Roger Moore, el actor que más veces interpretó el personaje de James Bond, murió ayer en Suiza a los 89 años. Es el primer adiós a un intérprete del agente 007. Moore, en concreto, fue Bond en siete películas de la saga, y también ganó fama mundial por su personaje de Simon Templar en la serie "El Santo". El actor británico murió tras una breve batalla contra un cáncer, según un comunicado de su familia. "Con el mayor pesar, debemos compartir la terrible noticia de que nuestro padre, Sir Roger Moore, falleció hoy. Estamos todos devastados", escribieron sus tres hijos. "Sabemos que nuestro propio amor y admiración serán magnificados muchas veces, alrededor del mundo, por personas que lo conocieron por sus películas, sus series de televisión y su apasionado trabajo para Unicef, el cual él consideraba su mayor logro", se agregó.
Moore hizo del agente 007 un flemático e irónico caballero inglés, después de la etapa más viril del escocés Sean Connery. Su estilo sosegado y su sentido del absurdo, expresados principalmente al levantar la ceja, parecían poner de manifiesto el trasfondo ridículo de las películas de Bond, en las que el apuesto agente secreto británico era tan adepto a mezclar martinis, acostarse con hermosas mujeres y ordenar comidas gourmet como a desechar a los supervillanos que trataban de dominar el mundo.
"Para mí las situaciones de Bond son tan ridículas, tan estrafalarias", dijo una vez. "Quiero decir, se supone que este hombre es un espía y aun así, todo el mundo sabe que es un espía. Todos los mozos del mundo le ofrecen martinis agitados, no revueltos. ¿Qué clase de espía serio es reconocido donde quiera que va? Es extravagante. Así que hay que tratar el humor de un modo extravagante también", aseguró.
Aunque nunca eclipsó a Sean Connery ante los ojos del público como el James Bond definitivo, Moore interpretó al espía con estilo propio, "encontrando un chiste en cada situación", según el crítico de cine Rex Reed. El actor, que asumió el papel en 1973 cuando Connery se cansó de hacerlo, ya disfrutaba de una larga trayectoria en el cine y la televisión, aunque con éxito mixto.
Moore era recordado por los seguidores de la popular serie estadounidense de las décadas de 1950 y 60 "Maverick". Y en Inglaterra tuvo mucho éxito con la serie "El Santo", en la que interpretó a Simon Templar, el enigmático héroe de acción que ayuda a poner a bandidos adinerados en la cárcel mientras se fuga con sus fortunas. Cuando la serie terminó en 1969, su sociedad con los productores lo había transformado en un hombre rico.
Nacido en Londres, Moore, hijo único de un policía, estudió pintura antes de inscribirse en la Academia Real de Arte Dramático. Hizo algunos papeles pequeños en teatro y cine antes de cumplir su servicio obligatorio en el ejército, y entonces se mudó a Hollywood a principios de la década de 1950. Apareció con Elizabeth Taylor en "The Last Time I Saw Paris" de 1954 y con Eleanor Parker en "Interrupted Melody" al año siguiente. En 1970 se convirtió en director ejecutivo para producciones europeas de Faberge's Brut Productions. Con la compañía protagonizó con Tony Curtis la exitosa "Dos tipos audaces" para la televisión británica.
Tres años después hizo su primera película de Bond, "Live And Let Die" ("Vivir y dejar morir"). Y haría seis más en los siguientes 12 años: "The Man With The Golden Gun" ("El hombre de la pistola de oro"), "The Spy Who Loved Me" ("La espía que me amó"), "Octopussy", "Moonraker" ("Misión espacial"), "For Your Eyes Only" ("Sólo para tus ojos") y "A View To A Kill" ("En la mira de los asesinos"). Aunque el Bond de las novelas de Ian Fleming en las que se basan las películas era descripto como treintañero, Moore desempeñó el papel hasta los 57 años.
Después de dejarle el papel de Bond a Timothy Dalton, Moore continuó trabajando con regularidad, pero nunca con el mismo éxito. Sus películas post-Bond incluyeron esfuerzos poco memorables como "The Quest", con Jean-Claude Van Damme, y "Spice World", con las Spice Girls.
En 1991 Moore se convirtió en embajador de buena voluntad para Unicef, un papel que le presentó la difunta actriz Audrey Hepburn. Al igual que ésta, el actor le dedicó gran energía a la tarea. "Me sentí pequeño, insignificante y bastante avergonzado de que yo había viajado tanto haciendo películas e ignoraba lo que estaba pasando a mi alrededor", expresó al describir cómo lo afectó este trabajo.
En 1996, cuando su labor con Unicef lo llevó al Congreso Mundial contra la Explotación Sexual de Niños, reveló que él también había sido una víctima. "Fui abusado cuando niño, pero no se lo dije a mi mamá hasta que tenía 16 años, porque sentí que era algo de lo que estar avergonzado", confesó Moore a The Associated Press.
La Reina de Inglaterra hizo caballero a Moore en 2003 por su trabajo para Unicef. Además fue nombrado comandante en la Orden Nacional de Artes y Letras de Francia en 2008. Ese mismo año publicó una autobiografía, "My Word Is My Bond", que incluyó detalles sobre su trabajo en las películas de Bond, su amistad con Hepburn, sus encuentros con Cary Grant, Frank Sinatra, Elizabeth Taylor y otras estrellas, y sus problemas de salud, incluyendo un caso de cáncer de próstata que superó. En 2003 al actor le colocaron un marcapasos y en 2013 le diagnosticaron diabetes.
Cuatro mujeres en medio de una vida intensa
En su vida privada, Roger Moore se terminó pareciendo a su personaje de James Bond. El actor se casó cuatro veces: la primera, a los 18 años; la última, a los 73. Moore se divorció de la patinadora Doorn Van Steyn (en 1953), de la cantante inglesa Dorothy Squires (en 1969) y de la actriz italiana Luisa Mattioli (en el 2000), que fue la madre de sus tres hijos: Deborah, Geoffrey y Christian. En el 2002 se casó por cuarta ocasión con la dama de la alta sociedad sueca Kristina Tholstrup. El británico reconoció que durante sus dos primeros matrimonios fue golpeado y sufrió distintos episodios de violencia doméstica.