Pink Floyd había quedado en el lado oscuro de la luna luego de la salida de Roger Waters en 1985, escándalo judicial de por medio por el nombre del mítico grupo británico de rock progresivo. Pero Dave Gilmour decidió continuar, grabar "El delicado sonido del trueno" y salir de gira. En 1989 Venecia fue el espectacular escenario de un video que hizo historia. Allí una tan bella como desgarradora interpretación de "El gran baile en el cielo" puso a la cantante norteamericana Durga McBroom en primer plano. Su maravillosa voz ha quedado en la historia del rock y los rosarinos tendrán ocasión de apreciarla en dos shows, los que ofrecerá junto al grupo The End, que cumple 20 años versionando a Pink Floyd, hoy y mañana a las 21.30 en el teatro El Círculo. La artista californiana tuvo contacto con Escenario a través de internet.
-¿Cuándo supo que le gustaba la música y el canto?
-En mi casa se respiraba música desde muy temprana edad. Mi padre era guitarrista en una banda de jazz, no muy conocida. Esa fue una gran influencia para mí y mi hermana.
-¿En su adolescencia era consumidora de rock?, y si lo era, ¿qué significo trabajar con un grupo de la fama de Pink Floyd?
-Escuchaba rock clásico desde muy temprana edad, como a Led Zeppelin, Rolling Stones y Pink Floyd. Recuerdo estar en el colegio y estar pasándole un mensaje a un compañero y que esté sonando la canción "Breathe" de "El lado oscuro de la luna" de fondo. Soy fanática de Joni Mitchell y he tenido la oportunidad de trabajar con mucha gente que admiro. Es una gran bendición que me ha dado este trabajo.
-El suyo ha sido un aporte fundamental a la identidad de música de Pink Floyd, ¿se lleva como una carga la repetición de ese trabajo?
-Mi experiencia con Pink Floyd fue uno de los momentos más importantes de mi vida. Tanto en lo humano como en lo artístico. Fue la oportunidad de trabajar con una banda tan importante y aprender de personas como David Gilmour, que lo considero como un padre. Pink Floyd no fue sólo una experiencia musical; va mucho más allá de eso. Cada show era una experiencia unica. Además, tuve la bendición de poder formar mi banda, llamada Blue Pearl, en donde también participaron Dave y Rick Wright. Por eso todo lo que tenga que ver con Pink Floyd no lo llevo como una carga sino como algo maravilloso de lo cual formé parte. También me permitió conocer lugares a través de las giras y vivir experiencias como la de Venecia en ese recordado concierto. Es quizás uno de los puntos más altos que recuerdo junto a Pink Floyd.
-¿Cómo se contactó con el grupo The End?
-En realidad la gente de The End se contactó conmigo, y me preguntaron si quería cantar con ellos. Y les dije que sí, fue bastante simple. La primera vez fue en 2009, luego repetimos la experiencia en abril del 2010 junto al bajista Guy Pratt y Jon Carin (ambos también participantes de las perfomances, en vivo y en estudios, de Pink Floyd y de la banda solista de Gilmour).
-¿Qué le pareció la versión que The End expresa de Pink Floyd?
-The End es una banda maravillosa y todos ellos transmiten el espíritu de la música de Pink Floyd con una pasión y una exactitud notables. Realizaremos, además de en Rosario y Buenos Aires, shows en Brasil, Chile y otras ciudades de Argentina. Para mí fue la oportunidad de poder conocer Sudamérica, ya que Pink Floyd no hizo giras por este continente.
-¿Qué conoce de Rosario y qué expectativas tiene de su actuación en la ciudad?
-Es la tercera vez que vengo a Argentina, tengo ganas de comprarme una casa aquí. Pero no conozco Rosario, tengo muchas ganas de conocer la ciudad y espero que la agenda me permita recorrerla. Ya me han dicho que es una hermosa ciudad.
-Además de estos shows, ¿qué proyectos tiene para su carrera artística, musical o actoral?
-Estoy trabajando en un nuevo disco solista. Además, espero poder mostrar alguna de mis canciones en el show.
Dedicada a las artes
Durga McBroom es actriz y cantante. Lectora empedernida, estudió teatro y actuó en el filme “Flashdance” (1983), y en otras películas y series de TV. Luego se dedicó a la música. Participó en las giras y en los discos “Un momentáneo lapso de razón”, “El delicado sonido del trueno”, “The Division Bell” y “Pulse” de Pink Floyd. También en el tour de David Gilmour en 2001.