Arbolito, una de las expresiones de la escena nacional que mejor mixtura el rock con la música popular de raíz, lanzó su séptimo trabajo, "Acá estamos", que hoy presentará en Pugliese (Correntes 1530). En 15 años de recorrido, la agrupación que a esta altura funciona como una "gran familia", volvió a tomar la posta al desvincularse del sello internacional con el que había registrado sus dos últimas placas ("Despertándonos" y "Cuando salga el sol"), una decisión que, según indicó el cantante y guitarrista Ezequiel Jusid , "nos dio mucha fuerza".
"Volvimos a tomar la manija de todo, aunque nuestra movida nunca dejó de ser autogestiva _ya que la compañía únicamente se ocupaba de grabar nuestros discos_ el hecho de tener que decidir los tiempos y las formas de cómo grabar nos dio mucha fuerza, se ve que veníamos contenidos", sostuvo.
Con las voces más al frente que en otros trabajos y una estética más sobria en relación a los arreglos _esta vez no sumó invitados ni sobregrabaciones_, "Acá estamos" muestra una cara más recrudecida de Arbolito, en 11 composiciones propias en las que conviven el folclore, el reggae y el rock y entre las que se destacan "Volver", "Este abrazo" y el tema que da nombre al CD.
"Solo grabamos lo que tocamos en el momento, al haber menos instrumentos aparece la esencia de cada uno más clara y lo principal es defender la canción", ahondó el músico, quien le atribuyó gran parte de ese concepto al experimentado Tito Fargo, quien aquí ofició como productor.
Más aplomada pero manteniendo el espíritu inquieto que la caracteriza desde sus inicios, allá por 1997, se escucha a la banda que completan Agustín Ronconi en violín y coros, Andrés Fariña en bajo y coros, Diego Fariza en batería y Pedro Borgobello en guitarra eléctrica.
—¿Cómo fue la experiencia de volver al camino de la independencia que ya habían transitado en su primera década de existencia?
—Nos encontramos más que nada con dificultades desde lo económico: es mucha guita la que implica bancar un disco. Después de haber grabado en estudios importantes, quisimos redoblar la apuesta y armamos un equipo de gente con Tito Fargo, Walter Chacón (técnico) y Mavi Díaz en la producción de las voces.
—¿Cómo definirías el concepto del disco?
—El concepto es el de elegir las canciones que estén bien, el de buscar que estén todos los instrumentos que tocamos y que haya temas de los tres que componemos.
—¿Dónde está puesto el eje en cuanto a la temática de las letras?
—Es un disco temáticamente amplio. Cada disco refleja un poco la época que estamos viviendo. Cada uno hace canciones a medida que vamos girando, que vamos compartiendo experiencia con gente, tenemos la particularidad de estar muy contactados con organizaciones sociales, siempre que viajamos, y estamos absorbiendo mucho y eso lo volcamos a las canciones.