El ex mandatario ucraniano admitió ayer que luego de ser objetivo de algunos ataques de bandidos en la revuelta que terminó con su salida del gobierno, pidió a Rusia que intervenga en el conflicto. El derrocado presidente ucraniano, Viktor Yanukovich, reconoció ayer haber pedido al presidente ruso, Vladimir Putin, una intervención militar en Ucrania tras su derrocamiento el 22 de febrero último. "Lo hice y no por casualidad, ya que yo mismo fui objetivo de ataques por parte de bandidos", declaró.
No obstante en una entrevista con la Associated Press y la televisora estatal rusa NTV, la primera desde que huyó de Ucrania en medio de las protestas masivas, Yanukovich expresó la esperanza de poder negociar con el líder del Kremlin Putin la devolución de Crimea a la soberanía ucraniana. El pasado 3 de marzo, el embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, aseguró que Yanukovich pidió al jefe del Kremlin que utilizara al ejército ruso con el fin de restaurar "la legalidad, paz, orden público, estabilidad y la defensa de la población de Ucrania". En ese mensaje a Putin, el depuesto líder ucraniano advertía de Ucrania se encontraba "al borde de la guerra civil" debido a la usurpación del poder en Kiev.
Rusia anexó Crimea tras un referendo convocado de apuro luego de que las fuerzas rusas habían tomado el territorio. Ucrania y las potencias occidentales calificaron la anexión de ilegal. Yanukovich insistió en que la toma de la península del mar Negro no habría ocurrido si él se hubiera mantenido en el poder. El huyó de Ucrania tras tres meses de protestas contra su régimen.
El político de 63 años dijo que se ha reunido con Putin desde que llegó y espera mantener nuevas reuniones con el líder ruso para negociar la devolución de Crimea. "Debemos imponernos esa tarea y buscar formas de devolver Crimea a Ucrania bajo cualquier condición, a fin de que la península pueda tener el máximo grado de independencia posible... pero que sea parte de Ucrania", dijo.
"Trampa" de Occidente. El polémico ex mandatario ucraniano acusó hoy en Moscú al ministro de Asuntos Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, y otros colegas europeos, de haberle tendido una trampa. El plan que el 21 de febrero me propusieron Steinmeier y sus colegas de Francia y Polonia para solucionar la crisis ucraniana no se respetó, según aseguró Yanukovich. "Nunca pensé y nunca supuse que aquello era una trampa para la cúpula y el presidente de Ucrania, como después se revelaría, agregó. "Pero ya la noche siguiente fui asaltado por bandidos", afirmó.
El político, que huyó a Rusia, calificó la escisión de Crimea de "tragedia". Asimismo aseguró que jamás habría permitido a Rusia que se anexionara la península en el mar Negro. Y aseguró que la responsabilidad por la pérdida de Crimea recae sobre todo en la cúpula prooccidental en Kiev. En el acuerdo del 21 de febrero, Yanukovich ofreció adelantar las elecciones y una reforma de la Constitución. Los opositores radicales al gobierno se negaron al plan y prolongaron su ocupación del centro de Kiev durante la noche del 22 de febrero.
Error histórico. Mientras a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otán) le preocupa la frontera este de Ucrania y el secretario general de la entidad, Anders Fogh Rasmussen, advirtió ayer a Moscú en contra de avanzar con sus tropas en ese país europeo. "Si Rusia intenta seguir agrediendo a Ucrania, entonces no dudaré en calificarlo de error histórico", dijo Rasmussen al término del encuentro de la alianza atlántica en Bruselas. Aseguró que está "seriamente preocupado" por que no haya disminuido la presencia de tropas rusas en la frontera con Ucrania. Moscú por su parte lamentó la decisión de la alianza de suspender hasta nuevo aviso la cooperación con Moscú en los campos civil y militar: esa decisión no beneficia a ninguna de las dos partes, dijo ayer la Cancillería rusa. "Es una caída en el vocabulario de tiempos de la Guerra Fría", agregó.
Rasmussen se hizo eco de las declaraciones del comandante en jefe militar de la Otán, el general estadounidense Philip Breedlove, quien sostuvo que la situación en la frontera este de Ucrania es "increíblemente preocupante". Rusia podría "lograr su objetivo en tres o cinco días" con las tropas allí estacionadas, agregó. Según la Otán, la retirada de tropas todavía no es perceptible. Se estima que hay entre 35.000 y 40.000 soldados en la región fronteriza con Ucrania.