El consenso generalizado con el que cuenta el proyecto de instalar una cárcel en la localidad de Melincué siguiendo un proyecto de ley del senador Lisandro Enrico parece no ser tal, después que un grupo de vecinos de esa comuna del sur del departamento General López lograron difundir su rechazo a la iniciativa.
Enrico, senador del Frente Progresista Cívico y Social, impulsó a través de un proyecto de ley, la instalación de una "Unidad Penitenciaria Nº 12" en la localidad de Melincué, y aunque el presunto consenso alcanzado con la población circuló en los medios de la región, trabajosamente los cuestionamientos se abrieron paso.
Enrico presentó su proyecto de ley el pasado 4 de agosto ante autoridades comunales y provinciales, pero dos días después un grupo de vecinos autoconvocados se reunió en el salón parroquial para pedir información sobre el tema. Del encuentro participó el presidente comunal, el justicialista Gabriel Rébora, integrantes del Consejo de Seguridad, empleados públicos y vecinos. Luego de que el jefe comunal comentó el proyecto y lo ocurrido en la reunión del martes 4 con Enrico, los vecinos expresaron su disconformidad con el proyecto y fue entonces que surgió la iniciativa de realizar un plebiscito que no se concretó, y aún reclaman.
"Si el pueblo no quiere, no se hace", señaló en la ocasión Rébora, quien además aseguró no haber firmado nada al respecto.
Reuniones. El pasado lunes 10 se realizó otra reunión con el legislador departamental, autoridades provinciales, el presidente comunal, autoridades policiales y miembros del Consejo de Seguridad. La misma era un cónclave cerrado a la participación de la población; pero unos 300 vecinos se autoconvocaron fuera del recinto, presionando para que se escuchara su posición.
En el encuentro, Enrico señaló que "venía a presentar el proyecto", e informó sobre las características y alcances del mismo indicando, entre otros datos, que para completarlo se expropiarán tres hectáreas, sobre las cuales se construirá un minipenal para 160 condenados y procesados.
Consultado por LaCapital, Ricardo Lomazzi, un referente de los vecinos que se oponen al penal, indicó que la población de Melincué no quiere perder el perfil turístico que está recuperando la localidad con la presencia de un presidio. También Lomazzi expresó que la mayoría de quienes se oponen desconfían de que sólo reúna a 160 condenados, y consideran que las inevitables y previsibles ampliaciones y el crecimiento de la población carcelaria aparejarán un riesgo para esa comunidad.
Comuna y cabecera. Melincué presenta la curiosa característica de ser una comuna pequeña, de apenas 2.500 pobladores que, no obstante, es la cabecera del departamento General López. Esto desde siempre generó chisporroteos políticos con la comparativamente gigantesca y todopoderosa Venado Tuerto, "capital" del Nodo 5.
Enrico argumenta que la cárcel debe estar allí por ser cabecera departamental y sede de tribunales y que su proyecto implica una inversión de 70 millones de pesos y representa una oportunidad que jerarquizará a Melincué. También señala que generará fuentes de trabajo, un argumento refutado por Lomazzi, quien señaló: "Una cárcel no genera fuentes de trabajo porque el personal penitenciario siempre procede de otras localidades y no reside en la zona".
Cabe señalar que en un tramo de la asamblea popular impuesta por los vecinos a las autoridades, un vecino impulsó una votación de la asamblea a favor o en contra del proyecto de Enrico, la que resultó ampliamente perdidosa para el planteo del legislador, quien consideró que "se trata de una ley", y que si no se aceptaba dicho proyecto "Melincué perdería la cabecera del departamento General López".
También indicaron los vecinos que en esa misma reunión el legislador expresó que dar marcha atrás al proyecto "no depende de mí", y señaló a los presentes que "ustedes ya tienen una cárcel frente a la plaza; tienen 120 personas alojadas en un lugar para 40 y conviven procesados y condenados", a lo que los asistentes respondieron que por la presencia de los Tribunales, "cuenta con una alcaidía que aloja sólo a procesados", y "si funciona mal es porque los legisladores incumplen sus deberes".
Según los vecinos, en los últimos años Melincué recuperó mucho de lo que había perdido; turismo, emprendimientos gastronómicos, complejos de cabañas y mucha gente llega a disfrutar de la tranquilidad de esta comuna de 2.500 habitantes y que apunta a un proyecto turístico con historia.
Según Lomazzi, en quienes se oponen a la cárcel "no hay prejuicio; lo que se tiene es miedo. Por otra parte, sólo se pide un plebiscito, no un rechazo. Hubo una comuna en la que, durante el gobierno de Jorge Obeid, el 62 por ciento de la población dijo sí a una nueva cárcel, pero Obeid consideró que un 38 por ciento en contra era mucha oposición y no se hizo". Sobre el plebiscito, el referente recordó que "quienes nos asesoran dicen que si no lo impulsa la comuna, pero lo certifica un escribano, igual tendría validez".