acercamiento con el mundo cristiano. Fui a hablar con la gente que iba a verlo y me conmovió mucho. Había un inmenso amor y una absoluta fe y convicción. Cinco años después, me llamó Palau para decirme que había visto el programa que había hecho y que le había gustado mucho porque le había parecido muy respetuoso. Y me dijo: "Ojalá Dios nos cruce nuevamente". Nueve años después nos cruzó. Me llamaron desde la Asociación Palau para contarme que estaban preparando una película y que estaban pensando en mí para interpretarlo. Es un proyecto muy grande que se va a ver en todo el mundo, por millones de personas. Agradezco a Dios y a la gente que decidió que estaba capacitado para interpretar a Palau.
—¿Qué desafíos supuso este personaje ya que se trata de una película en honor a una persona viva?
—Este personaje fue complicado porque cuando uno hace ficción, son personajes escritos. Pero en este caso, es un personaje que existe y está vivo. Así que tenía que ser muy respetuoso, no podía improvisar. Tenía que respetar su manera de hablar, de ser. No podía improvisar la Biblia, tenía que decirlo como era. Cuando uno hace una película siempre está expuesto a críticas del director, del guionista, del público y de la crítica. Pero en este caso, la crítica más complicada era la de Palau y de sus más cercanos. Hubo una proyección para toda la gente de Portland, que es donde vive Palau, con él presente, sus amigos y fue muy emocionante.
—¿Te volviste más espiritual con este proyecto?
—Sí. Creo que cuando ya no ves en medio de la oscuridad levantás la mirada y decís "Dios, sacame de acá". Mucha gente que conozco, cuando no encuentra la salida termina pidiendo ayuda a algo divino. En mi caso fue así y gracias a eso estoy vivo. No era creyente. Sólo creía en mí. Pero cuando vi que eso no me estaba ayudando en ciertos aspectos de mi vida, necesité creer que había algo más. Y ahora que vengo de filmar en Misiones y que vi la belleza de las cataratas pienso que es obra de algo superior, de un amor inmenso.
—Una vez dijiste que en este mundo tan exitista, el fracaso puede ser una gran bendición. ¿En qué te ayudó el fracaso en tu vida?
—Estamos educados en una sociedad que todo el tiempo está premiando cuando lo hacés bien y te castigan cuando te va mal. Lo veo con mis hijos. A los hechos me remito: en mi caso, para empezar a caminar, tuve mil golpes antes de levantarme.
—Se cumplieron 25 años de "Montaña rusa" y 19 de "Nueve reinas" ¿sos de los que piensan que todo tiempo pasado fue mejor?
—No, una de mis frases de cabecera es de Spinetta: "Aunque me fuercen yo nunca voy a decir que todo tiempo por pasado fue mejor, mañana es mejor". Hace poco me mandaron un archivo con 800 fotos de "Montaña rusa" y me divierte publicarlas, pero para mí, lo que está pasando, como estar esperando un vuelo a Nueva York para presentar una peli, y lo que puede venir a partir de eso, es lo que más me fascina. A veces, las nuevas posibilidades son quedarme un año sin trabajar. En los últimos años no di notas ni fui a la televisión, pero me sentía el hombre más exitoso del mundo porque compartía 24 horas con mis hijos.
—¿Tenés ganas de volver a la televisión?
—Me ofrecieron hacer una serie de Pol-Ka y Netflix pero no puedo porque tengo viajes pautados por "Palau" por Estados Unidos, España y Corea. También me llamaron de Telefe pero no tengo nada de tiempo. Además, quiero hacer una película mía. Tengo además cinco películas por estrenarse, dos filmadas en Chile, dos en Cuba y otra en Misiones. Pero viste como es el laburo del actor; hoy tenés siete películas y el año que viene, tenés media película. Por eso hay que tener el ego súper ubicado.