Una falsa alarma de atentado obligó a las fuerzas de seguridad a desplegar ayer un operativo antiterrorista en Barcelona y a desalojar de forma preventiva la emblemática basílica de la Sagrada Familia, situada en el centro de la capital catalana. Además del templo, los agentes desalojaron diversos comercios en la zona y cortaron varias calles. Los servicios de transporte suburbano dejaron de parar en la estación más cercana. Tras el desalojo, los artificieros de la policía (Tedax) acudieron al lugar de el alerta para "hacer comprobaciones en una furgoneta estacionada en el entorno de la Sagrada Familia", según informaron en Twitter los Mossos d'Esquadra. Aproximadamente una hora después, confirmaron que se trataba de una "falsa alarma" y que la furgoneta sospechosa no llevaba "material peligroso". No hubo detenidos en relación con estos hechos.