La Paz. —

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Las mismas fuerzas del oficialista MAS asistieron ayer al acto de promulgación presidencial de esas leyes. La oposición, mayoritaria en seis de los nueve departamentos del país, denunció la jugada de Morales y el MAS y anunció protestas, tildando de "ilegal y violenta" la polémica maniobra oficialista.
El oficialismo había aprobado el jueves a la noche las leyes, en una sesión del Congreso a la que no pudo entrar la oposición, a causa del cerco tendido por los campesinos y mineros de Morales, que contaban con la expresa autorización del gobierno, que además retiró a la policía. Los manifestantes incluso golpearon a dos diputadas opositoras.
Morales justificó estas violentas acciones de sus bases porque "expresaron repudio a algunos sectores de parlamentarios que no acompañan este proceso de cambio", en referencia a su gestión. Insistió en que el proyecto de Constitución busca la "igualdad" de los bolivianos frente a unas pocas "familias ricas".
El antecedente de Sucre.
Posteriormente se convocó en Oruro, ciudad afín a Morales, a una nueva sesión de la Asamblea, que aprobó en detalle el texto constitucional, pero que no superó los vicios de origen del texto surgido de Sucre. Es que el texto querido por el MAS no contó, ni en Sucre ni en Oruro, con la mayoría especial, dada la ausencia de la oposición en ambas sesiones, y que exigen tanto la Constitución boliviana aún vigente como la ley de convocatoria a elección de constituyentes, que Morales pactó en su momento con la oposición. Es este polémico proyecto el que se someterá a referendo, el próximo 4 de mayo.
"En sólo media hora, el MAS echó por tierra el diálogo político (con la oposicion) para buscar una salida a la crisis", comentó el diario La Razón, de La Paz.
El Congreso aprobó además una tercera ley de convocatoria a referendo para definir el tamaño máximo de las propiedades rurales, en el marco de la reforma agraria, a la que el gobierno quiere dar rango constitucional.
A juicio del santacruceño presidente del Senado, Oscar Ortiz, "esta Constitución no se va a aplicar jamás en Bolivia". Y desde Santa Cruz el poderoso Comité Cívico llamó "a defender la democracia y nuestro referéndum autonómico, que tanto anhelamos".
En noviembre pasado Morales recurrió, luego de un largo estancamiento de la Constituyente, a hacer aprobar el texto de la nueva Constitución en una irregular asamblea desarrollada en un cuartel del ejército en la ciudad de Sucre, en ausencia de los constituyentes opositores. La reacción popular de Sucre dejó como saldo tres manifestantes muertos. Los constituyentes del MAS debieron huir de la ciudad protegidos por el ejército. El presidente Evo Morales recurrió a la acción directa y violenta de sus bases para hacer promulgar la ley de convocatoria al referendo de aprobación de su proyecto de Constitución, así como otra ley que prohíbe las consultas autonómicas en los departamentos del oriente del país. Las leyes fueron votadas la noche del jueves en el Congreso, cercado por los militantes del partido de Morales, que impidieron el ingreso a los legisladores de la oposición, incluso a los golpes, y en ausencia de la policía.


