Un viaje a una localidad de la Costa Atlántica es sinónimo de una situación distendida, mar y sol, disfrute y un stop a los horarios y la rutina. Pero cuando esas vacaciones incluyen amor, amistad y un proyecto de familia fuera de lo convencional empiezan a jugar los matices. Paulo Pécora dirigió un trabajo de creación colectiva y redondeó una película sensible, con una producción muy austera y un naturalismo atrapante. “Lo que tenemos” pivotea sobre la historia de dos mujeres, Fran y Male; y Uri, un joven que reside en Berlín, que llegan a La Lucila del Mar para pasarla bien. De a poco -y ahí está uno de los mayores méritos de este filme independiente- se van desentrañando las pistas. Habrá un encuentro sexual de Uri con una de ellas, después se revelará que estas amigas no son sólo amigas y sin llegar a ningún subrayado las situaciones cotidianas fluyen y van contando el nudo de la cuestión, que es preferible no spoilear para que el espectador tenga su propio proceso de descubrimiento. Pécora, que además de realizador es periodista de Espectáculos y hasta compone un pequeño papel en el filme, apuntó a privilegiar la historia desde la simpleza de los diálogos. Siempre se respiran situaciones creíbles, tanto en los enojos, como en las sonrisas y las conversaciones triviales. Cualquiera puede verse reflejado en esas charlas de vacaciones en un lugar soñado como La Lucila del Mar. En síntesis: una película tan cercana, que da ganas de sumarse a ese viaje.