Adrián Freije es SteinEin, el personaje que lidera la nueva banda porteña que
editó el álbum homónimo. A los 40 años, el artista se despoja de prejuicios y lanza un álbum con
temas en inglés y en castellano, apoyado en una base rockera, pero con amplios horizontes
estilísticos. Atrás queda su paso por la Zimbabwe, Los Violadores y Stukas en Vuelo. También quedan
para el currículum sus experiencias musicales en Miami y en Barcelona. Hoy, de vuelta en Buenos
Aires, el músico muestra su nuevo álbum y dice: "Estamos inventando todo el tiempo porque la cosa
está muy dura".
—Es tan vertiginosa la aparición y desaparición de artistas que, cuando surge alguno
desconocido la pregunta suele ser ¿de dónde salió este tipo?
—Y sí. Pasa más cuando mostramos algo nuevo. A esta edad, los que hace
tanto que tocamos y que ya hicimos un montón de cosas, tratamos de hacer algo nuevo y aparecemos
con esto.
— ¿Qué quedó del pasado punk?
—¡Que quedó...! (risa). Yo sigo siendo punk, no de los pelos parados
porque me quedan pocos, pero sí en la actitud de buscar cosas nuevas. Reivindico a los punk, no por
anormales, sino por la forma de hacer las cosas. Es la propuesta de un estilo de vida de cómo hacer
las cosas: no importa lo que hagas sino cómo lo hagas. Me crié con eso desde que empecé a los 15 o
16 años con la primera música punk. Después estuve en Los Violadores, con los Stukas en Vuelo, la
KGB... Hay un montón de recorridos que vienen desde la Zimbabwe.
—¿El grupo tuvo la idea de hacer un video de un tema del CD con dos rollos de papel
higiénico como protagonistas?
—(Risa) Me encantó la idea de Javier Vázquez, a quien le gustó el tema
"Believe" ("Creer"). Hay que creer que podemos ser dos en el mundo y se pueden experimentar
sentimientos. Y que una cosa como el papel higiénico pueda ser sensible es una idea novedosa. El
video se filmó en Nueva York y en el Tigre, de donde somos nosotros. El director hizo "Amando
Maradona"; es un director que salió del ambiente de la publicidad y es parte del grupo. Está tan
raro el mercado que no sabemos cómo sacar un disco. En realidad estamos inventando todo el tiempo
porque la cosa está muy dura.
—¿Qué porcentaje de temas en inglés hay en el disco?
—Fueron compuestos cuando estaba en Miami, por eso sólo hay dos temas en
español. Pasar temas del inglés al castellano es tan malo como del castellano al inglés. Me
asustaba un poco presentar un disco en inglés en la Argentina, pero los temas están hechos así.
—El álbum incluye un tema de The Clash, banda que no se sumó al desencanto punk sobre
el futuro. ¿Fue esa posición lo que le atrajo del grupo, o fue estrictamente un gusto
musical?
—Las dos cosas, porque esa propuesta ideológica se reflejó en la música,
que fue muy fusionada. Lo punk es una actitud de cómo hacés las cosas y eso es lo que me gustó:
propuesta musical e ideología.
—Hace poco murió Alejandro Sokol (ex Sumo y Las Pelotas) y trajo a la memoria a Luca
Prodan y el proyecto de Sumo. ¿Qué relación tuvo con ellos?
—Fui fanático de Sumo y compartí algunas cosas con Luca. Los seguía a
todos lados. Cuando armamos la KGB Luca subió a cantar con nosotros dos semanas antes de morir. En
el estado que estaba no podía hablar demasiado, pero era un personaje visceral. Decía "no sé lo que
quiero pero lo quiero ya" y era realmente así.