El documentalista Miguel Rodríguez Arias estrena "Amia. El juicio por el encubrimiento", un documental que aborda lo ocurrido en la causa y sus efectos colaterales a lo largo de los 25 años desde que se produjo el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina el lunes 18 de julio de 1994. Rodríguez Arias, realizador de reconocidos trabajos para cine y televisión, como "Las patas de la mentira", "Protección al mayor", "El Nüremberg argentino" o "Francisco de Buenos Aires", entre otros, en esta ocasión recurrió al archivo del juicio oral Causa Amia I para indagar en el proceder de la Justicia y reflejar "el verdadero encubrimiento, el que se realizó desde que se produjo el atentado, en 1994, hasta que se desarrolló el primer Juicio Oral, entre 2001 y 2004". El trabajo de 80 minutos se podrá ver hoy, a las 20, por Televisión Pública.
—¿Qué te impulsó a hacer este documental?
—Empecé a investigar en 2001, cuando comenzó el juicio oral AMIA I. Iba a las audiencias, tuve entrevistas con los jueces, mientras tanto estaba trabajando en "El Nüremberg argentino", el primer documental sobre el Juicio a las Juntas militares (1976-1983), que se estrenó en los cines en 2004. Con ese primer documental sobre un juicio, percibí la importancia de los archivos de los juicios para relatar historias significativas, desde la mirada jurídica, con datos duros y donde las opiniones brillan por su ausencia.
—¿Cómo fue tu acercamiento a este tema tan sensible para la sociedad y la historia argentina?
—Los documentalistas somos incansables buscadores de historias. Como documentalista político me provoca desconcierto e indignación la perversidad. Estamos hablando del mayor atentado a una institución judía desde la Segunda Guerra Mundial. La perversidad de los autores intelectuales y de los materiales, la conexión local, los cómplices, los encubridores.
—¿Cómo es la estructura del documental?
— "El encubrimiento en el atentado a la AMIA", el título del documental, comenzó antes del atentado, perpetrado el 18 de julio de 1994, continúo en la etapa "de investigación", a cargo del ex juez (Juan José) Galeano, de los fiscales Eamon Muller y José Barbaccia, y continúo hasta bien avanzado el juicio oral, TOF3, que comenzó en 2001 hasta 2004. En ese juicio se anularon las actuaciones de Galeano y se ordenó investigar por supuesto encubrimiento al ex presidente Menem, al ex Secretario de Inteligencia, Hugo Anzorreguy, a Galeano, Mullen, Barbaccia y a Rubén Beraja, ex titular de la DAIA, entre otros.
—¿Cuál fue la mayor dificultad a la hora de encarar la investigación?
—Ninguna, me apasiona mi trabajo. Pienso que realizador es aquel que logra superar todos los escollos que hay entre él y sus obras.
—¿Y en el momento de hacer el guión en un trabajo que concentra 25 años de historia en 80 minutos?
—Fui publicista durante 20 años y en ese trabajo aprendí a condensar historias de vida en 30 ó 40 segundos. Pienso que la publicidad es la alta competencia de la comunicación.
—¿Quiénes dan su testimonio y cuál fue el criterio para convocarlos?
—Diana Malamud (dirigente de Memoria Activa, organización civil que lucha por el esclarecimiento de la causa Amia), Adriana Reisfeld (presidenta de Memoria Activa), Mario Averbuj (dirigente de los familiares de las víctimas), Luis Czyzewski (padre de una de las víctimas) y Joe Goldman, que escribió en 1994, junto a Jorge Lanata "Cortinas de humo", una investigación independiente sobre los atentados a la Embajada de Israel y la Amia.
—¿Cuántas horas de registros audiovisuales tuviste que analizar?
—Le solicité a los jueces 300 horas de testimonios específicos, tengo las desgrabaciones... la experiencia enseña a encontrar lo que uno busca sin visualizar todas las horas. Pero investigar en los archivos es apasionante.
—¿A qué conclusión personal llegás sobre este hecho?
—Vemos horas de televisión, se imprimen miles de litros de tinta, se postean cantidades importantes de terabytes donde se critica fuertemente a la justicia por acción u omisión. Pero no vemos habitualmente que se utilice como ejemplo la mayor causa judicial de la historia de la Argentina, como es la Causa Amia para criticar a la justicia. Sin embargo, en las etapas de "investigación" se han perpetrado las más graves y alevosas maniobras de encubrimiento de nuestra historia judicial. Por eso invitaría amablemente a los periodistas que aún no lo han hecho, a visualizar la Causa Amia I y la Causa Amia II, cuyo juicio oral comenzó en 2015, ayer nomás, y que tiene sentencia de primera instancia del 3 de mayo de 2019, apelada por la mayoría de las querellas. Una causa viva donde se revela el verdadero encubrimiento.
—¿Cómo se ubica este documental en con contexto de tu obra?
—Por la investigación, por el tratamiento del documental, y por el contexto, para mí tendrá la misma significación que "Las patas de la mentira", de 1990 en televisión con el enriquecedor relato de Lalo Mir.