Bruno Salvat, protagonizado por el actor Albert Baró, logró lo que tanto planificó: desenmascarar a su mayor enemigo, Torcuato Ferreyra, el maléfico que encarna Benjamín Vicuña en la novela "Argentina, tierra de amor y venganza".
Bruno Salvat, protagonizado por el actor Albert Baró, logró lo que tanto planificó: desenmascarar a su mayor enemigo, Torcuato Ferreyra, el maléfico que encarna Benjamín Vicuña en la novela "Argentina, tierra de amor y venganza".
La esperada escena ocurre cuando el empresario asiste al Jockey Club para sus ceremonia de bienvenida como socio del círculo más selecto de la sociedad, pero queda impactado cuando ve que su padrino de iniciación es un fantasma del pasado.
En el escenario, dispuesto a exponer a Ferreyra frente a todos, el catalán cuenta cómo su mejor amigo se convirtió en su rival. "Él con su hermana crecieron en la pobreza. Yo tenía una vida distinta, una vida feliz, una familia amorosa, próspera. Le dije que cuando terminara la guerra se iban a terminar sus penurias. Le prometí que él y su hermana iban a trabajar en el astillero de mi padre. Hicimos una pacto de caballeros. Si él no regresaba de la guerra, yo me encargaría de su hermana, Alicia, y si yo no regresaba de la guerra, él se ocuparía de mi querida hermana, Julia", narró Bruno, ante las caras de sorpresa de los miembros del Jockey.
"Nuestro batallón fue masacrado. Solo sobrevivimos nosotros dos. Cuando logramos estar a salvo, Torcuato salió de la trinchera, de donde habíamos caído. Yo estaba más herido que él, necesitaba su ayuda para salir. Cuando levanté la vista para ser rescatado vi a Torcuato con un arma, apuntándome. Me dijo que la oferta que le había dicho de ir a trabajar al astillero de mi padre y la casa que le había ofrecido eran poca cosa para él, que no era el lacayo de nadie ¡y me disparó! A su amigo, a su hermano. Un tiro en el estómago....", detalló el Catalán. Ante semejante acusación y bochorno, Ferreyra optó por retirarse del recinto.
En tanto en su mansión, Lucía -Delfina Chaves- decide abandonar a Ferreyra y escaparse con Bruno. La joven comienza a hacer las valijas para huir con su verdadero amor, pero su marido vuelve antes de lo esperado.
El empresario le cuenta a su mujer lo que ocurrió en el Jockey, aunque distorsiona los hechos para tratar de persuadirla. Ferreyra le dice que Bruno fue quien lo traicionó y le disparó durante la guerra. Ahora, Lucía no sabe si puede confiar o no en Bruno.