Uruguay reaccionó con enojo ante su inclusión en la lista de países considerados
"paraísos fiscales" por el G-20, en base a un informe de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo (Ocde). Dirigentes locales reaccionaron con virulencia, culpando a Brasil y Argentina
por esa figuración, mientras el gobierno de Tabaré Vázquez fue más prudente y se limitó a una
protesta. La lista la confeccionó la Ocde, y se conoció en el marco de la cumbre de Londres del
G-20. Incluyó en su apartado más negro a Filipinas, Malasia, Costa Rica y Uruguay.
Montevideo arde. En Montevideo, dirigentes políticos y económicos opositores no
dudaron en acusar a Argentina y Brasil, sus socios en el Mercosur, de haber instigado a la Ocde
para que pusiera a su país en la lista negra de "pecadores recurrentes". "Es obvio que Argentina o
Brasil intervinieron" que "hubo presiones de los países vecinos", fustigó Leonardo Costa, experto
en temas tributarios y ex prosecretario de la presidencia en el gobierno de Jorge Batlle
(2000-2005).
Más moderado fue el ex ministro de Economía uruguayo Danilo
Astori y precandidato presidencial por el gobernante Frente Amplio (FA), quien también deslizó
sospechas. "Puede haber habido incidencia de algunos países para fundamentar esta situación. No
quiero acusar a nadie", dijo. El otro precandidato presidencial del oficialismo, José Mujica, dijo
que "Uruguay no es un paraíso fiscal y no lo es a partir de la reforma tributaria. Pero tiene
alguna cosa, como el secreto bancario que no es paraíso fiscal (risas), pero está en la frontera",
comentó en su particular estilo campechano. Pero Mujica también reprochó a los dirigentes
uruguayos, en especial a los "economistas formados", por no haber advertido a tiempo la sanción que
se estaba pergeñando. "Se veía venir que iba a haber un ataque frontal por lo que se estaba
publicando en Europa y en el mundo central", afirmó. Y agregó: "Vamos a tener que acomodar el
cuerpo. Yo no me chupo la pastilla. El problema somos nosotros, cómo funcionamos. No quisiera que
al país lo traten de paraíso fiscal", concluyó. Otro precandidato, el "blanco" ex presidente Luis
Alberto Lacalle, comentó por su parte que la inclusión de Uruguay en la lista negra es una
exageración que responde a presiones. "Uruguay ha sido tradicionalmente un país seguro, que ampara
y defiende los derechos de propiedad", dijo el ex presidente.
El diario El Observador comentó que la medida "puso en
alerta a las autoridades económicas nacionales que aseguran que Uruguay no puede ser considerado
como un paraíso fiscal". El diario citó al titular de la Dirección General de Impositiva (DGI),
Nelson Hernández, explicó que "Uruguay no cumple con las cuatro condiciones que se tienen que dar
de forma simultánea para catalogar a un país como paraíso fiscal", entre ellas, que "no exista
tributación sobre la renta o en caso de que exista que sean muy bajas, prácticamente nominal, sobre
las personas o sociedades de no residentes", condición que según el funcionario Uruguay no cumple
desde que en diciembre de 2006 se impuso la tributación a la renta de no residentes.
Silencio. Los reclamos uruguayos no motivaron reacciones en Buenos Aires y Brasilia, miembros
del G20, más no de la Ocde. En Costa Rica, considerada otro "pecador recurrente", las autoridades
financieras criticaron no sólo la calificación recibida, sino además la exigencia de levantar el
secreto bancario. La polémica sobre los paraísos fiscales surge en medio del llamado de la Ocde y
del G-20, que declararon una guerra a estos sistemas financieros. l