El ex primer ministro francés Manuel Valls afirmó que el Partido Socialista (PS) "está muerto", al anunciar ayer que se presentará como candidato para las elecciones legislativas de junio en Francia por la lista del presidente electo, el liberal Emmanuel Macron. "Seré candidato de la mayoría presidencial", aseguró Valls, de 54 años, en una entrevista. "Quiero inscribirme en el movimiento La República en Marcha", añadió en referencia a la nueva denominación del movimiento del presidente electo Macron.
Valls, ex jefe de gobierno del presidente saliente, el socialista François Hollande, reconoció que en su decisión también pesó el descalabro electoral del PS, cuyo candidato, Benoit Hamon, quedó quinto en la primera vuelta del 23 de abril. "El PS está muerto, seamos claros, y ahora es esencial garantizar una mayoría a Macron" porque la división sería "fatal", esgrimió. Sostuvo que "están superadas" las diferencias que mantuvo con Macron cuando ambos eran miembros del gabinete de Hollande y remarcó que "hay que olvidar los rencores". Ya antes de las elecciones presidenciales del pasado domingo en las que Macron se impuso a la ultraderechista Marine Le Pen, Valls apoyó al joven liberal que desde el domingo dirigirá a la segunda economía europea.
Dentro de un socialismo en crisis, el primer secretario del PS francés, Jean-Christophe Cambadélis, dejó claro ayer al ex premier Manuel Valls que es "imposible" seguir siendo miembro del partido y a la vez candidato a las legislativas por el partido del nuevo presidente, Emmanuel Macron, invitándole a dejar su actual formación y permitirle trabajar con vistas al futuro.
El anuncio de Valls de que buscará concurrir a las legislativas de junio con la nueva formación que apoya a Macron, La República en Marcha, ha generado una gran conmoción en las filas socialistas. El PS se encuentra inmerso en una grave crisis. Cambadélis reiteró ayer que Valls no puede seguir militando en esa formación, y aprovechó para enviar un mensaje a otros que, como Valls, podrían estar barajando una doble pertenencia. "Si quieren afirmarse contra el gobierno, que todavía no ha sido constituido, entonces que se queden en el Partido Socialista", afirmó, para agregar que "si algunos quieren marcharse o diferenciarse, que lo hagan y nos dejen trabajar".
Mucho más duro fue líder parlamentario de los socialistas, Olivier Faure. "Los verdaderos amigos no son aquellos que, por oportunismo, optan por arrastrarse delante del nuevo poder", aseguró. Pero otros, como el presidente de los socialistas en el Senado, Didier Guillaume, de posiciones cercanas a las de Valls, han declarado "muerto" a su propio partido y sugirieron que no presente candidatos en las legislativas. Para Guillaume, el resultado electoral fue "un acta de defunción" de un partido que, como dijo Valls, "está muerto". Para él, Valls se hizo cargo de que "un nuevo mundo político se está escribiendo", ante el cual los socialistas deben ser "o bien actores o bien espectadores".
Las elecciones legislativas tendrán lugar entre el 11 y 18 de junio para definir los 577 diputados que conformarán la Asamblea Nacional, la Cámara baja gala. Para poder asegurar la gobernabilidad y su poder de decisión Macron necesita obtener una mayoría propia. Valls estuvo al frente del Ejecutivo francés hasta finales del año pasado y fracasó en las elecciones internas del partido para convertirse en el candidato del PS.