De a ratos es incontrolable. Lo habian derivado de la clínica neuropsiquiátrica en la que estaba
internado para buscar "otro tipo de contención", porque ya no había forma de calmarlo entre cuatro
paredes, pero los días de Charly García en la quinta de Ramón "Palito" Ortega en Ezeiza también son
duros y desesperados.
"Tiene ratos de extrema lucidez, pero hay otros de locura en los que estalla y no hay forma
de controlarlo", cuenta un allegado sobre el trance actual en la lucha por recuperar la salud de
Charly García.
En la quinta el grupo que apuntala al rockero, desde el viernes, está integrado por Nito
Mestre, el propio "Palito" Ortega, una terapeuta y el ex manager del rockero, Fernando Seresevsky.
"Cuando se enloquece es imposible de controlar, pide a los gritos alcohol, cocaína y
marihuana", señala la fuente, señalando que "hay otros momentos en que muestra una lucidez
increíble, como cuando se mete en el estudio de Palito a tocar y deja a todos asombrados por lo que
hace". La inteligencia de Charly hace que "sea muy manipulador" y, según nuestro informante, eso
hace justamente que sea muy difícil controlarlo.
Como se sabe, la permanencia de Charly en la quinta de Ezeiza responde a una orden judicial,
que ordenó que continúe con su tratamiento neuropsiquiátrico en forma ambulatoria. En su nuevo
lugar de alojamiento, García debe atender una serie de limitaciones, entre ellas la de recibir
únicamente visitas autorizadas previamente por la Justicia.
Toda esta cadena de internaciones se inició cuando Charly provocó graves destrozos en un
hotel de Mendoza. Luego fue trasladado al Hospital Argerich, donde estuvo cuatro días internado en
la habitación presidencial, autorizado por Cristina Fernández de Kirchner. Allí, los médicos
consideraron que no podía tomar decisiones por su propia cuenta, por lo que la Justicia decidió
internarlo en la clínica neuropsiquiátrica que abandonó hace algunos días, para ser derivado a la
quinta de Ortega en Ezeiza.