La situación en Venezuela sigue siendo de mucha tensión y hoy podría ser otra jornada de violencia. Se anuncia una marcha opositora en Caracas que no tiene autorización, mientras el gobierno anunció la expulsión de tres diplomáticos de Estados Unidos.
Ayer, el partido opositor Voluntad Popular denunció que sus oficinas en Caracas fueron allanadas por agentes de seguridad sin orden judicial. Iban en busca al parecer del líder Leopoldo López, quien prometió presentarse ante las autoridades hoy al frente de la manifestación convocada en Caracas. Los agentes buscaban además al portavoz partidario Carlos Vecchio, quien horas antes reafirmó que López encabezará hoy la manifestación hasta el Ministerio de Interior para responder a una orden de arresto en su contra. Luego del allanamiento, Vecchio dijo que el partido "no tiene nada que esconder. No tenemos miedo. Mañana estaremos en la calle acompañando a Leopoldo López, nosotros seguiremos en la calle de forma pacífica", declaró. Vecchio denunció que los agentes no presentaron orden de allanamiento ni estaban identificados. Agregó que causaron daños a la propiedad. "Voluntad Popular alerta a todos los venezolanos y a la comunidad internacional ante estos constantes ataques a nuestra organización", señaló.
A la vez, el ministro del Interior, Miguel Rodríguez, respondió que López "no tiene nada que buscar" en la sede de su cartera en el centro de Caracas. "Creo que (López) se fumó una lumpia (está drogado), porque tiene que entender que yo ni emito órdenes de captura, ni soy juez. Este es un Estado donde cada institución tiene un rol. Quien tiene la autoridad de la investigación es el Ministerio Público, que se presente en otro lado porque el ministerio no tiene nada que ver con la orden que se emitió en su contra, que asuma su responsabilidad ante el país", declaró el ministro. Igualmente, el alcalde de Caracas y oficialista, Jorge Rodríguez, dijo que ningún dirigente de Voluntad Popular ha solicitado autorización para la marcha de hoy. "No hay ningún pedido de la derecha", refirió, usando una terminología constante en el chavismo para referirse a todos los opositores.Sin embargo, López siguió convocando a sus partidarios para que lo acompañen hasta el Ministerio del Interior. "Venezolanos, vengan a Caracas; marcharemos al Ministerio del Interior. (La marcha) está notificada, no necesitamos permisos. Los derechos no se negocian", escribió en witter en respuesta al alcalde chavista.
Vecchio recalcó que será una marcha pacífica para exigir una investigación de los hechos ocurridos el miércoles pasado, cuando una marcha estudiantil dejó tres muertos, 66 heridos y más de 100 detenidos. Dos estudiantes opositores y un líder de grupos parapoliciales chavistas murieron ese día. El gobierno acusó a López y rápidamente la fiscalía lanzó una orden de arresto bajo cargos de "terrorismo". En Venezuela no existe una real división e independencia de poderes y tanto los fiscales como la casi totalidad de los jueces responden al gobierno. El presidente Nicolás Maduro dijo al alcalde Rodríguez que no debe permitir la entrada del "fascismo a Caracas". A su vez, el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) llamó a sus partidarios a concentrase hoy en las plazas céntricas y puntos "estratégicos" ante la amenaza "facista". Todos estas declaraciones preanuncian una jornada de derivaciones imprevisibles para hoy en Caracas.
Expulsados. El canciller Elías Jaua informó que el gobierno dio 48 horas para salir del país a tres funcionarios consulares estadounidenses, expulsados tras ser acusados de supuestas actividades conspirativas. "Están obligados a retirarse de la patria soberana, independiente de Venezuela en las próximas 48 horas por estar activamente participando de la organización y la promoción de estos grupos que hoy intentan generar la violencia en nuestro país", declaró Jaua, en otra muestra de la retórica encendida que utiliza el gobierno. Estados Unidos rechazó las acusaciones, que son "falsas y sin sustento" y negó que esté colaborando con las protestas antigubernamentales. "Apoyamos los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluida la libertad de expresión y el derecho de reunión, en Venezuela y en todos los países del mundo. Pero como hemos dicho siempre le corresponde al pueblo venezolano decidir el futuro de Venezuela", dijo la portavoz del departamento de Estado, Jen Psaki. La decisión de Caracas parece parte de la estrategia del gobierno de denunciar una presunta conspiración local e internacional en su contra.
Unasur: solidaridad sin abonar tesis conspirativas
La Unasur dio a conocer su “solidaridad” con el gobierno de Venezuela, pero evitó sumarse a sus tesis conspirativas. “Los Estados miembros de la Unasur manifiestan su enérgico rechazo a los recientes actos de violencia ocurridos en la República Bolivariana de Venezuela”, afirma el texto. Pese a que varios miembros del bloque, como Argentina, Bolivia y Ecuador, respaldaron a Nicolás Maduro y suscribieron sus tesis conspirativas, el comunicado no hace referencia explícita a un intento de golpe de Estado. “Al expresar sus condolencias y solidaridad con los familiares de las víctimas y con el pueblo y el gobierno de Venezuela, hacen un llamado a la paz y a la tranquilidad en esa nación, y reafirman su compromiso con la preservación de la institucionalidad y los principios democráticos como pilares del proceso de integración regional”, agrega el comunicado.
En Buenos Aires, el canciller Héctor Timerman reiteró el apoyo argentino a la posición venezolana. Timerman se comunicó con su par venezolano, Elías Jaua, y le “ratificó el total y absoluto apoyo a las instituciones de Venezuela” y además expresó que “cualquier intento de desestabilización a un gobierno democrático de la región lo vemos como un ataque a nosotros mismos, porque no quieren que sigamos viviendo en democracia”. Los hechos que ocurren en Venezuela son parte de “un intento claro de desestabilización del gobierno venezolano” y “ya lo intentaron en otros países de América del Sur como Bolivia y Ecuador”.