Primero cerraron los clubes, River hizo la punta y se armó un revuelo bárbaro, porque tomó la decisión sin consultar a Marcelo Tinelli, quien hoy por hoy es el mandamás de la liga de fútbol profesional. Después, cerraron los gimnasios, acaso tardíamente, pero lo hicieron, al principio no todos, pero sí los más grandes, esos en los que nadie suda ni se despeina y todos lucen como modelos de pasarela, pero en ropa deportiva. Ir a los parques está desaconsejado, aunque pocos hacen caso a las recomendaciones y se ve acá y allá, gente que sale a caminar, a correr, a hacer ejercicio, con el personal y hasta en grupo. Como si la adrenalina del deporte fuera una adicción que no pueden dejar ni por un par de semanas. Para ayudarlos a combatir el síndrome de abstinencia, los famosos compartieron sus rutinas en cuarentena. Thalía mostró sus trucos para fortalecer los glúteos, Antonio Banderas, hizo abdominales, y la Peque Pareto, la medallista olímpica, una serie de funcional training en el living de la casa que agota de solo verla. En la pequeña aldea, la punta la hizo Carla Calderini, la estrella fitness de Megatlon, y dio sus clases por Instagram. Las alumnas exploraron de felicidad. Como en los 80, cuando sus mamis seguían las clases de Jane Fonda en VHS y erigieron al video en el más vendido de la historia.