Catherine Deneuve interpreta a una estrella del cine francés en "The Truth". Incluso eligió su segundo nombre, Fabienne, para su personaje que dice cosas como "preferí ser una mala amiga, una mala madre y una gran actriz". La diva del cine galo protagoniza el filme del director japonés Hirokazu Kore-eda que se estrenó en el pasado festival de Venecia y que ahora llega on demand por la señal AMC.
Pero no hay que tratar de encontrar algunas verdades esenciales, o chismes, sobre Deneuve con diálogos como ese, ni en los ojos que pone Fabienne cuando le mencionan a Brigitte Bardot. Deneuve, de 76 años, dice que las similitudes con su personaje se acaban en el nombre. "Para mí ella es una desconocida", dijo Deneuve, con un cigarrillo en la mano, tras el estreno de "The Truth" en el Festival de Cine de Venecia. "Está realmente muy lejos de mí".
Deneuve ha tenido una gran relación con sus hijos y sus compañeros de reparto no podrían mencionar alguna rivalidad con sus colegas del pasado. Pero eso no hace que "The Truth" sea una parodia menos divertida de una arrogante y exuberante estrella que quizá no recuerde las cosas igual que su hija adulta Lumir.
El filme es el retrato tragicómico de una actriz en su último acto que se divide entre una película, la publicación de sus memorias y la visita de su hija, interpretada por Juliette Binoche, y llega gracias al director de "Somos una familia", Hirokazu Kore-eda, en su primera película fuera de su natal Japón.
El rodaje fue un asunto verdaderamente internacional, con un guión principalmente hablado en francés e inglés, un director que no hablaba ninguno de los dos idiomas, y actores que no hablaban japonés. Ethan Hawke, quien interpreta al esposo actor de Lumir, tampoco habla francés. Sobra decir que la filmación en París fue un poco abrumadora para todos, considerando que el filme es un estudio de personaje con muchos diálogos sobre la naturaleza de la verdad y la memoria así como una relación delicada entre madre e hija, con momentos de comedia y drama.
Pero Hawke encontró la manera de confortar a su director. "Dijo: «para hacer una buena película no es importante compartir el mismo idioma. Es importante compartir la misma visión»", recordó Kore-eda a través de un traductor. "Creo que ese es precisamente el caso".
Todos los actores se ajustaron a su propia ritmo. Deneuve dijo que después de haber terminado una toma, miraba a su director antes que nada. "Es importante, podés ver pequeñas señales", dijo. "Después de eso hablamos, pero siempre trato de leer algo en su rostro primero".
Deneuve se deleitó con el papel y con la oportunidad de trabajar con Binoche. Por algún motivo las dos nunca habían hecho una película juntas. "Fue muy divertido de actuar porque todo era tan exagerado", aseguró. "Mi personaje me recordaba a las actrices de Hollywood de los años 50 o 60 porque tenía a toda esa gente alrededor. Sabés, yo no tengo un agente de prensa, no tengo un estilista, no tengo mánager", señaló.
Kore-eda, de 57 años, se considera fan de Deneuve y solía hacerle preguntas sobre sus películas con leyendas de la Nouvelle Vague como François Truffaut y Jacques Demy. "Que mi película esté en la filmografía de ella, que es tan prestigiosa como la historia del mismo cine francés, es para mí una fuente de orgullo y ansiedad", dijo.
En el set el director descubrió que Deneuve es un espíritu libre con poca vanidad y siempre un cigarrillo en la mano. "Es una persona que también es como una niña, pero extremadamente encantadora", dijo. "No es alguien que aprenda todos sus diálogos antes, ella toma la esencia. Llega al set y ajusta la actuación junto con los otros actores que se están moviendo. Pensé que para esta película eso sería adecuado para la situación".
Esto no implica que Deneuve no tome su trabajo seriamente. Lo hace. De hecho a la mitad de la película se acercó a Kore-eda y le preguntó si podría ver algo editado, especialmente las escenas en las que no actuaba ella. Quería capturar "la totalidad de la película", recordó el director. "Le di un DVD con un tercio de la película y ella estaba muy contenta", dijo Kore-eda. "Dijo «gracias a esto puedo entender tu humor, tu ritmo»".
Deneuve ama trabajar y a pesar de su estatus reverenciado suele dar oportunidad a cineastas desconocidos si el guión es atractivo. Incluso consideró hacer televisión en Estados Unidos, pero las pocas que le ofrecieron, dijo, "no son muy interesantes".
Retirarse no es algo en lo que piense, el cine todavía la emociona mucho. "Supongo que el cine me retirará antes de que yo me retire", dijo. "Vos te retirás de las películas cuando no te ofrecen más papeles", ironizó.
Kore-eda hizo una pequeña enmienda a la afirmación de Deneuve sobre que Fabienne no se parece a ella para nada. Antes de filmar le preguntó a la estrella si había alguna joven actriz en Francia que hubiese "recibido su ADN". "Ella dijo «no, no hay ninguna»", recordó. Kore-eda estaba tan impresionado por su respuesta y su convicción, que decidió que Fabienne dijera lo mismo. La verdad, a veces, es relativa.